Paula de Armas, diputada colorada: Soy batllista, ¿cómo no voy a ser feminista?

Es una cara nueva en el Parlamento y parte de la imprescindible renovación generacional en la política partidaria. Canaria hasta la médula, estudia a fondo los temas que encara y no le hace asco al laburo. No la pierdan de vista, todo indica que llegó para quedarse.

Por Nicolás Martínez y Alfredo García / Fotos: Rodrigo López

PERFIL:

Nació hace 30 años, en Migues. Su padre es empleado municipal y su madre peluquera. Tiene un hermano menor, Federico, que es  contador público. Fue a la escuela en Migues y al liceo en Canelones, donde se mudó su familia cuando tenía 12 años. Estudió escribanía.

¿Tuviste militancia estudiantil?

No, no milité porque cuando yo estaba en facultad no se dio. Elegí no militar mucho. A mí me costó mucho estudiar. Y a mi familia. Puse como prioridad el estudio.

¿Familia colorada?

Sí, cien por ciento, siempre. Todos: mis padres, mis abuelos.

¿Qué es ser batllista?

Ser humanista. Yo me llevo muy bien con todos los legisladores de todos los partidos, porque para mí las personas están antes que cualquier bandera o definición política. Y varios del Frente me pelean y me dicen que el batllismo está en el Frente Amplio. Hasta que yo me muera, está en el Partido Colorado.

¿Qué tiene Pedro de batllista?

Pedro tiene mucho de batllista. A veces se crean imágenes sobre las personas que capaz que no condicen con la realidad. Porque Pedro es una persona muy sólida, inteligente, muy firme en sus ideas y posiciones. Es muy respetado en el sistema político y lo he escuchado personalmente de todos los partidos acá. A mí constantemente me está impulsando a ser mejor, me permite tener mi propio sentir y percepción de los temas. Y en el mano a mano yo veo un Pedro que siempre está protegiendo a la gente. Creo que le está haciendo muy bien al Partido Colorado y a nosotros los jóvenes tener un referente como Bordaberry.

¿Cómo llegás a la militancia partidaria?

Yo llego a la militancia a través de Tabaré Hackembruch. En realidad a través de mi padre, porque salía con él cuando recorría por política. Y bueno, papá, fue eso en mi vida, fue mi referente y hoy sigue siendo eso. Participé en las elecciones de jóvenes y cuando me había recibido ahí Tabaré me dio la posibilidad de ir al Ministerio de Vivienda y fue lo mejor, porque allí aprendí un montón.

Fue un ministerio complicado.

Sí, hubo momentos duros, pero nosotros estamos con esa tranquilidad del deber ser cumplido. Se cumplieron todos los procesos como se debían cumplir. Hubo investigaciones administrativas y eso reveló lo que había sucedido efectivamente. No estuvo bueno que haya pasado por la pérdida de credibilidad de la institución. Y eso es lo que más nos dolió, por la gente que realmente necesita una vivienda. Pero bueno, la política, eso me lo enseñó Tabaré, siempre es una herramienta que depende de cómo la uses es el resultado que vas a tener.

Y de ahí saltás a la primera legislatura.

Estoy ahora trabajando en el Presupuesto Nacional, pero vamos a poder.

¿Te sentís preparada?

Me siento preparada. A ver, cómo te lo puedo explicar…

¿Sos de las más jóvenes en el Parlamento, no?

Sí, soy de las más jóvenes. Estamos Julieta Sierra,  Joaquín Garlo y Matías Duque. Pero de las mujeres creo que soy la más chica.

¿Te ningunean mucho?

No, no me dejo ningunear. Que lo hagan. Que lo intenten.

Son pocas mujeres y hay mucho viejo.

Tuvimos una charla con Julieta Sierra, que fue con la primera del oficialismo con quién entablé vínculo justamente por eso, porque nos hicieron una entrevista por el 8M a las dos. Nosotras estamos muy firmes y convencidas de que somos capaces de trabajar y generar cosas buenas acá. Yo vivo trabajando. De pronto no se ve tanto, porque lo que pasa en el Parlamento no se ve mucho.

Salvo cuando hay chisporroteos.

