De las excelentes propuestas que tiene el Museo Histórico Cabildo, en esta oportunidad deseo destacar dos: “Montevideo ciudad de superhéroes. Una exposición de Victor Hugo Andrade.”. muestra que se puede disfrutar hasta el mes de noviembre y “Esos dibujos tienen alma y su alma se alegra de que vean la luz. Montevideo en la mirada de Pierre Fossey.” que se puede visitar hasta el mes de diciembre.
Víctor Hugo Andrade (Montevideo, 1978) “es un destacado artista plástico autodidacta cuya práctica artística surge directamente desde la calle, transformando el entorno urbano de Montevideo en su estudio principal. Aunque no estudió formalmente en instituciones, ha desarrollado una voz singular e inmediata en el panorama artístico local. Desde su juventud, Andrade vive y trabaja en la Ciudad Vieja de Montevideo. Su trayectoria ha sido autodirigida, construyendo su obra sin colectivos ni talleres. Se destacan sus exposiciones “Moña” Galería Montevideo Soñado (2014) curada por Federico Arnaud y Gabriela Rossello; “Arte Urbano en Exhibición”, Casa de la Cultura Afrouruguaya (2016) curada por Federico Arnaud y Gustavo Tabarez; y la Retrospectiva “Sin capa pero con vuelo. Visiones erráticas por la obra de Víctor Hugo Andrade” Espacio de Arte Contemporáneo (2024 – 2025) curada por Lourdes Silva. La muestra incluyó 76 obras seleccionadas tras un cuidadoso relevamiento de cerca de 300 piezas dispersas. Su obra se encuentra en colecciones públicas como el Museo Histórico Cabildo, Museo Figari, Arte Otro, y colecciones privadas nacionales e internacionales.” (Texto curatorial) En esta oportunidad debemos agradecer al equipo conformado por Julieta Rudich, Museo Histórico Cabildo, Colectivo Amigxs de Victor en la producción, Valentina Cardellino, Lourdes Silva, Gabriela Rosselló en la selección de obras y a Lourdes Silva por sus textos, el poder disfrutar de esta muestra. “(…) en Víctor, la referencia a la urbe actual –un registro atento, visto y vivido– es bien patente. Gracias al colectivo “Amigxs de Víctor”, él ya no vive en la calle, pero su pintura mantiene esa urgencia e inmediatez que nació de la necesidad imperiosa de desprenderse de la obra y conseguir el dinero de la venta, ya que, de más está decirlo, no tenía dónde guardarla. Ahora que vive bajo techo esta urgencia se ha instalado en su estilo con una intencionalidad que es pragmática e ideal a la vez. La ciudad surge espontánea, chorreante de colores frescos, húmedos y brillantes. Y Víctor sale, como antes, raudo a vender la obra. La velocidad del trazo, que es parte constitucional de su manera de pintar, contribuye decididamente a la síntesis, y por tanto, a la creación de íconos fácilmente identificables: el Palacio Salvo, la Puerta de la Ciudadela, la Torre de Antel son los emblemas por donde sus superhéroes puedan actuar y ser reconocidos. (…) Es la mixtura de personajes reales y ficticios propia de la cultura pop que Víctor mamó de revistas y series televisivas en su infancia y adolescencia. La iconicidad de su pintura sirve de aglutinante, o mejor dicho, de catalizador de su universo híbrido y fantástico. Montevideo es una ciudad mutante, como se afirma en un texto de sala de la muestra. Pero la mutación no es esa variación distópica de la cultura zombie que se promueve hoy desde Hollywood. Es más bien el cambio o el trueque emocional por el que personas comunes y corrientes vuelven a ser héroes y heroínas de la infancia, recuperan los sueños y la siguen peleando.” (“Recomendación: “Montevideo ciudad de superhéroes” de Víctor Hugo Andrade”. Blog “Arte otro en Uruguay). Los personajes que retrata Andrade se mueven en una ciudad que aún conserva el espíritu (y bastante de la arquitectura) que podemos apreciar en los dibujos de Pierre Gabriel Fossey Valtan (París, 1901 – Montevideo, 1976) el dibujante y docente franco-uruguayo cuyas obras, realizadas en diferentes técnicas, forman parte del acervo del Museo Histórico Cabildo. Perteneciente a una familia de artistas, “(…) su vida está ligada al arte desde temprana edad. Antes de emprender innumerables viajes por el mundo, estudió en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes y en Ópera de París, centros donde se formó como pintor y participó de talleres de escenografía, arquitectura y decoración. Durante su juventud recorrió el mundo con sus pinceles. Su itinerario de viajes incluyó estadías en Australia, Italia, Argentina, Alemania, Estados Unidos” antes de llegar a nuestro país en la década de 1930.
El responsable del proyecto es el técnico restaurador Marco Tortarolo (formado y especializado en restauración en papel) quien forma parte del equipo de mantenimiento de la colección del museo. Con respecto al material expuesto dice: “(…) Esta serie de obras que presentamos fue realizada entre las décadas de 1940 y 1960. Su registro de las fachadas de casas y edificios de la ciudad es detallista y vital, genuino, cálidamente fraterno con el paisaje urbano que se despliega ante sus ojos.” Cómo soporte conceptual de la muestra Tortarolo toma el texto del filósofo alemán Martín Heidegger “Construir, habitar, pensar” de 1951, texto que en su momento, “quiso ser un aporte conceptual a la reconstrucción de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.”
Imagen 01: S/N (Víctor Hugo Andrade- s/f)
Imagen 02: Palacio Salvo (Pierre Fossey- 1941)







