Home Política Merkel, UE y elección alemana  por Ruben Montedonico
0

Merkel, UE y elección alemana  por Ruben Montedonico

Merkel, UE y elección alemana  por Ruben Montedonico
0

In memoriamrigurosa, la muerte alcanzó a mi hermano Josetxo.

Habida cuenta de la elección federal en Alemania, junto con observar sus resultados, los ciudadanos y buena parte de la Unión Europea (UE) se preguntan qué pasara cuando la canciller deje su puesto a quien aventaje con una mayoría simple en el Bundestag y ella no esté en el gobierno.

En la práctica, la coalición entre Angela Merkel, su partido -los socialcristianos de la CDU que ocuparon del segundo lugar electoral- y la centroizquierda -SPD, adelante en el escrutinio- tuvo buenos dividendos políticos y financieros para los alemanes. Por un lado, a pesar del brexit británico, mantuvo la férrea unidad de 27 países en la UE, aunque en algún momento (2015) contravino la posición mayoritaria y abrió el país a un millón de migrantes, para luego cambiar y pedirle al turco Recep Tayyip Erdogan (previo pago de tres mil millones de euros) frenar a quienes aspiraban a ingresar al subcontinente. La política migratoria mayoritaria en la UE se asoció con las más de 15 mil muertes (hasta agosto del 2021) en el gran cementerio en que se convirtió el Mediterráneo.

Durante su período como canciller, profundizó el dominio germano consolidando a su país como distinguido líder de la comunidad europea en lo político y lo comercial, imprimiendo una conducción que cubrió el espectro diverso de expresiones de partidos y gobernantes. Con eso se permitió eludir ópticas extremas de ultraderecha (AfD nacional-supremacista) y hacer pública la decisión de no recurrir a ningún entendimiento con ella. Su paso de convenir un gasoducto ruso a través del Báltico, criticado por Polonia y Hungría, con repulsas y protestas de Ucrania y “condenado” por la administración de Donald Trump, dio el pretexto a éste para el distanciamiento de EEUU de la UE y, en un momento, arremeter contra la OTAN. Por el contrario, la aceptación del gobierno de Joseph Biden ofrece un extenso espacio a las especulaciones. Me afilio a la interpretación de que en el contexto de la “guerra fría II”, el actual gobierno de EEUU acepta el acuerdo de la UE -impulsado por la saliente canciller- del Nord Stream II. Se espera que así Rusia no refuerce ni incremente sus lazos con la potencia competidora, dirigida desde Pekín, y al propio tiempo la haga dependiente, maniatando al Kremlin con las compras de la UE a uno de sus principales productos. De esta manera, dicha acción espera que la Europa comunitaria no se convierta en campo de batalla subsidiario entre los asiáticos y los estadunidenses sino en un tercer bloque comercial independiente que no molesta -por ahora- a los más grandes.

Tal cual observo, la herencia Merkel (una vez electa y sucesivamente reelegida) tras sus 16 años comandando los intereses de la Unión, no significan poca cosa para la Europa comunitaria diversa. Como evaluación, desde el punto de vista interior alemán, no habrá –prima facie– un gran cambio, radical, tras la salida y posible arribo de su vicecanciller y ministro de Finanzas (Olaf Scholz, del SPD), de la coalición de gobierno (2017).

Desde el punto de vista exterior, estimo que la canciller tuvo varios éxitos financieros con su quebrada banca local, mantuvo la coalición de los 27 y logró ordenarlos detrás de los proyectos que reubicaron al país como primer interlocutor europeo. Para ello no le importó apoyar gobiernos de diversos signos: autocráticos (Erdogan, Orban), situaciones cambiantes en países de las penínsulas mediterráneas (balcánica, ibérica e itálica) o con regímenes democráticos estables, de los que no cuestionan el sistema dominante.

Al despedirla, el griego Yanis Varoufakis afirmó “(,,,) generó una crisis humanitaria en mi país para camuflar el rescate de banqueros alemanes cuasi criminales y enfrentó a los orgullosos pueblos europeos los unos contra los otros”.  Después agregó: “Trabajó incansablemente para debilitar la democracia en una Europa totalmente antidemocrática”. Y termina con una confesión: “(…) cuando miro el paquete de políticos anónimos y banales que están luchando para reemplazarla, tengo mucho miedo de terminar extrañando a Angela Merkel.” En más de un sentido sospecha que lo que vendrá puede ser peor que su mala calificación actual. En tanto lo venidero demorará hasta fin de año -se estima- y la renunciante seguiría como canciller interina en ese tiempo.

Me parece que vale la pena complementar lo del ex ministro de Syriza con la óptica del español Pablo Bustinduy al término del dominio merkeliano,  “(…) expresa el final de algo, de un futuro imaginable que no se hizo realidad, pero nos vuelve miopes ante lo más importante: un ciclo geopolítico desordenado, que se nos viene encima tan removido como carente de épica. Quizá (…) el mayor logro del legado político de Merkel (sea) haber asfixiado el anhelo democrático que bajo su mando sacudió Europa” unida.

De acuerdo con la mayoría de los analistas, el siguiente gobierno será conducido por el candidato de centroizquierda Scholz quien, se supone, tentará alianzas, de preferencia, con los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP). Al SPD de ninguna manera se lo visualiza como una fuerza renovadora sino más bien como un adecuado administrador de lo que encuentra, que es tenido como ya conocido y, por tanto, fiable.

Si eso fuese así -aunque descartando, una alianza entre grupos mayoritarios- cabe esperar únicamente ligeras modificaciones económicas y el mantenimiento de la sensación de estabilidad del trabajo para asalariados y clase media. Desde la perspectiva de sus socios en la UE, se confirmó la tranquilidad de que no son esperables “bandazos políticos” en la cabeza directriz del grupo en los siguientes cuatro años -por lo menos- que estarán encuadrados en los principios heredados de los 16 pasados, donde gobernó cierta “moderación”.

La perspectiva de relación de la UE con América Latina permanecerá sin cambio. Un entendimiento entre esa Europa y el Mercosur está vetado con Jair Bolsonaro como presidente.

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.

//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js
temas:
Semanario Voces Simplemente Voces. Nos interesa el debate de ideas. Ser capaces de generar nuevas líneas de pensamiento para perfeccionar la democracia uruguaya. Somos intransigentes defensores de la libertad de expresión y opinión. No tememos la lucha ideológica, por el contrario nos motiva a aprender más, a estudiar más y a no considerarnos dueños de la verdad.