Sí, solo se ve eso y duele. Porque para los que tenemos el compromiso, tengas los aciertos o desaciertos de estar trabajando constantemente, duele que solo se vea eso. El enfrentamiento, el conflicto, las peleas, las discusiones que obviamente se generan acá, es cierto, nadie las inventa. El buen trabajo se pierde en todo eso y la gente sigue perdiendo credibilidad en el sistema político. Y sí, la posición nuestra no es fácil acá adentro al ser mujeres y jóvenes. En las nuevas generaciones se nota mucho el cambio, hay respeto y cuidado hacia la mujer. Se nota, es indiscutible. Hay generaciones que vienen desde antes que se nota que les cuesta.

Aceptar de igual a igual.

Sí, les cuesta. Creo que es parte de una transformación y un proceso de cambio. Todo lo que pasa afuera en la sociedad, pasa acá. En los vínculos, los tratos, las formas de manifestarse y cómo encarar los temas. Yo vivo estudiando. Capaz que otro no, y es más fácil para ese otro sentarse en el plenario y armar un debate sin sentido, que a veces lleva horas y son horas que se pierden.

¿Funciona la Bancada Bicameral Femenina?

No, pero tenemos una comisión de equidad y género. Yo soy una de las miembros. Fuimos con la vicepresidenta a la Conferencia de las Mujeres en México. Estuvo muy interesante. En lo personal, me vine bastante sorprendida para bien. Uruguay es un país que cuando uno lo compara con las realidades de Latinoamérica y el Caribe siempre vamos un poco en avanzada en cuanto a la creación de los derechos y las normas. No sé si tanto en la implementación. La idea es que pueda funcionar la Bicameral, eso sería muy importante, pero todavía no lo hemos consolidado en los hechos.

¿Vos te definís como feminista?

Sí, soy feminista. En los partidos tradicionales se nos cuestiona mucho por llamarnos feministas. Soy batllista, ¿cómo no voy a ser feminista? Pero ser feminista no significa ser de izquierda.

¿Se apropió la izquierda del feminismo?

Yo creo que no, no se apropió, porque no le pertenece, como no le pertenece a ningún partido. Son causas que son de las mujeres, independientemente de lo que piensen, sientan o voten. Es así. Acá se defiende a la mujer y que tengamos las mismas posibilidades. Todavía queda mucho por hacer. Yo en México hablé de José Batlle y Ordóñez y no podían creer. Sí, claro que soy feminista.

¿Cómo te sentís con las expresiones más radicales del feminismo?

Bueno, no me siento muy cómoda con las expresiones más radicales, porque ahí es cuando yo creo que estamos al límite de volcar muy hacia un lado una causa. La balanza tiene que estar equilibrada, tiene que haber igualdad en eso. Lo creo con el feminismo y lo creo en la vida, en todo. O sea, para mí los extremos hacia un lado o hacia el otro son malos, hacen daño y destruyen. Entonces hacia afuera solamente sale lo malo. En una marcha del 8M capaz que lo que quedó o lo que salió en la prensa es personas desnudas o dañando fachadas. Esa es la imagen que quedó. Y eso no es la causa que impulsamos casi todas las que luchamos por esto.

¿Hay falta de información y se adhieren a una causa por moda?

Me preocupa porque lo vi en las pasadas elecciones. Las generaciones más jóvenes, de primeros votantes, los vi totalmente desinformados. Me doy cuenta que  van creciendo con una mente distinta. Viste, ese desafío que teníamos nosotros a la superación, a prepararnos, a salir adelante, a trabajar…

La educación ya no garantiza la movilidad social para mucha gente.

Como que no importa tanto. Yo soy una gran defensora de la Udelar, porque, de hecho, si no hubiese estado la universidad pública, no hubiese podido hacer la carrera. Y para nosotros la Udelar era nuestra casa, porque vivíamos ahí.

¿Qué hacemos con el narcotráfico?

Bueno, es preocupante lo que está pasando hoy en Uruguay y, desde mi punto de vista, es muy triste, pero también es una advertencia y creo que estamos a tiempo. A los uruguayos nos pasa mucho que somos muy confianzudos y creemos que no nos va a pasar lo que les pasa a otros. Y la realidad nos está demostrando que nos pasa. Hablás de los barrios y pensar que gurises de 13 y 14 años están siendo reclutados para el mundo de la delincuencia… Hoy el Uruguay no tiene los sistemas de protección para detener eso, ni tampoco después para educarlos o ayudarlos cuando caen. Porque ellos van a ir presos y en la cárcel no hay un sistema de rehabilitación. Decir que lo hay sería mentirnos al solitario. Creo que nuestro sistema político es sólido como para sentarnos y decir: en esto no debería haber banderas, que todos seamos parte de una estrategia y podamos impulsarla y aplicarla.

