Antecedentes históricos y algunos aspectos generales
1) Los adelantos presentados por el gobierno para una reforma de la Previsión Social (PS) muestran una orientación e implementación clara, y se dispone ya de una acertada serie de materiales “en respuesta” a tales planteamientos.
Sin perjuicio de lo cual, parece necesario retomar los aspectos básicos, fundantes, de la PS , y un mínimo bosquejo del origen y etapas de los enfoques con que se la aborda e implementa. Se intenta esclarecer contenidos y minimizar la probabilidad de “perderse” en la maraña de números y “letras chicas”, muchas veces presentados deliberadamente para confundir.
2) Desde las primeras etapas de la humanidad, los clanes y tribus se hacían cargo comunitariamente de quienes no podían ya participar en la caza y recolección. Se sustentaba en la disponibilidad de recursos: un Excedente Económico (EE) que permitiera destinar una parte para el sustento de los necesitados de atención. Dependían de la productividad del trabajo. En siglos posteriores, en conjuntos sociales amplios y complejos –quizás a partir de la civilización egipcia y algunas americanas- se abre la posibilidad del debate sobre la distribución de tales recursos.
Con el desarrollo de la productividad; los complejos procesos de trabajo y de las propias sociedades, las formas de la distribución del EE dependen más de cada etapa y características de la organización social.
3) Desde fines del S. XIX se encuentran en Europa las primeras propuestas de los trabajadores por seguros por accidentes, la atención de ciertas necesidades, etc., centrados en aspectos parciales . Es recién en el S. XX que se encuentran las primeras ideas de un “sistema general” de PS.
Keynes en su Tratado del dinero (1930) señala que al culminar los períodos de trabajo se deja de percibir ingresos, generándose así un problema de demanda, no suficientemente compensado por sistemas parciales y dispersos. El Estado debería asumir la creación de un sistema que garantice un flujo permanente de ingresos a este grupo social. Son apenas algunas menciones; en su obra más importante Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero (1936) no las retoma.
4) Quienes efectivamente lo abordan son los movimientos sociales. Pero lo hacen desde el punto de vista de los Derechos de los Trabajadores a una vida digna luego de su retiro en tanto productores. Focalizan sus luchas en aras de un sistema general y de responsabilidad estatal, sistemas que se desarrollan según los países.
Durante muchas décadas, el esquema básico aplicado mantuvo cierta homogeneidad. La base se organizó a partir de un descuento del salario de los trabajadores que el Estado concentraba.
La idea consolidada socialmente era que los trabajadores ahorraban para su retiro. El Estado se responsabilizaba por esos ahorros, celosamente custodiado por los movimientos sociales. Se consideraba natural y lógico que el Estado invirtiera de manera productiva lo que mensualmente recaudaba, de forma que los futuros rendimientos de estas inversiones financiaban las jubilaciones .
Y así sucedía en nuestro país . En cierto período, el fondo acumuló grandes sumas, lo que propició el desvío de su objetivo central (las jubilaciones) al financiamiento de otras actividades o necesidades gubernamentales. El período bastante claro en este sentido es en torno a los comienzos de la década de 1950, cuando los desvíos de los recursos de la Caja de Jubilaciones prácticamente la dejaron sin fondos, generando grandes problemas sociales.
Por las movilizaciones, el gobierno comenzó a destinar fuertes sumas de rentas generales para financiar las jubilaciones, y se inició también un corrimiento en la concepción general del sistema. Progresivamente se dejó de hablar de los ahorros (e inversiones) de los trabajadores, para centrar la atención en un burdo cálculo de caja: cuánto se recaudaba mensualmente por los aportes de los trabajadores, y cuánto se debía pagar por las jubilaciones.
Desde hace años, esta concepción es dominante. Proliferan todo tipo de sofisticados cálculos, estimaciones y sugerencias con base únicamente en ella.
5) Este proceso recibe el impacto adicional de la pérdida de dinamismo del sistema capitalista desde mediados de los años 70. La productividad del trabajo y las relaciones de fuerza entre el trabajo y el capital no permiten que éstos se apropien de la cuantía de EE que satisfaga la tasa de ganancia a la que aspiran.
Los empresarios buscan entonces hacerse cargo de los fondos de la PS controlados por los Estados (recursos de los trabajadores) y privatizarlos .
Desde la misma época, el sistema busca además superar ese deterioro en las ganancias impulsando políticas económicas neoliberales para avanzar sobre el ingreso de los trabajadores.
Pero la recuperación capitalista en años posteriores, especialmente en los países centrales, condujo a altos niveles de ingreso, que fortalecieron los fondos previsionales. Contemporáneamente, sus “Fondos de Pensión” disponen de enormes fondos, y son “jugadores” de nivel en el capitalismo financiero.
6) La productividad del trabajo ha aumentado notoriamente, junto con un abaratamiento del valor de los medios de producción. El resultado es un aumento generalizado de la concentración de riquezas e ingresos a nivel mundial. Un proceso al que Uruguay no es ajeno.
En la actual situación, la PS uruguaya presenta enormes desigualdades, tanto en su distribución como en su financiamiento e intermediación, pero el gobierno se centra en la edad de retiro. Parece insólito que, ante el avance de la productividad, mejoras en la esperanza de vida, en las dietas, en la salud, etc., la propuesta del gobierno sea: ¡que trabajen más años!
A riesgo de generar asombro: la actual productividad del trabajo y el EE que genera permitiría que los trabajadores pudieran jubilarse antes. O podrían trabajar menos y cumplir una vieja consigna sindical italiana: lavoriamo meno, lavoriamo tutti. Tengamos claro el histórico y reiterado dilema de la humanidad: ¿el objetivo es favorecer a algunos privados o a la sociedad toda?
La Previsión Social es un derecho que la sociedad debe garantizar a quienes por diferentes razones no pueden ni es justo que continúen trabajando.
Agradezco los comentarios de O. M.
La Previsión Social abarca un amplio abanico de funciones; este análisis se centra en su aspecto más importante, las jubilaciones. Para ubicar el conjunto, véase: “La Protección Social en sus diversas formas”; Leticia Pugliese, en Comentarios de Seguridad Social Nº 3, 2004, BPS.
Excedente Económico: producto que supera las necesidades básicas de los productores, es decir, los trabajadores.
Pugliese, ob. cit. En Uruguay fue la Caja Escolar (1896).
Claros ejemplos en nuestro país son las Cajas Bancaria y Notarial, con interesantes inversiones forestales y madereras.
En ocasiones, las movilizaciones sociales lograban complementar el fondo general con mayores o menores aportes estatales y patronales,
En nuestro país se desarrolla un sistema híbrido, en el cual fondos privados participan en la intermediación de parte de los fondos, obteniendo ingentes ganancias.
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