En Uruguay aplicamos una frase que se usa como sinónimo de “lucharla”, “pelear”, “dar todo hasta el final” más allá de las adversidades. Es una típica realidad que tenemos como país con menor población y territorio frente a enormes potencias del mundo, incluyendo desarrollo económico e infraestructura. Por eso, hago referencia al remo, porque tenemos excelentes deportistas que destacan a nivel internacional y nunca dejan de “remarla”, en sentido metafórico y literal.
Un claro ejemplo de ello son Bruno Cetrato, que obtuvo el tercer puesto en la Final A del Single Peso Ligero, con un tiempo de 6.49.81, mientras que Felipe Klüver, finalizó sexto. Estos resultados son referentes a la Copa Del Mundo de Remo, disputada recientemente en Lucerne, Suiza. Sin dudas, el destaque y nivel de estos competidores es asombroso, ya con claros antecedentes, como los de Tokio 2020.
Lo triste, penoso y curioso es que como sociedad muchas veces no reconocemos el trabajo, rendimiento, esfuerzo y constancia de los deportistas, quienes deben pasar enormes periplos y dificultades para lograr sus objetivos. Uruguay se ha convertido en un país que tiene enorme nivel competitivo en varias disciplinas, pero los apoyos, sociales y económicos, no son considerables como deberían serlo. A continuación, desarrollaré información sobre el remo.
El Remo es un deporte acuático cuyo objetivo consiste en llevar una embarcación, de un punto a otro, propulsándola mediante remos. La diferencia con otros deportes donde también se usan remos como propulsión, por ejemplo, el Piragüismo, es que en este permanecen fijos sobre el cuerpo de la embarcación. Además, el remero se coloca de espaldas a la proa, es decir, a la parte delantera. Existen 2 clases de Remo según la movilidad, o no, del banco sobre el que se coloca la tripulación. De estas, sólo las de banco móvil son olímpicas.
Este deporte toma su nombre del elemento que sirve para impulsar la embarcación. Antes de convertirse en una disciplina olímpica, ya existía como medio de transporte en culturas tan milenarias como el Antiguo Egipto, donde se usaba para todo tipo de actividades: Comercio, traslado, guerra…
Los romanos llegaron a utilizarlo como método de castigo, cuando se condenaba a los delincuentes a galeras.
Precisamente en Italia es donde se cree que surgió la primera regata (competición náutica). De hecho, la palabra tiene su origen en «regattare» que significa «concursar para obtener un premio». No obstante, la verdadera aparición del Remo como deporte, fue entre los siglos XVII y XIX en Gran Bretaña. Los barqueros que transportaban pasajeros por el Támesis competían entre sí para demostrar que eran los más rápidos y, así, conseguir más clientes.
Referente a la primera competición deportiva de remo, se considera que fue la «Doggett’s Coat and Badge», que todavía se disputa en Londres. Surgió en 1715 cuando el actor Thomas Doggett se retrasó en una taberna y tuvo dificultades para encontrar una embarcación que le llevase de regreso a casa. Aquella noche el Támesis estaba muy agitado por el viento y la mayoría de barqueros se negaron a cruzar.
Finalmente, un joven que acababa de salir de la academia aceptó la oferta llevándole hasta su destino sano y salvo. Aquello hizo pensar a Doggett que quizás los mejores barqueros no eran necesariamente los más experimentados y se le ocurrió fundar una regata que consagrase al mejor barquero del año.
Los primeros clubes deportivos de Remo que aparecieron en Gran Bretaña utilizaban las mismas embarcaciones que los barqueros profesionales. El club solía recibir el nombre de la embarcación, como es el caso del «Leander Club», que todavía perdura como una de las sociedades más prestigiosas de Remo.
Entre fines del siglo XVIII y principios del XIX, las universidades empezaron a impartir sus propios cursos de Remo y a organizar competiciones entre ellas. Esto dio lugar a regatas tan conocidas como la famosa Oxford-Cambridge, cuya primera edición se disputó en 1829, y que todavía sigue en vigor. A ella se sumaron otras, de las cuales algunas también han llegado hasta la actualidad.
En 1879 se fundó la Federación Inglesa de Remo que pretendía diferenciar este nuevo Remo deportivo del profesional. Sólo 13 años más tarde surgió la FISA (Federación Internacional de Sociedades de Remo) para unificar las diversas reglas que habían ido apareciendo en Europa. Se considera que es la 1ª Federación Deportiva Internacional de la Historia.
A lo largo del siglo XIX el Remo fue expandiéndose por distintos países. Las mejoras técnicas y tecnológicas dieron lugar a embarcaciones más ligeras, rápidas y eficientes. Una de estas evoluciones fue la incorporación del soporte que sujeta el remo, primero construido en madera y, posteriormente, en acero. Esta última mejora dio lugar a los outriggers, que se traduce algo así como «soporte fuera de la borda». La evolución de los propios remos, la adición del banco móvil y las embarcaciones cada vez más grandes, dieron lugar a una mayor variedad del deporte.
Con el paso del tiempo, el remo se convirtió en una disciplina olímpica. El Barón de Coubertin era un entusiasta de este juego, así que este deporte entró en el Programa Olímpico desde el primer momento. No obstante, durante los Juegos Olímpicos de 1896 el mal clima impidió que se pudiera disputar y no hizo su estreno hasta París 1900. Esta incorporación como Deporte Olímpico proporcionó al Remo una mayor importancia y contribuyó a la gran expansión del mismo.
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