¿No urge una ley sobre financiamiento de los partidos políticos?

Yo pienso que la transparencia y la honestidad son palabras que se usan mucho y se aplican poco. Yo corté y pinté los carteles de la interna porque no tenía plata para pagar los carteles preciosos que todo el mundo tenía. Fue muy sacrificado económicamente poder llegar acá. Y bueno, creo que quienes hacemos política de manera honesta no tendríamos problema en transparentar eso. Entonces, sí es un tema que hay que encararlo. Yo no tendría problema.

Los que hacen política honesta no tienen miedo a que se fiscalice.

Para nada.

O sea que hay políticos deshonestos porque no se ha aprobado la ley.

No digo que haya políticos deshonestos porque no tengo pruebas de eso. No sé. Hay que preguntarles a los que no la votan. No tengo la respuesta.

¿Qué pensás de la idea de sacar la publicidad electoral callejera?

Bien. Primero, por una cuestión de cuidado del ambiente. Cuando empezás a ver todos los estudios de cambio climático y toda la problemática que estamos teniendo, creo que no ayudamos nada con eso, ni que hablar. Creo que hoy en día hay otras formas. Y después también el cuidado de las ciudades. Porque, ¿qué pasa si pone uno? Vamos a poner todos.

¿A quién convence un cartel en una columna?

Es que al final del cuento eso no tiene relevancia. Vos podés tener el cartel más bonito y ser el menos eficiente. Creo que eso es algo para replantearnos.

Pero también hay que hacer una evaluación económica de cuánto dinero se invierte en esa cartelería y cuánto se podría invertir en otro sistema. Y que también sea justo, porque ahí empieza a pesar mucho que va a salir más el que pague más.

¿Y la idea de dejar de imprimir listas y pasar a un sistema digital?

Eso no, prefiero el papel. Nuestro sistema es muy seguro. Y la Corte Electoral, que es el organismo que da las garantías y la seguridad de una elección. Hay cosas que está bueno transformarlas, como el caso de la cartelería plástica. Pero yo no cambiaría el sistema electoral, eso lo dejaría todo como está. Funciona bien y es seguro.

¿Vos fuiste muy promotora de la ley de los ingresos a las intendencias?

He sido muy defensora. Fui la miembro informante en el Plenario. Sigo siendo.

¿Se supone que entre en vigencia?

Bueno, se está tratando en el Senado y vamos a ver.

En el Senado hay mayoría del Frente.

En el Senado está el Frente y los votos colorados están de acuerdo.

El problema son los blancos que tienen las intendencias.

Cada uno tiene su posición y su visión de las cosas… Tabaré Viera siempre me enseñó que a veces te cuesta entenderlo, porque uno se frustra, se enoja y no entendés. Pero él siempre me decía: “Paulita, cada uno ve la realidad desde su propia perspectiva”.

Y sí, tiene razón. Desde esa visión, yo respeto las opiniones de los demás, pero para mí hay cosas que no son negociables. Yo digo: ¿por qué el hijo de Juan, que fue al comité de base o al club político de cualquier partido y no este otro muchacho que me está pidiendo trabajo hace un montón y que quiere salir de la pobreza? ¿A ese no? No, dale la misma posibilidad. Y bueno, que se sometan a un sorteo y que tengan el mismo derecho. Porque al final, con la boca decimos una cosa y con la mano votamos otra. ¡No sean malos!

Tendría que ser igualitario para todos.

Y aparte hay otra cosa que también me indigna, que es el cortarle la carrera administrativa a los funcionarios que vienen de toda la vida, que se prepararon, estudiaron, que están ahí por sus profesiones. No van a ser nunca directores porque todos esos lugares son decisiones políticas. Y creo  que eso daña la institución. Porque existen muchos políticos capacitados, pero no somos todólogos los políticos, no sabemos de todo. Para saber tenés que ponerte estudiar, como ahora en el Presupuesto, que vivimos estudiando.

¿Qué asesores tenés?

Tenemos una batería de asesores de Vamos Uruguay, que la conformamos entre todos. Hay varios, casi veinte. En realidad casi todas las decisiones las tomamos en bancada. Eso fue una posición que tuvo Pedro desde el comienzo, desde antes de asumir y durante todos estos meses.

