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Lo que nos importa por Cristina Morán

Lo que nos importa por Cristina Morán
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En el mismo momento de abrir la mítica caja de Pandora todos los males del mundo aparecían. Hoy significaría “una acción pequeña o inofensiva pero que puede atraer consecuencias catastróficas”, como por ejemplo para quienes estén de una forma u otra en negocios similares a un cambio. Imposible no recordar lo ocurrido con el cambio Nelson.

De acuerdo a la información que brindaron distintos medios apareció un hecho similar y al ser denunciado por la persona perjudicada-responsable, salió  a la luz pública.

Por lo que el “damnificado” expresó su dinero estaría muy bien cuidado y le sería devuelto con los intereses que correspondieran.

La ambición, la corrupción o la inmoralidad no son nuevas en el mundo, (lo tenemos claro, ¿verdad?) y una lo está redescubriendo porque tiene la fortuna de integrar el elenco de “Tartufo” de Moliere.

La hipocresía, la falsedad, la traición están representadas en ese personaje que hace 50 años interpretó el talentoso Enrique Guarnero en la Comedia Nacional y a quien está dedicada esta versión  que dirige Sergio Dotta.

Hoy, ya en el Siglo XXI, el Tartufo de Jorge Bolani pone en evidencia que todos esos males de la condición humana, no han desaparecido sino que se “modernizaron”, se transformaron en empresas “golondrinas”, en tarjetas clonadas, en cambios como el de Punta del Este que te prometen cuidar tu dinero pero que en realidad lo quieren para si, para enriquecerse de forma deshonesta, de forma ilegal. Es similar a lo que hace Tartufo cuando luego de breves “distracciones” lo exige a Orgón con una frase breve y contundente: “Que me legue todos sus bienes”. Esto ocurría en el tiempo de Moliere y 400 años después como si el tiempo no hubiera pasado sigue tan vigente como lo estamos comprobando. Porque tan corrupto es el que entrega su dinero

 para que sea “trabajado”(a sabiendas, claro, que lo que está haciendo está reñido con la ley) en un lugar que no es un banco (sino un negocio, un cambio), como quienes lo reciben sabiendo que están cometiendo un ilícito, y hacen fortuna llenando sus arcas con dinero mal habido. Pero como pienso que es mucho más sano volver al  teatro porque una, que siempre quiere saber algo más, buscó información en Internet, sí, porque la biblioteca de una no es lo suficientemente vasta  y lo encontró: se llamó Carlos Martínez Moreno:  fue escritor, abogado y desde los 20 años ejerció la crítica teatral en El País, El Diario y a partir 1942 en Marcha.

En ocasión del Tartufo de Enrique Guarnero en el año 1968, Martínez Moreno, en su condición de crítico teatral escribió, entre otras, estas palabras sobre el personaje: “Tartufo es un monstruo, es un hombre normal que se conduce normalmente frente a las tentaciones que le sirve la estupidez humana; es un impostor, un hipócrita, un místico, un provinciano burdo, es un hombre de salón, es víctima de la moral de su época, de nuestra moral todavía. Es un retrato de la condición humana y por compleja, la condición humana no se presta a etiquetas, únicamente a definiciones rotundas y maniqueas.”

Y finaliza su crítica diciendo: “A diferencia de otras obras, Tartufo jamás se repone. O se le vuelve a inventar o se fracasa con el”. Tartufo es hoy representada en una versión del argentino Tito Cosa  sobre la obra original de Jean Baptiste Poquelín (Moliere),  quien a pesar de haber sido el favorito del rey, fue “enterrado sin pompa y de noche”.

Permítanme despedirme con una sentencia que aprendí de Moliere y que en un tiempo que “ya fue” la sentí en carne propia:

“Nada hay que amen los reyes más que una pronta obediencia; las cosas  no son buenas más que durante el tiempo que las desean: no debemos nunca pensar en nosotros mismos, sino en lo que de nosotros desean. No estamos sino para complacerlos”.

Si les resulta familiar, si la ubican en este tiempo, estarán en lo cierto.

Hasta la próxima.

Que seas feliz.

 

 

 

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Cristina Moran En 1948 comienza su actividad en CX 16 Radio Carve. En el año 1956 forma parte del grupo de pioneros que da inicio a las transmisiones de Televisión en Uruguay, a través de Saeta TV Canal 10. En 1968 comienza en Canal 10 su programa Domingos Continuados que cierra el ciclo 20 años más tarde. En los ´80 se integra a los movimientos de mujeres y participa en el congreso “La situación de la Mujer en América Latina y el Caribe” celebrado en Cuba y en 1987 viaja a la entonces Unión Soviética junto a 23 compatriotas convocadas por el Congreso Mundial de Mujeres. En teatro actuó en varias obras como: “Mi suegra es una fiera”. “ El Avaro”, “¿Dónde está Miusoff?”, “La pecera”, “Homu Calvus”, “Estimada señorita Consuelo” ,“Los cálices vacíos”, “Ocho mujeres”, “Jardín de otoño”, “Candombe al sur”, “Mujeres en el armario”, “Orinoco”, “A la deriva”, “Steel magnolias”, “Sus ojos se cerraron ”, “Las preciosas ridículas”, “La dulce historia de Florinda Flores”, “La Morán se confiesa”. Es colaboradora de Semanario Voces con su columna Rememorando.