Danza con $$$ por Oscar Licandro

©Camilo dos Santos Ayala-20251016CDS-0./ Uruguay / Montevideo / Presidencia ROU. Presidente de la República Oriental del Uruguay, profesor Yamandú Orsi. Foto: Camilo dos Santos Ayala, Presidencia de la República Oriental del Uruguay.EN LA FOTO:El 16 de October de 2025. Foto: Camilo dos Santos Ayala, Presidencia de la República Oriental del Uruguay

A seis meses de que el presidente Orsi designara al Dr. Álvaro Danza como presidente de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), el programa Así nos va de Radio Carve, informó que el Dr. Danza mantenía actividad en mutualistas, en paralelo a su desempeño como presidente de ASSE. Según los periodistas del programa radial, esta situación incumple el artículo 9 de la ley 18.161, que establece que los integrantes de su directorio no podrán “ejercer simultáneamente profesiones o actividades que, directa o indirectamente, se relacionen con ASSE”.

Esta noticia generó cuestionamientos de la oposición. El comité ejecutivo del Partido Colorado emitió una declaración pidiendo la renuncia del presidente de ASSE. También allí se recuerda un caso similar, ocurrido en 2008, que terminó con la renuncia de quien entonces ocupaba ese cargo. También se pidió la renuncia desde tiendas blancas.

El gobierno rápidamente se alineó en la defensa de Danza. La ministra de salud pública explicó que el Dr. Danza realiza en esas mutualistas tareas de médico consultante, lo cual no implica un conflicto de intereses con la presidencia de ASSE. El presidente Orsi dijo que antes de designarlo recibió un informe jurídico “contundente”, en cuanto a que el presidente de ASSE puede ejercer como médico en instituciones privadas.

Además del título de médico obtenido en la UDELAR, el Dr. Danza cursó un Doctorado en Ciencias de la Salud en el Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires, es profesor titular en la Facultad de Medicina, ha participado en importantes investigaciones y ha publicado numerosos artículos en revistas científicas. Claramente, el debate gira en torno a un profesional destacado.

A dos meses de que saliera a la luz la doble actividad del presidente de ASSE, la puja sigue en tablas: el presidente lo mantiene en el cargo y la oposición continúa exigiendo su renuncia. Hasta el momento, tanto el gobierno como la oposición, se han centrado en argumentos legales. Y, como ocurre siempre, aparecieron las “dos bibliotecas”. Ambas partes cuentan con argumentos jurídicos para mantener su posición.

Ahora bien, ¿existe aquí solo un problema legal? Si se amplifica el zoom con el que se mira este asunto, resulta evidente que aquí también hay al menos dos dilemas morales, que apenas se están discutiendo. Los voy plantear en forma de preguntas.

La primera: ¿es moralmente correcto estar en dos posiciones donde eventualmente puede ocurrir un conflicto de intereses? En algún momento ASSE tendrá que tomar decisiones relacionadas con las instituciones privadas en las que su presidente trabaja como empleado. Y en situaciones como esas solo Dios (y no cualquier dios) puede garantizar una actuación totalmente objetiva, ecuánime y honesta.

Como los gestores no son dioses, en muchas organizaciones existen códigos de ética que prohíben este tipo de situaciones. Y, cuando las organizaciones no poseen estos códigos éticos es la ética de las personas la que decide. Quien ha cursado carreras de gestión en cualquier universidad esto lo sabe muy bien, porque en ellas se enseña a evitar los conflictos de interés. El Dr. Danza cursó una Maestría en Dirección de Empresas de la Salud en la Universidad de Montevideo. Quizá debería repasar lo que allí le enseñaron sobre la ética en la gestión de las organizaciones.

La segunda pregunta: ¿es moralmente correcto tener varios empleos en simultáneo con una responsabilidad que requiere estar siempre a disposición? Se ha generado un debate acerca de si la presidencia de ASSE es obligatoriamente un cargo ful-time o par-time. Pero, nuevamente, aquí el problema no es legal. Se trata de un asunto moral.

ASSE es una institución gigantesca, que gestiona decenas de hospitales y policlínicas, y supervisa el trabajo de miles de funcionarios médicos y no médicos. Y lo más importante: ASSE atiende a decenas de miles de usuarios. Es el prestador de salud de los sectores más vulnerables de la sociedad: esos niños pobres, mamás adolescentes, ancianos y adultos de bajos ingresos, de quienes el FA se jacta ser su único protector. Presidir ASSE es una responsabilidad muy grande que requiere que quien la lidera ponga todo su talento, su energía y su tiempo.

El Dr. Danza ha relativizado esta responsabilidad. Recientemente declaró que “El directorio tiene la dirección estratégica pero no está apagando todo el día los incendios” y que “la gestión de ASSE está centrada en la gerencia” (Radio Sarandí, 23/09). Durante la pandemia los uruguayos vimos un presidente de ASSE vestido de bombero, que todos los días estaba en la primera línea. Si un gerente alcanza para que la presidencia de ASSE no requiera dedicación full-time, entonces se podrían crear gerencias generales en los ministerios, para que los ministros tengan otros trabajos. Más aún, se podría crear una gerencia general en presidencia, así el presidente se puede dedicar también a otras actividades. El argumento de Danza no se sostiene.

En estos días se hizo pública la declaración de ingresos que el Dr. Danza presentó a la JUTEP. Sumando los salarios en tres instituciones privadas, el Fondo Nacional de Recursos y la UDELAR, su salario como presidente de ASSE y el alquiler de propiedades, Danza recibe $639.700 por mes. Este ingreso lo ubica seguramente en el 2% más rico de Uruguay. Para dedicarse full time a la presidencia de ASSE, debería renunciar a los $ 366.000 que recibe en sus tres actividades privadas.

El Dr. Danza se enfrenta a un dilema moral, que el senador Martín Lema puso en términos sencillos: elegir entre estar “por la “gloria” en ASSE o elegir el “poder adquisitivo” en el sector privado. Moralmente no puede estar en los dos lados del mostrador ni dedicarse solo parcialmente a la gigantesca tarea de presidir ASSE.

Todo lo dicho y actuado por el Dr. Danza indica que no está dispuesto a renunciar a esos $366.000 para poner toda su inteligencia, conocimiento, experiencia, dedicación y compromiso al servicio del país.

Pido perdón a Kevin Costner por el título de esta columna.

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