Fábula de la lechera 2.0

Mientras se dirigía al mercado, luego de haber ordeñado las vacas, iba pensando: “Venderé la leche y con ese dinero comparé una canasta con huevos. Criaré los pollos que nazcan de ellos y, cuando hayan crecido, los cocinaré con la receta de mi abuela. Entonces, postearé fotos de ese alimento tan ecológico como gourmet ofreciéndolo en Instagram. Mi publicación se volverá viral y me los sacarán de las manos en un santiamén. Invertiré mis ganancias en más pollos y en desarrollar una marca de mi producto y una app para venderlo. En poco tiempo, recibiré pedidos de todo el mundo y crearé una franquicia. Mi empresa se transformará en unicornio, cotizará en Wall Street y…”.

Tan absorta estaba en sus fantasías que tropezó con un aire acondicionado, el cántaro que llevaba sobre el hombro cayó al suelo, se quebró en mil pedazos y la leche se derramó en la vereda.

(Ubicación: Echevarriarza 3275 Bis)