Home Rememorando Publicidad: donde sea y como sea
0

Publicidad: donde sea y como sea

Publicidad: donde sea y como sea
0

 Aseguro que mi propuesta para esta columna, era otra. Imposible decir que el tema que  iba a  abordar se encuentra lejos de la publicidad porque esta se hace presente, siempre, tal vez un poco más disimulada en algunos (muy pocos) casos, pero está.

Ocurrió que fui al teatro. El viernes. Era un estreno y es ahí que te encontrás con amigos o con viejos conocidos a los que hacía tiempo no veías y también (y eso es bueno) conocés gente con la que te da gusto mantener un diálogo.

Ubicados en la sala, sonaron los acordes del Himno Nacional (era 18 de mayo, fecha patria) e inmediatamente después, cuando nos volvimos a sentar, dispuestos a disfrutar (o no) el espectáculo, en el escenario abierto y sobre los muebles de la escenografía se desplegó una pantalla.

Fue en ese mismo momento que me dije: “Morán, te  vino el viejazo. Estás en el cine, no en el teatro”. Entonces, rápidamente las neuronas, que habían quedado en estado de schok, se activaron (las tengo acostumbradas) sacudieron mi testa y todo volvió a la realidad.

En efecto estaba frente a una pantalla y en ella comenzaron a proyectarse imágenes de distintos productos y ahí fue cuando la realidad me sacudió bruscamente: ¡estaba frente a una tanda: sí esa misma tanda que te bancás en televisión y que no podés eludir si querés disfrutar de algún buen programa. Cuando lo hay, claro.

Así, luego de cantar o intentar hacerlo, la mitad del hermoso himno uruguayo comenzó la obra de la cual no opinaré dado que me comprenden las generales de la ley y además, muy importante, este semanario tiene su crítico teatral.

De regreso a casa, y ya en ella, en el medio del silencio quebrado solo por los sonidos perrunos de alegría de Anina, pensé mucho en lo que considero desmedida, y fuera de lugar, la forma de publicitar una obra de teatro y en la misma sala y sobre el mismo escenario. Aunque en este caso tendríamos que decir: la forma de recaudar dinero.

Este no es el único teatro que recurre a la pantalla y aunque sea de forma más disimulada, molesta pues el espectador paga una entrada o recurre al 2 por uno (paga uno y entran dos) o es socio espectacular (aunque hay varias salas que no funcionan con ese sistema) para ver y disfrutar de un espectáculo teatral.

Es importante aclarar que los actores NO participamos en nada y para nada de este sistema con el cual esta mujer está en total desacuerdo.

Ya instalada en casa encendí el televisor y ahí me encontré con la transmisión de un partido de basketball. Los colores de Malvín y Aguada inundaban la pantalla: las corridas, los pases, el tiro al cesto en aciertos y errores y siempre separados por un escaso margen de puntos. Hacía mucho tiempo que no veía este lindo deporte; me atrapó y ahí quedé y de pronto me dí cuenta que no estaba totalmente concentrada en el juego porque la tremenda publicidad en las camisetas de los jugadores (especialmente en los aguateros) parecía invadir  todo  el espacio posible de  la pantalla impidiendo la visión del juego. Solo a mí me daba esa impresión pues el juego seguía y yo  trataba de calcular cuanto dinerillo había en esas camisillas o camisetas de los jugadores. Y pensé: ¿ellos llevarán algo de tanta publicidad? ¿O será solo para el club?

Las camisillas de los jugadores de Malvín en matería publicitaria eran o son, no sé, más discretas o también puede ocurrir aquello de “pocos, pero buenos” en este caso de acuerdo al aporte en efectivo.

En fin: por hache o por be siempre nos viene a la mente aquello tan viejo y muchas veces ignorado pero muchas más puesto en juego y demostrando que es una verdad categórica: “poderoso caballero don dinero”.

Hasta la próxima. Que seas feliz. 

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.

//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js
temas:
Cristina Moran En 1948 comienza su actividad en CX 16 Radio Carve. En el año 1956 forma parte del grupo de pioneros que da inicio a las transmisiones de Televisión en Uruguay, a través de Saeta TV Canal 10. En 1968 comienza en Canal 10 su programa Domingos Continuados que cierra el ciclo 20 años más tarde. En los ´80 se integra a los movimientos de mujeres y participa en el congreso “La situación de la Mujer en América Latina y el Caribe” celebrado en Cuba y en 1987 viaja a la entonces Unión Soviética junto a 23 compatriotas convocadas por el Congreso Mundial de Mujeres. En teatro actuó en varias obras como: “Mi suegra es una fiera”. “ El Avaro”, “¿Dónde está Miusoff?”, “La pecera”, “Homu Calvus”, “Estimada señorita Consuelo” ,“Los cálices vacíos”, “Ocho mujeres”, “Jardín de otoño”, “Candombe al sur”, “Mujeres en el armario”, “Orinoco”, “A la deriva”, “Steel magnolias”, “Sus ojos se cerraron ”, “Las preciosas ridículas”, “La dulce historia de Florinda Flores”, “La Morán se confiesa”. Es colaboradora de Semanario Voces con su columna Rememorando.