Que el herrerismo y el sanguinettismo estén consustanciados en temas educativos, como venimos observando, tienen larga data. Sin embargo en tiempos que los sectores que lideraba Wilson Ferreira Adulante constituían la mayoría dentro de los blancos, el posicionamiento era bastante diferente.
Rastreando antecedentes relacionados con los cambios educativos introducido por la ley de urgente consideración (LUC) es inevitable recalar en la ley 14.101 aprobada poco antes del golpe de 1973, que significó un punto de inflexión histórico en el área.
La ley fue elaborada por Julio María Sanguinetti, ministro de educación del presidente Juan María Bordaberry, y presentada al parlamento hacia fines de 1972 como de “urgente consideración”, de modo de ser tratada en forma exprés dada la previsible resistencia que provocaría.
Efectivamente, al conocerse el contenido del proyecto las movilizaciones gremiales opositoras arreciaron. Los focos de atención se trasladaron al parlamento donde la discusión -en pocas y acotadas jornadas- se volvería intensa, participando el propio Sanguinetti como diputado tras renunciar al ministerio.
Recordemos el contexto político. En las elecciones de 1971 triunfó el Partido Colorado por muy escaso margen y el Directorio del Partido Nacional denunció fraude por comprobarse que, por ejemplo, en algunos circuitos hubo más votos colorados que electores inscriptos. La introducción de dos listas coloradas, una como candidato del presidente en ejercicio Jorge Pacheco Areco en caso que resultase aprobada la simultánea reforma reeleccionista impulsada, y otra con Bordaberry para el caso que no fuese aprobada, dieron base a esas irregularidades, que no fueron consideradas por la Corte Electoral. El Partido Colorado obtuvo 41 bancas de diputados mientras que el Partido Nacional 40. Las otras 18 fueron para el recién constituido Frente Amplio. Dentro de los blancos los diputados que habían apoyado la formula presidencial Wilson Ferreira Aldunate-Carlos Julio Pereyra (sectores Por la Patria y Movimiento de Rocha) eran claramente mayoritarios. Sin embargo, la minoría blanca constituida por grupos herreristas que habían proclamado la candidatura presidencial del General Aguerrondo, entre ellos el diputado Luis Alberto Lacalle Herrera, pactó con el Partido Colorado para viabilizar la mayoría parlamentaria. Durante la discusión de la 14.101, fueron muy frecuentes las críticas de los legisladores wilsonistas a sus compañeros de lema participantes del denominado “pacto chico”.
Wilsonismo y ley 14.101
Con claro objetivo de control político, la ley centralizó los organismos de gobernanza que hasta ese momento funcionaban con autonomía, creando el Consejo Nacional de Educación (CONAE), integrado por 5 miembros designados por el Poder Ejecutivo. Asimismo, se barrió con una larga tradición de participación docente en los consejos de Primaria, Secundaria y UTU, que databa de varias décadas. En la ley los componentes represivos de distinto tipo y que involucran a todos los actores es extensa. El senador C.J. Pereyra señaló al respecto: “el análisis que se ha hecho de este artículo sirve para mostrar, a las claras, si alguna duda había, toda la filosofía de este proyecto de ley. Todo el afán represivo, toda la obsesión que tienen por el castigo, la obsesión por la sanción; todo lo que él tiene de persecutorio, está contenido en este artículo, y, por lo tanto, está reñido con una tarea tan delicada como es la educación.” Por su parte, Ferreira Aldunate viendo la premura oficialista de votar la ley antes de las 12 de la noche proponiendo hacerlo por capítulos o bloques, exclamó: “este capítulo creo que más que artículos, tiene estrofas. Estos son versos y además versos malos; nos es absolutamente indiferente votarlos en contra todos juntos o aisladamente.” Se podrían agregar otras citas, pero las anteriores son demostrativas de lo alejado que estaba el wilsonismo de las concepciones educativas propulsada por Sanguinetti.
El wilsonismo presentó en la cámara de diputados, presidida por el luego asesinado Héctor Gutierrez Ruiz, un proyecto alternativo. A grandes rasgos, reorganizaba la gobernanza con un Consejo Superior de 5 miembros y tres consejos subordinados también con 5 miembros. de los cuales tres (en secundaria y técnica) o dos (en primaria) serían electos por los propios docentes. A su vez, la mayoría de los consejeros deberían tener experiencia docente previa de al menos 5 años. El proyecto ni siquiera fue discutido, tampoco se aceptaron cambios en el proyecto original. El 3 de enero de 1973 la ley ya estaba aprobada por ambas cámaras.
