Home Rememorando Pasó el 8 de marzo por Cristina Morán
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Pasó el 8 de marzo por Cristina Morán

Pasó el 8  de marzo por Cristina Morán
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                                                        “¿Quien ha erigido al hombre en único juez

                                                           Si la mujer comparte con él, el don de la razón?”

                                                                     Mary Wollstonecraft (1759-1797)

                                                                       

 

…y siempre quedan cosas por hacer, por decir y, tal vez, por pensar. Pero lo que nunca se puede obviar (por más que se intente) es lo que las mujeres reclamamos: algo tan sencillo pero complejo (y casi imposible de lograr para una parte de la humanidad): igualdad de derechos y oportunidades. De esto se trató, de forma especial el encuentro que mantuvimos en la Plaza de las Pioneras junto a otras mujeres pensantes de las de “antes” y de las nuevas generaciones, las jóvenes que conocen por sus madres y abuelas y desde el momento que accedieron un trabajo remunerado, que es la desigualdad salarial. Es una de las mayores heridas infligidas a las mujeres porque esa desigualdad, ese “ganar menos por el solo hecho de ser mujer” es agraviante porque de esa manera le será muy difícil, lograr su independencia económica, lo único que las hará verdaderamente libres. Es simple: sin independencia económica la mujer siempre dependerá de alguien ya sea padre, marido, hermanos, compañero, pareja. Para una mujer la jornada laboral no es de ocho, ni de seis, ni de cuatro horas por la que sí recibe un sueldo, un salario, sino que continúa en la casa, ordenándola (cuando no le dio el tiempo para hacerlo antes de marcharse al trabajo) atender a los hijos y por supuesto al marido, hacer la cena, lavar los platos y por “penúltimo” (porque nunca es lo último) organizar a los niños, preparar su merienda y en algún momento poder ir en busca de un descanso reparador. A lo anterior, que ha sido incorporado como algo “natural” aún por las propias mujeres, hay que añadir aquello que no es “natural” como el cuidado de ancianos dependientes o enfermos. Y por todo eso y más (porque lo expresado no es la totalidad) la mujer no percibe retribución alguna, no tiene aguinaldo ni vacaciones pagas. Sin embargo, las que son mayores, como yo, fuimos testigos porque vimos o escuchamos a nuestras madres, responder “ama de casa” cuando les preguntaban “¿profesión?” y así quedaba registrado en el documento. Es decir, que para quienes solicitaban la información, la respuesta era tomada como válida cuando bien sabían que “ama de casa” no era una “profesión”: era un trabajo no remunerado y a tiempo completo. Esta flagrante inequidad que es la brecha salarial fue, junto a los derechos humanos, los temas predominantes en el conversatorio de la Plaza de las Pioneras organizado por el Zonal Aguada del PIT CNT. Por si aún no han tenido conocimiento de por qué hablamos de “brecha salarial” les recordamos que las mujeres ganan el 31% menos que los hombres por el mismo trabajo siendo que desde el año 1985 existe la ley Raquel Macedo de Shepard que dice esto: A IGUAL TRABAJO IGUAL SALARIO. Tomando en cuenta el informe del Banco Mundial (y reiterando lo ya expresado) ese 31% MENOS que perciben las mujeres, comprobamos que la Ley no se cumple y si lo hace es solo en casos excepcionales. Es todo por hoy. Hasta la próxima. Que seas feliz. Ahora y siempre.                                                 

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Cristina Moran En 1948 comienza su actividad en CX 16 Radio Carve. En el año 1956 forma parte del grupo de pioneros que da inicio a las transmisiones de Televisión en Uruguay, a través de Saeta TV Canal 10. En 1968 comienza en Canal 10 su programa Domingos Continuados que cierra el ciclo 20 años más tarde. En los ´80 se integra a los movimientos de mujeres y participa en el congreso “La situación de la Mujer en América Latina y el Caribe” celebrado en Cuba y en 1987 viaja a la entonces Unión Soviética junto a 23 compatriotas convocadas por el Congreso Mundial de Mujeres. En teatro actuó en varias obras como: “Mi suegra es una fiera”. “ El Avaro”, “¿Dónde está Miusoff?”, “La pecera”, “Homu Calvus”, “Estimada señorita Consuelo” ,“Los cálices vacíos”, “Ocho mujeres”, “Jardín de otoño”, “Candombe al sur”, “Mujeres en el armario”, “Orinoco”, “A la deriva”, “Steel magnolias”, “Sus ojos se cerraron ”, “Las preciosas ridículas”, “La dulce historia de Florinda Flores”, “La Morán se confiesa”. Es colaboradora de Semanario Voces con su columna Rememorando.