Y donde manda Pedro, no manda marinero.

No, todo lo contrario. Los lunes es nuestro día, generalmente, de reunión de bancada, y ponemos a consideración lo que está trabajando cada uno. Pedro como uno más de nosotros.

No es uno más igual.

No, obvio que no, pero digo por su actitud. Me refiero a cómo él plantea los temas en bancada. En el sentido que él dice: “Bueno, estoy trabajando en esto, en esto y en esto”. Y nosotros lo mismo.

Es vasco y testarudo. No creo que sea tan fácil convencerlo.

No, no es fácil convencerlo. Eso te lo firmo como escribana. Pedro es esa persona que le decís: “Bueno, yo quiero trabajar en salud mental”, por ejemplo. “¿Y qué vas a hacer?  A ver, convénceme”.

O sea, son cosas distintas. A lo que me refiero con que es uno más, es a que él se pone en la misma posición de compartir sus cosas con nosotros como nosotros con él. Después, él te está poniendo en ese desafío constante de darte cuenta que capaz que le podés dar media vuelta más a la tuerca y te queda mejor. No es fácil de convencer, es muy exigente y es muy estudioso. Entonces, vos a Pedro no le podés ir con la guitarra y tirarle un tema, porque te mira y te dice: “Ponete a estudiar”.

¿Quién lidera el Partido Colorado hoy?

Institucionalmente, tenemos un secretario general que es Andrés Ojeda, que fue electo. Líderes adentro del partido político hay varios. Creo que pasa en todos los partidos. Tampoco vamos a dramatizar algo que es real. No pondría una sola persona. Yo estoy con ganas de que el Partido Colorado vuelva a crecer. Creo que para eso hay que contar lo que somos, lo que fuimos,  proyectar y laburar para adelante por la gente y dejarse de tanta macacada. Soy parte de un partido que tiene su orgánica, que la respeto, la comparto y la cuido. Pero a veces nos vamos mucho más para esos lados.

¿Tiene chance de crecer el Partido Colorado?

Yo pienso que tiene chance y que ahora tenemos toda la posibilidad de crecer. Si nosotros somos capaces de hacer lo que realmente tenemos que hacer.

Dame tres cosas que tienen que hacer.

La primera es trabajar, pero trabajar de verdad, ¿viste? Vos, cuando entrás a la política, olvidate que es una decisión de vida esto. Yo tengo 30 años y…

¿Vos no estás casada?

No, por eso.

¿Te casaste con la política?

Espero casarme con alguien más. (Risas) Pero por ahora la vengo pateando. Era la Rendición de Cuentas, ahora el Presupuesto antes la campaña, y bueno… Capaz el año que viene encuentro un huequito para otra cosa. Pero esa es la realidad cuando laburás en serio.

Dedicación total.

No tenés fines de semana. Hoy es el cumpleaños de mi abuela y estoy acá. Me encantaría estar con ella abrazándola. Por suerte, ella lo entiende más que yo. Ella me dijo que no pasaba nada que no estuviera. Pero mirá que es un proceso interno muy duro.

¿La segunda cosa?

Para crecer, cuidarnos entre todos. Aprender a mirarnos y a escucharnos. Y dejar de creer que somos el partido de gobierno y la victoria, porque nuestra historia sí es eso. El Partido Colorado es el cimiento de la República y no hay discusión, no lo estoy inventando yo, es lo que pasó. Fue el partido más grande de este país, pero a veces siento que, desde adentro, algunas personas siguen proyectando como si fuésemos lo que fuimos. Hay que ser realistas. No somos lo que fuimos, pero mi sueño es ver a mi partido volver. Entonces nosotros tenemos que ser realmente fieles a las ideas de nuestro partido en el día a día y en lo que estamos haciendo acá y afuera.

¿La tercera?

Sentir de vuelta la identidad de nuestro partido. Sí, eso hace falta.

¿Reivindicar a Rivera y no mencionar a Brum, Batlle Berres o Grauert?

Yo creo que el partido tiene que reivindicar a todas sus figuras. Una de las cosas que yo misma me meto a pensar de cómo reivindicarla, es dar a conocer estas cosas. No es sólo Rivera, lo que acabás de decir es tal cual, es Brum, Grauert, Joaquín Suárez.

