“La guerra es muy mala escuela
No importa el disfraz que viste
Perdonen que no me aliste
Bajo ninguna bandera
Vale más cualquier quimera
Que un trozo de tela triste”
Milonga del moro judío- Jorge Drexler
Los seres humanos somos gregarios por naturaleza, precisamos de otros humanos.
Y durante miles de años pasamos de clanes a tribus, de feudos y ciudades a países.
Así se fueron conformando historias y costumbres de las diversas comunidades.
Hubo elementos culturales, económicos o religiosos que amalgamaron a los grupos.
El sentido de pertenencia trascendió con la humanidad y llegamos al siglo XXI.
La globalización genera incertidumbres y la necesidad de aferrarse a algo seguro.
Así vemos los rebrotes nacionalistas en muchos países europeos sin ir más lejos.
Otros se identifican con creencias políticas, religiosas y buscan a sus pares.
Nuestro país no es la excepción a la regla y la proliferación de tribus es enorme.
Pueden ser por cuadro de futbol, partido político, religión o conjunto carnavalero.
Por supuesto que la segmentación geográfica o barrial también existe y ésta incluye
muchas veces, la diferenciación social por cultura o por plata de los individuos.
Todo eso nos conforma como país y uruguayos somos todos, blancos y negros,
creyentes y ateos, liberales y marxistas, manyas, bolsos y tuertos, todo mezclado.
Y cada uno tiene sus prácticas, sus tradiciones, sus cultos y sus costumbres.
Si algo hemos aprendido a respetar y valorar en nuestra tierra es la libertad.
Vos podés ir a San Cono, aquel al 1 de Mayo y este otro concurrir a Masoller.
Festejas la semana de turismo, santa, criolla o de la cerveza, como quieras.
Artigas es prócer o contrabandista, Rivera es caudillo o genocida, Batlle y Ordoñez
estadista o autoritario, Herrera nacionalista o filo nazi, el Che héroe o asesino.
Todas las opiniones pueden expresarse libremente, la democracia lo permite.
¿Que nos une como nación? Muchas cosas y bien diversas, por suerte.
Hay una historia compartida que ha generado una cultura y una idiosincrasia común.
¿Cómo nos representamos los uruguayos? ¿Acaso por algún símbolo o ritual?
En tiempos modernos mantener algunas tradiciones resulta muy anacrónico.
Y no hay trapo, juramento o canción que sean la patria. La patria es la gente.
Alfredo García
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