La papeleta por el SÍ que vamos a votar el 27 de octubre, tiene un texto muy claro de las razones por las cuales hay que modificar el régimen de la Seguridad Social actual. Tres son las llamadas medidas cautelares que se expresan sin ningún lugar a dudas:
1) poder jubilarse a los 60 años con 30 de actividad;
2) jubilación mínima igual al Salario Mínimo Nacional; y
3) terminar con las AFAP,
En relación a estas últimas empresas lucrativas, que se han enriquecido con los aportes obtenidos de cientos de miles de trabajadores desde 1996, deberán cesar sus actividades dentro del plazo que fije la reglamentación de esta reforma, que en ningún caso podrá superar los dos años desde el momento que entre en vigencia.
Desde esta página también proponemos que, en el BPS y las organizaciones sociales y políticas, se haga una amplia investigación inequívoca de cuánto obtuvieron estas Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional en todos estos años, qué sueldos se fijaron los mandos gerenciales de las mismas y dónde se invirtieron los dineros obtenidos.
Después podremos comparar cuánto hubiese obtenido el BPS si esas grandes sumas no se hubieran dirigido a las AFAP y por qué existen empresas similares en tan poquitos países del mundo, así como cuales fueron las razones en las otras naciones para no crearlas o, simplemente, cerrarlas.
Esta reforma vuelve al derecho de que las personas accedan a la causal jubilatoria común a los 60 años de edad y 30 años de servicios, continuos o interrumpidos, pero que siempre resulten más beneficiosos para el trabajador y deje abiertas las fuentes de trabajo para las nuevas generaciones.
Finalmente, ninguna jubilación ni pensión podrá ser menor al valor del Salario Mínimo Nacional. Esto sería un gran avance para todos, para el beneficiado, para el comercio, para el país y su economía que se reactivaría.
Salvo las jubilaciones militares y las de privilegio, las grandes mayorías nacionales se han visto sometidas a jubilaciones por debajo de los ingresos que se necesitan. Nos estamos refiriendo a decenas de miles de personas de sectores de trabajos informales, del campo, de servicio doméstico, del comercio entre otros.
¿Por qué se impuso el sistema de las AFAP, obligando a que los menores de 40 años en 1996 se tuvieran que afiliar a las mismas sí o sí? Para beneficiar, precisamente a estas empresas que hicieron lo que quisieron con tus dineros y nunca te consultaron sobre esas cuentas que no son tuyas, sino de ellas.
En octubre voy a votar SÍ para volver al Sistema de Solidaridad Intergeneracional, administrado por el BPS que debe ser el único ente estatal que administre nuestros dineros.
Finalmente, espero que los dirigentes políticos de todas las tiendas, abandonen ese lenguaje terrorista, apocalíptico que han empleado al oponerse a esta reforma diciendo que el país se funde. ¿Nos enfrentamos a un desafío? Sí, el de defender los mejores beneficios para los trabajadores y los jubilados, el de terminar con los privilegios, los gastos suntuarios y el sometimiento a los grandes capitales. Nosotros decidimos. Yo voto SÍ.