Nadie pensó, me parece, que la Presidencia de Petro iba a ser sencilla. Es el primer Presidente de izquierda que llega a ocupar esa posición en Colombia. Hubo preconceptos y recelos que a esta altura pueden descartarse o confirmarse. Por lo pronto, vive proponiendo cosas, en los más distintos asuntos, pero a esta hora puede señalarse que nada de eso va contra las instituciones, o se le observa deseos de perpetuarse en el poder.
Sin embargo, las dificultades no terminan allí. Tiene ánimo fundacional. Y también de justificar sus convicciones expuestas tantas veces, sobre determinados asuntos. Por último, otro tema que cada vez tiene mayor significación. Su impronta personal. Su estilo. Su forma de vida desorganizada, con tendencia a no cumplir con compromisos puntuales, puede llegar a ser un problema serio. No hay Presidente o político que no tenga una alta opinión de sí mismo. En esto da la impresión de que está por encima del promedio. Es un Presidente ambulante, en el sentido internacional y nacional del terminó, que va a eventos en busca de aplausos a través de propuestas de los más diversos tipos. Algo así como que se sintiera siempre en un aula y pretendiera ser el mejor y más original de la clase.
Tiene todos los frentes abiertos a la vez. Y ninguno lo procesa en el día a día. Son mensajes que deja y después no hay quien le haga seguimiento. Como si sus propuestas fueran sentencias o misiones a cumplir. Paz. Petróleo. Salud. Café. Metro de Bogotá. Sistema de limpieza urbano. Defensa de la Amazonía. Reparto de Tierra. En todos tiene propuestas. Que van y vienen. Pero que dejan serias dudas sobre las consecuencias que pueden generar.
Vive entre propuestas y contrapropuestas. Sobre la paz, propuso el cese unilateral de hostilidades. El ELN se le paro de manos y ahora negocia en Venezuela para luego ir a La Habana. Quiso incluir a los narcos en igualdad de condiciones con la guerrilla y termina negociando con el Fiscal General la norma a aprobar y a través de este con Estados Unidos. Tiene una Ministra de Energía que no viene del sector petrolero, sino de la defensa del Medio Ambiente. Esta anunció en un foro internacional que Colombia no iba a llamar para hacer estudios sobre nuevos pozos de petróleo y gas y el Ministro de Economía la desmintió. Sustituyo a dos vice ministras desde que ocupa el cargo. Y termino presentando un informe sobre reservas que no realizo a través de los canales de siempre. Está siendo investigada por la fiscalía para ver si no existen hechos irregulares en ese trabajo. El mismo tiene por resultado mayores reservas que las admitidas en otras investigaciones. Con ello justificaría su voluntad de no hacer más llamados al menos por un tiempo. Dispuso el cese del Presidente de Ecopetrol (empresa estatal petrolera) y las acciones bajaron un tres por ciento ese día. En materia de salud, Colombia ha realizado grandes progresos en los últimos treinta años. Quiere modificar el sistema de Salud y hasta el Ministro de Educación, que antes fue de salud, se opone a la iniciativa. Se hacen encuestas que señalan una opinión a favor del sistema, y acusa a las empresas que se dedican a esa labor de estar en concierto con los medios de prensa. Quiere en los hechos que las instituciones privadas que brindan servicios sean sustituidas por el Estado. Fue Alcalde de Bogotá, y ahora propone que haya metro subterráneo, como él lo intento, y se enfrenta a la Alcaldesa. Y quiere llevar a toda Colombia el sistema de limpieza que propuso cuando fue Alcalde. Llama a la Federación de Cafeteros a través de una secretaría para iniciar el proceso a efectos de cambiar al Gerente de esa Institución y les pone fecha para hacerlo, el 18 de marzo.
Todo esto puede generar una situación compleja. Por ejemplo, el petróleo y el gas representan casi el cuarenta por ciento de las exportaciones de Colombia. Si se produjera una crisis en ese sector, tendrá grave consecuencias en la economía en su conjunto. En esto lo que sucedió en Venezuela, cuando Chávez dejo de lado una dirección técnica respetada para la empresa estatal venezolana y los sustituyo por funcionarios políticos debería tenerse en cuenta. En ese proceso, en el cual se benefició Colombia., muchos de esos técnicos se establecieron allí y fueron fundamentales para lograr que ese país tuviera el boom petrolero que hoy disfruta. Y, dicho sea de paso, seguir investigando fuentes de petróleo y gas no implica dejar de lado un proceso que promueva las energías renovables.
Pero el Presidente, ante tantos frentes abiertos, agrega presión. Y habla de discutir en las calles todas estas reformas. Tampoco le alcanza, y ya hace trascender que tiene un decreto para controlar los servicios públicos y sus costos. Se enfrenta a los medios de prensa, y parlamentarios que le son afines y plantean la posibilidad limitarlos en lo económico.
Petro encabeza hasta el momento un gobierno que quiere y lleva adelante múltiples reformas. Abre todos los frentes posibles a la vez. No se le ve una actitud de fijar prioridades. Ni llevar adelante procesos serios y sistemáticos de análisis y propuestas que den confiabilidad. Ello puede llegar a ser peligroso.
Colombia es un país con una institucionalidad consolidada. Pero se sabe que esto debe afianzarse con una gestión diaria que dé continuidad y confirme voluntad democrática. En síntesis, lo que quiero decir, es que al final Petro puede poner en peligro esos valores, aunque por el momento no agrede al sistema con iniciativas concretas. La hiperactividad sin organización, también puede provocar instabilidad y riesgos desintegradores.
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