Personas que ya no están y que están. Hoy tenés un Julio María Sanguinetti, que podrás estar de acuerdo o no, no importa la ideología, pero es como el Pepe, ¿viste? No los estoy comparando entre ellos, sino las figuras que fueron y que son cada uno de ellos dentro de las fuerzas políticas. Y lo tenéis ahí sentado con nosotros en una misma mesa, que a veces uno lo naturaliza tanto… Es como que siempre estamos esperando que las personas no estén para homenajearlas. Eso no está bueno tampoco. Y son grandes figuras. Julio María fue el primer presidente después de la salida de la dictadura. ¡Si tendrá eso un peso en nuestra historia!

¿No lo valoran?

Yo a veces no dimensiono que voy a lo de Julio y lo veo ahí con Marta y comparto momentos que capaz que muchas personas quisieran compartir y no lo pueden hacer. Estoy cien por ciento de acuerdo contigo en reivindicar lo que fueron muchas personas, buenas personas que sirvieron al país y que fueron dejando sus huellas. Por eso digo de esta proyección que podamos tener en el retorno del Partido Colorado desde las raíces hasta lo que tiene hoy.

Incluso, este año, en alguna convención hubo gente que reivindicó a Pacheco Areco.

Está bien porque es lo que yo te digo. ¿Viste eso que te decía antes de abandonar peleas, que ya no hay que darlas más? Yo respeto mucho a los tiempos tristes de nuestro país, pero también a mis compañeros de Cámara les digo siempre: “Nosotros somos, por suerte, hijos de la democracia”. ¿Desconocemos lo que pasó? Para nada, en absoluto. Y yo, sinceramente, creo que hasta daría mi vida para que no vuelva a pasar eso en nuestro país.

Para que las personas no salgan lastimadas. Pero pensemos y actuemos como hijos de la democracia. Porque nosotros estamos actuando hoy y para adelante, y eso es lo que tenemos que hacer. Hay peleas y pasa en todos los partidos. Internas que no debieran ni siquiera darse. Así que si yo me siento más identificada con José Batlle y Ordóñez, quiero que me lo respeten. Y si un compañero de partido se siente más identificado con Rivera, lo voy a respetar. Y si otro se siente más identificado con Joaquín Suárez, también lo voy a respetar. Y todos hacemos al partido este. Distintos, pero iguales. Yo, personalmente, desdramatizo muchas cosas que ya está, y hay que mirar para adelante.

¿Carga mucho la política uruguaya con una mochila del pasado?

No se trata de desconocer nuestra historia. A veces me sorprende que nuestras generaciones, sobre todo, sigamos en una rosca. No es por ahí. Recuerdo esa imagen de ver a Julio María y a Mujica irse juntos del Senado. Yo creo que ellos han hecho a lo largo de todos estos años muchas cosas para irse con la tranquilidad de que nosotros entendimos el mensaje. Son líderes políticos y eso no se puede desconocer.

¿Entonces, qué pasa?

Fueron parte de esa historia y de alguna manera han intentado que nosotros cambiemos la visión y pensemos hacia adelante. No estoy poniendo en un altar a nadie, porque no hay que poner en un altar a nadie en esto ni en nada. No idealizo a nadie. Me pasó ahora con Pedro, con la eutanasia, por ejemplo, que bueno, Pedro tiene una posición fundada y yo me sentí libre de decirle que no estaba de acuerdo.

¿Estás de acuerdo con la eutanasia?

Sí, y le dije que estaba de acuerdo. Si yo tuviese a Pedro, a Sanguinetti o a quien sea en un altar, capaz que diría: “Si no lo vota Pedro no lo voy a votar”. Porque no podés coartar la libertad de las personas.

¿No sos obsecuente vos?

No, no soy. Sigo lo que siento que está bien. Y si me equivoco, es la gente la que me va a decir que no. Y todo lo que hago acá dentro es porque anduve en una calle y me encontré con un vecino que me manifestó un problema. No es que me siento acá y digo: “¿Qué puedo inventar esta semana?”.  No. Los temas que he tratado son los temas que la gente me pone arriba del escritorio y les doy para adelante. O sea, no hay que idealizar, eso está mal también.

¿Contigo no corre la disciplina partidaria?

