Berta Luisi: El Quijote invisible por Alejandra Waltes
El 22 de marzo a las 17 hs. se inaugura la muestra “BERTA LUISI_NO SON MOLINOS: ENTRE POÉTICA Y ESTÉTICA” en el Museo Gurvich. La muestra, curada por María Eugenia Méndez Marconi, directora de la Fundación José Gurvich, se enmarca dentro de uno de los objetivos de la misma de rescatar la obra de otra artista mujer del Taller Torres-García. La misma podrá ser visitada en las salas del 4to y 5to piso hasta fines de mayo.
El año pasado, escribía con respecto a la muestra “Transformadoras” que se realizó en el Museo Juan Manuel Blanes, que menos del 3% de los artistas en las secciones de arte moderno a nivel mundial son mujeres, pero el 83% de los desnudos son femeninos.
En la museística montevideana se puede observar que hay una línea de investigación que se viene desarrollando desde hace algunos años y de la que estamos viendo los frutos, que ayuda a repensar el lugar de las artistas en el arte nacional. Uruguay es un país destacado por la presencia de muchas artistas, identificadas desde el siglo XIX. A partir de mediados del siglo XX el número de mujeres en el arte se multiplica a un ritmo relevante, y en las últimas décadas obtienen un mayor reconocimiento público, expresado en los diversos premios que han conquistado.
La visibilización de las mujeres que crean arte, es claramente, una carencia de nuestra sociedad. Si bien se viene trabajando hace mucho en dicho sentido, no es algo que surja naturalmente en los distintos espacios culturales.
No existe un solo museo que lleve el nombre de una artista uruguaya.
La Fundación José Gurvich tiene cómo cometido registrar, conservar, restaurar e investigar colecciones como la de Elsa Andrada el año pasado y la de Berta Luisi este año para presentarlas en exhibiciones individuales temporarias en el Museo Gurvich y en diferentes partes del territorio nacional con el proyecto de la Fundación: Arte por el Uruguay, con la colaboración del Área de Gestión Territorial (DNC-MEC).
Cuando empecé a buscar información sobre Berta para escribir esta nota, descubrí que nada hay sobre sus etapas cómo creadora, a quien admiraba, quienes o que corrientes influyeron en su obra. La única información que se puede obtener sobre ella es la de la gacetilla armada por la Fundación con motivo de la próxima muestra.
Berta Luisi nació en Montevideo el 22 de junio de 1924, en una familia con destacadas personalidades uruguayas, entre ellas Luisa Luisi, Paulina Luisi y Clotilde Luisi, sus tías.
En el año 1945 ingresa al TTG siendo discípula directa del Maestro Joaquín Torres García.
Sus estudios se ven interrumpidos entre 1950 y 1951 cuando viajó a Italia y tras su retorno continuó bajo la orientación de Augusto Torres hasta 1964.
Se desempeño por dos años como profesora de dibujo y pintura en el Liceo José Pedro Varela.
En su desarrollo artístico participó en más de quince exposiciones colectivas junto al TTG en Montevideo, y en otras realizadas en Buenos Aires, Río de Janeiro, Santiago de Chile, México, Washington D.C. y Nueva York, pero jamás realizó exhibiciones individuales.
María Eugenia Méndez escribe:” La obra de Berta Luisi nos invita a un viaje entre poesía y estética, entre sus diversos mundos que evidencian la destreza y solidez de su oficio. En su espíritu quijotesco, permanece en constante lucha, agotada y aún más decidida por la profunda fe en su arte, entre sus catedrales, sus jardines de piedra y sus fondos de mar.”
Siguiendo la tradición familiar, Berta también era poeta, pero no hay registro digitalizado de su poesía ni de alguna publicación individual o colectiva de la que haya participado.
Preguntada la curadora sobre el origen del nombre de la muestra, nos comenta que en uno de los poemas menciona la frase “no son molinos” en clara alusión al ilustre manchego. Y es ese espíritu quijotesco de altos ideales que chocan con los de una época a la que no parecen pertenecer, la columna vertebral que estructura la muestra. No en vano las ideas y formas identitarios de su familia paterna estaban fuertemente arraigados en Berta, cuyas ideas de independencia personal no eran compatibles con los ideales de la época, quizá esa sea una de las razones por las que se sentía tan cómoda en el TTG que por su impronta marcó un antes y un después en el arte.
| Aclaración: En la corrección final de la nota publicada el 10 de marzo del 2022 titulada “Tiempo de Trasmutaciones”, omití entrecomillar los textos extraídos del cuidadosamente escrito por Mag.Daniela Bouret Vespa así cómo el nombrarla como fuente de muchos de los datos a los que accedí. Vayan desde aquí mis disculpas públicas por tan lamentable olvido. |
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