Faltan apenas cincuenta y dos días para las elecciones nacionales.
Hay una percepción casi generalizada de poco entusiasmo popular.
Las noticias dominantes son los pases y acuerdos de los políticos.
La ingeniería electoral a la orden del día y mucho malabarismo.
Mientras la izquierda sopesa seriamente la posibilidad de perder el gobierno.
A la derecha se le hace agua en la boca porque se ven ganadores.
Surgen entonces los duros ataques a mansalva de ambos lados.
Preocupa que el Frente se justifique con que todo antes era peor.
Los avances en muchas áreas son indiscutibles, los errores también
La cuestión central parece ser lograr un cuarto gobierno frentista.
¿Para qué? Para modificar ¿qué cosas? Para lograr ¿qué metas?
Si alguien cree que mostrando equipos técnicos alcanza, le erra feo.
Si alguno piensa convencer hablando del 2002, la está macaneando
Se necesitan ideas y propuestas concretas para el cuarto gobierno.
Cuatro temas: trabajo, seguridad, educación y seguridad social.
¿Cómo se va a encarar el tema desempleo y nuevas tecnologías?
¿Qué se va a hacer para frenar la delincuencia y la violencia?
¿Cuál es el camino para cambiar, en serio, el ADN educativo?
¿De qué manera se va a transformar la deficitaria seguridad social?
No pedimos grandes planes ni sesudas explicaciones académicas.
No exigimos profundas e imprescindibles autocríticas de lo actuado,
pero reconocer algún error que otro, no estaría nada mal ¿no?
Necesitamos argumentos porque hay mucha gente indecisa en la
vuelta y hay muchos frentistas decepcionados con el gobierno.
A esa gente no la recuperás con caras conocidas, jingles bonitos y
manija apelando a los Macri, los Bolsonaro y “oligarquía o pueblo”.
No se trata de los militantes gerontes que igual votan al Frente.
Estamos hablando de gente joven o madura que vota racionalmente
Y esos no se conforman con un bailecito y el famoso “Vamo arriba”.
Alfredo García
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