Siempre voy a ir al acuerdo, a la charla y el consenso. Cuando es por consenso suficientemente debatido, sí  estoy. Porque voy con mi equipo y con todos. Cuando creo que tengo que decir que no estoy de acuerdo, lo he dicho, pero soy muy conciliadora. Es decir, doy mi opinión, pero también me permito escuchar la opinión del otro y me ha pasado con un montón de temas de… bueno, encontremos un camino del medio, con mi propio partido y con el oficialismo en este caso. Sí, claro. Es que hay que dialogar, hay que resolver, porque a la gente no le importa si yo estoy de acuerdo o no. Le importa tener la herramienta y la solución. Eso es lo que le importa. Si no lo entendemos nosotros…

¿Hay buena relación en la bancada joven, no?

Sí, sí. Muy Buena. Están pasando dos cosas en esta legislatura. La primera es que la Cámara no tiene mayorías. Y la segunda es que se renovó en dos tercios. Entonces esta es la legislatura para la transformación de cómo vamos a encarar. Es una linda oportunidad para nosotros.

Si la aprovechan.

Lo que te digo es una expresión de deseo. Tenemos que actuar todos en esa línea. Espero que sea así. Hemos tenido grandes consensos en la Cámara, hemos tenido grandes diferencias, lo cual es lógico y natural y sano para el sistema. Pero el tema son las formas. Y la forma es lo que hace a la calidad y todos tendríamos que estudiar mucho más.

¿Legalizarías todas las drogas vos?

¡Qué pregunta! Eso no quiere decir que no me la haya hecho. Me la he hecho muchas veces.

Jorge Batlle, otro referente de tu partido, estaba de acuerdo.

Sabés que no estoy en contra de legalizar todas las drogas. Pero tampoco tengo el dato empírico hacia la seguridad suficiente. El hecho de que me lo prueben, de que, si nosotros tomamos esa decisión, realmente vamos a tener una mejora en esto. Hay temas que hay que discutirlos, pero en serio. No es que sí estoy de acuerdo y voy y levanto la mano. No. No, porque ese tipo de leyes es un antes y un después.

El problema es que la legalización puede llevar  a la banalización del uso.

El tema es eso.

¿Sos consumidora de algún tipo de droga?

No.

¿Nunca fumaste?

Probé en la adolescencia. Mis padres que no lean esta parte. (Risas) Ya está. Ahora puedo decir que no me volví nada. No, nunca fui de las drogas, de verdad. Fuera de broma, y les tengo mucho miedo, les tengo terror a las drogas. He visto gente que quiero mucho enfermarse, pasarla muy mal. A muchos, perderse. Y me da la sensación de que son muy pocos los que pueden volver para atrás.

Cuando se cae en adicciones es complicado.

Mirá que tengo amigos que consumen marihuana u otro tipo de drogas esporádicamente, digamos, porque van a una fiesta. Pero el tema es el consumo permanente, que me da mucha impresión. Y la palabra es miedo. Si estuviera mi padrino acá, me diría: “El miedo paraliza”. Pero sí me paraliza pensar en estas drogas sintéticas. Y los gurises de más bajos recursos… Es complicado y durísimo para tomar una decisión así. Estoy muy abierta a discutirlo, analizarlo, estudiarlo, evaluarlo. Sí, claro que sí. Estoy abierta a que, si es mejor, lo acompañaré. Pero tengo que tener la certeza de que va a ser bueno y que no va a ser un total desastre.

¿Ministerio de Justicia?

No, no estoy de acuerdo. Me pasan dos cosas. Dos argumentos que tengo bien marcados con eso. El primero es que no me gustaría que intervenga el sistema político en el sistema judicial. Me parece que están bien diferenciados los Poderes del Estado y que están bien y son garantistas.

¿Se pueden mejorar?

Claro que sí. Démosle más recursos al Poder Judicial, pero no crear un ministerio que controle eso. Y lo otro que me parece paradójico es que cuando pregunté qué estaría dentro del Ministerio de Justicia, una de las cosas que se pasarían serían todos los Registros Públicos. Y hoy no hay recursos en los Registros Públicos. Una de las grandes demandas que tenemos de cara al Presupuesto es las condiciones en las que están trabajando los funcionarios de la Dirección General de Registros. Entonces no hay recursos para garantizar lo que hoy tenemos, que es poco, porque además habría que incrementar la cantidad de funcionarios para que los registros sean más eficientes y más prácticos. Y estamos pretendiendo crear una institución más, un Ministerio con toda la estructura y el organigrama. No me condice la realidad con el anhelo. Bueno, de hecho, no vino ahora en el Proyecto de Presupuesto.