Durante la discusión parlamentaria la oposición insistió en conocer la autoría del proyecto de ley pues era claro que por su estructura y contenido no podía haber sido redactada por un solo individuo sin asistencia de asesores. Los legisladores oficialistas cerraron filas sosteniendo la autoría única de Sanguinetti y sólo hicieron referencia a una “participación tardía del maestro Bautista Etcheverry Boggio”. (1) No obstante en el senado fueron presentados documentos que confirmaban otros asesoramientos desde la OEA. (2)
El devenir de la dictadura fue confirmando el espíritu represivo de la ley. Mientras que la Universidad debió ser intervenida, en las otras áreas de la educación la 14.101 facilitó todo el despliegue represivo y regresivo en términos educativos que es por todos conocido.
Wilson, ASCEEP y CONAPRO
Cuando en noviembre de 1983, la delegación estudiantil de ASCEEP (3) viajó a Buenos Aires a entrevistarse con Wilson Ferreira, que exiliado en Europa había concurrido a la asunción del Presidente Alfonsín, dos temas de la plataforma democrática a levantar estaban en la agenda. Por una parte, la amnistía para todos los presos políticos y, por otro, el marco legal en el que debería operar la enseñanza. En ambos hubo total coincidencia. Respecto a la Universidad se revindicaba la autonomía y el cogobierno y la plena vigencia de la ley de 1958. En relación al CONAE y la ley 14.101, su total derogación y la redacción de una nueva ley.
Ese compromiso fue ratificado cuando en diciembre de 1984 ASCEEP-FEUU nuevamente se reunió con Wilson, apenas fue liberado de prisión, para expresarle su solidaridad. En el verano 1984-1985 funcionó, en busca de acuerdos a ser ejecutados una vez asumido el gobierno electo, la denominada Concertación Nacional Programática (CONAPRO) que integraban las máximas autoridades partidarias y representantes de las principales organizaciones sociales (Intersocial). Allí los delegados blancos junto con los frenteamplistas y las organizaciones gremiales de docentes y estudiantes ratificaron el objetivo de derogar la 14.101.
El delegado del Partido Colorado en la comisión de la CONAPRO, el Prof. Andrés Vázquez Romero, se vio obligado a aceptar esa postura, pero luego fue vetando -el funcionamiento necesariamente era por consenso- diversos componentes planteados para una nueva ley, entre ellos la presencia de consejeros docentes electos por sus pares. Dada la trabazón y la inminente instalación del parlamento, se culminó acordando impulsar una ley de “emergencia” que derogaría la 14.101 y establecía una gobernanza provisoria hasta la discusión parlamentaria de una ley definitiva. Una vez asumida la presidencia, la cuarta promulgación realizada por Sanguinetti fue la de esa ley de “emergencia”, que derogaba la 14.101 precisamente promovida por él en 1972.
Folletines viejos
Como sabemos Wilson murió en marzo de 1988 y dos años después Luis Alberto Lacalle Herrera asumiría como presidente tras el triunfo electoral blanco. Ni durante su gobierno, ni durante el segundo de Sanguinetti o el de Jorge Batlle se avanzó en una ley superadora de aquella de “emergencia”. Tampoco por supuesto sobre la propuesta de integración de docentes electos por sus pares en los Consejos.
Conocemos cual fue la propuesta que realizara el wilsonismo en 1972 respecto a la gobernanza de la educación, pero, obviamente, desconocemos cuál hubiese sido la postura de Wilson desde los 90 en adelante. A esto se agrega que algunos que lo reivindican, en los hechos lo niegan en su legado. Por ejemplo, el actual presidente del Directorio del Partido Nacional recientemente preguntado si parte del wilsonismo no habría derivado hacia el Frente Amplio cómo hay quienes sostienen, declaró: “lo que puede tener (el Frente Amplio) de wilsonismo es lo que nosotros creemos que está superado del modelo desarrollista que Wilson en su momento manejaba. Creo que son folletines viejos.”
Es probable que para esa generación los planteos wilsonistas sobre educación también sean folletines antiguos y eso explicaría porque hoy aceptan subsumirse cómodamente bajo la hegemonía herrerista aliada, como otrora, del sanguinettismo.
- Etcheverry Boggio luego integró el CONAE, ascendió en responsabilidades durante la dictadura siendo designado para el Consejo de Estado, representante ante la OEA y embajador en Israel entre 1979 y 1984.
- El profesor Benicio CA Villarreal, actuó como co-coordinador de la asesoría y hoy sabemos -gracias a internet- que fue subsecretario de Educación del dictador argentino Gral. J. C. Onganía.
- La Asociación Social y Cultura de Estudiantes de la Enseñanza, expresión legal en la que confluían todas las formas de militancia estudiantil antidictatorial había organizado la multitudinaria Marcha del 25 de Setiembre de 1983. El autor de esta nota integró la delegación que se entrevistó con Wilson en Buenos Aires.
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