¿Sale una chapa pal asentamiento?

Todos somos conscientes de la cantidad de asentamientos que hay

en nuestro país, se maneja que hay más de seiscientos, y que la

cantidad de compatriotas que viven allí, suman los doscientos mil.

Todos sabemos que su mera existencia es una vergüenza nacional.

Todos recordamos que el actual presidente, allá por el 2014 habló

de un plan llamado “Asentamiento cero” y que luego dejó de lado,

pero que su preocupación por el tema siguió vigente al día de hoy.

Es más, fue muy discutido la creación de un fideicomiso que se

propuso para ese fin, utilizando fondos del Instituto de Colonización.

Hay que puntualizar que el dinero asignado rondaba los veinte

millones de dólares, algo insignificante teniendo en cuenta que hay

estudios que hablan de que se precisan 2000 millones de dólares.

Ahora bien, nos enteramos que en estos días el FMI asignó a sus

190 países miembros, la friolera de 650.000 millones de dólares con

un sistema especial llamado Derechos Especiales de Giro (DEG).

Al Uruguay le correspondieron 585 millones de dólares que fueron

depositados en el Banco Central y permanecen bajo su custodia.

Estos DEG son por única vez y deben ser vendidos para utilizarse.

Lo interesante es que la tasa que se pagaría si se utilizan es 0,05%.

Bastante menor en comparación con por ejemplo la tasa que paga

Uruguay por su última colocación de bonos que fue de 2,45% y que

fue considerada de muy buena por expertos en el tema económico.

Existe un impedimento legal para utilizar los DEG, ya que el Banco

Central no le puede transferir fondos directamente al gobierno.

Pero se puede instrumentar una normativa para que se utilicen.

¿No es una excelente oportunidad de darle un fuerte empujón a la

política de erradicación de asentamientos utilizando ese dinero?

Ya sabemos que van a saltar los egoístas de siempre que le

preocupa más el déficit fiscal a que haya gente en asentamientos.

Pero sabemos de la preocupación de algunos gobernantes sobre el

tema y que no deberían dejar pasar esta oportunidad que surgió.

Qué genial sería que se utilizara la “chapa” del FMI para que al

menos unos cuantos compatriotas dejen de vivir bajo unas chapas.

Alfredo García