¿Fiscalía unipersonal o tripartita?

Tripartita. También debería estudiarlo. Te soy sincera, no lo tengo bien definido.

¿No es politizar la Justicia?

Y el Poder en uno solo. Hay que abrir el debate. Está bueno tener estos debates. La verdad, yo para debatir de en serio, trato de prepararme. Por eso te digo: no somos todólogos nosotros. En todos los temas tiene que haber una visión política. Porque mirá ahora lo que acaba de pasar contra una persona. Una persona que está ocupando un lugar de mucha responsabilidad, que está garantizando a una institución como lo es la Fiscalía. Pero que también es una mamá y tiene su vida. O sea, canalizás toda la responsabilidad en una persona, entonces eso me va a cuestionar de por qué no más de uno. O sea, te soy sincera, te di una opción, pero hay que estudiarlo y evaluarlo. No sé si es lo mejor uno o tripartita.

¿Vas a votar la Ley de Lavado de Activos?

La estoy estudiando en este momento. Ni que hablar que hay que tener una Ley de Lavado de Activos. Estoy de acuerdo. Del proyecto que viene, aún no sé.

Los escribanos se quejaban que les hacían trabajar mucho, pues tenían que denunciar algo sospechoso.

Una ley acá puede estar bien pero después, cuando baja a aplicarse, es bravo. Es como los programas que hacemos en los ministerios: en el escritorio pueden ser divinos y cuando los vas a implementar tienen fallas o tienen cosas para mejorar. Lo mismo pasa con la Ley de Lavado de Activos. Lo que quiero decir es que los escribanos sí nos vimos en ese momento en una situación difícil en cuanto a la concreción de los negocios jurídicos.

¿Por qué?

Porque el límite que ponía la ley era muy bajo realmente para el uso de efectivo. Y en el interior vendés diez vacas y te vas a comprar el auto o el tractor con la plata. La gente de campo es muy de andar con el dinero encima y personas mayores no estaban acostumbradas a la bancarización. Entonces se frustró mucho todo. Yo no estoy diciendo que no haya una ley. La verdad yo creo que es necesario siempre tener un control en eso. Es muy importante que exista y nos adaptemos a contemplar todo el universo de posibilidades.

¿Cómo ves al gobierno?

Impredecible. Ojalá me sorprenda para bien. Y luego lo veo quieto.

No se aprobó el Presupuesto todavía.

Pero eso no tiene nada que ver. Porque ellos están ejecutando un Presupuesto del cual vinieron todos y salieron con un relato unificado de que básicamente habían recibido un agujero negro. Pero después el agujero negro es la base de su Presupuesto, con un incremento que no es mucho. Entonces, la realidad es que el agujero negro que criticaban es la base de su Presupuesto. Yo no soy contra el gobierno, ni contra las administraciones, ni contra las personas, no soy. Trato de colaborar en lo que está bien y lo que no está bien, lo marco.

Tenés un presidente canario, que fue intendente tuyo durante años.

Y no por eso lo voy a votar todo.

¿No estás orgullosa de tener el segundo presidente canario en la historia del Uruguay?

Yo me alegro de que haya un canario como presidente. Son cosas distintas. Y tampoco es solo el presidente, es el equipo. No, no es solo una persona. Es el gobierno, es el gabinete, es todo. La realidad es esa. Gobernar no es sencillo ni para Yamandú ni para Lacalle, que se enfrentó a una pandemia, a una sequía… Ojalá a este gobierno no le pase eso. Uno no está deseando eso porque el impacto fue a la gente. Ahora, yo lo que veo es como que no hay una propuesta clara. Se ve en el Presupuesto. No hay intenciones bien marcadas. En seguridad quiero bajar el delito tanto porcentaje y para eso voy a tener tantos efectivos en la calle. En cárceles, voy a hacer esto. Eso no pasó cuando vino el ministro del Interior. Yo esperaba eso del Frente, del Partido Nacional, del Partido Colorado, de quien sea. Esto es lo que tengo, lo tengo que mejorar, ese es mi objetivo y si está bien, lo sigo mejorando. Pero no veo ese fervor por lograr cosas así. Tienen políticas marcadas en infancia y adolescencia, pero el incremento presupuestal no condice con lo que pretenden transformar. Retrocedemos en algunas cosas. Entonces, la verdad, lo veo como estancado e impredecible. Bueno, no sé qué va a pasar, te soy sincera.

¿Cómo ves la postura frente al conflicto de Medio Oriente?

Yo lo que veo internamente en Uruguay es que, y en esto me voy a poner “pedrista”, aunque te rías, pero comparto cien por ciento lo que dijo Pedro el otro día:

la guerra es guerra y, en lo personal, a mí me afecta horrible tan solo pensar que hay niños muriendo en el siglo XXI por guerras de poder, territorios y demás. Lo hablo con mis amigas y, desde el punto de vista humano, sinceramente, no lo puedo comprender. No puedo aceptar que esté pasando eso. También la preocupación de que esas cosas se ven muy lejos o creemos que estamos muy lejos y no lo estamos. Y hoy ha excedido tanto todo, que no justifico ni para un lado ni para el otro. No justifico ningún tipo de violencia ni en el Medio Oriente, como tampoco la justifico acá. O sea, no lo puedo aceptar y siempre voy a estar en contra de un conflicto, sea cual sea la violencia, no es el camino para nada.

¿Hay antisemitismo en Uruguay?

A veces creo que nos ponemos banderas y causas que no van con lo que somos nosotros. Esa es la realidad.

¿Qué hobby tenés?

¿Hoy en día? Sinceramente, no. Hace mucho tiempo que no tengo hobbies marcados. De verdad, no tengo. Sí te puedo decir lo que hago en mi tiempo libre. En mi vida hay tres cosas que no se cambian. Sin dudas. Mi familia. Soy muy familiera, de una familia muy grande.

¿Vas a comer a lo de tu viejo?

Sí. Todos los domingos. Es sagrado. Mi viejo prende la parrilla. Un vinito canario, muy tranquilo. Sí, eso no se negocia.

¿Vivís sola?

Con una amiga.

¿Qué te gusta hacer pero no tenés tiempo?

Y… me encantaría hacer deporte. Intenté jugar al handball y soy un desastre porque mis amigas son grandes jugadoras. Yo fui de onda y la pifié y dije: “Esto no es lo mío”. Hacía gimnasia, entrenaba lo más básico, digamos. No es fácil encontrar los momentos para poder tener una rutina que vos digas: yo tengo un horario de trabajo. No hay un horario de trabajo acá. A veces entrás a la sesión a las 10 de la mañana y estás ahí a las 2 de la mañana.

¿Te gusta leer?

Me gusta leer. No leo mucho extra trabajo. Y tampoco leía mucho extra estudio. Me pasó eso. Es un debe que tengo.

¿Ves series?

Sí, veo. Ahora no estoy viendo ninguna. Pero la última que vi era sobre la primera ministra de Inglaterra con la presidenta de Francia. Fue la última que vi. Y después, en momentos, en Netflix me gusta mirar una serie un poco más interesante, con contenido tipo The Crown, por ejemplo, que la miré también.

¿Llegaste para quedarte a la política?

Eso lo va a decidir la gente. Si es por mí, sí.

¿Te gustó esto?

Me gusta ver el resultado del esfuerzo. Hemos trabajado mucho. El proyecto de ingresos de las intendencias fue lo primero que puse a la semana que ingresé y a los pocos días salió de comisión, cosa que no había pasado antes. Lo defendí en el Plenario y se votó. Logré el acuerdo con el Frente Amplio. Después incluso con Cabildo Abierto y el Partido independiente. Lo defendimos muy bien y está en el Senado hoy y por salir y hacerse ley, así que eso creo que lo logré. Después he participado en la Rendición de Cuentas. Estoy trabajando en materia de salud mental y es un tema que está complejo, pero que venimos poniéndole voz a cosas como por ejemplo el cierre de los Centros Monovalentes, que era un plazo que estaba en una ley; y bueno, lo denunciamos enseguida y ya lo empezamos a trabajar con el Ministerio de Salud Pública en la Bicameral. Obviamente que hace seis meses que asumí, pero sí estoy trabajando fuerte en los temas y dándoles para adelante, así que creo que logros hay, aunque capaz que no se ven.

¿Te afectó la partida de Talvi?

No, no.

¿Qué pensás del colegiado? ¿Pasarías a la presidencia colegiada?

No. Yo creo que nuestro sistema es muy respetado, muy reconocido y que funciona bien y es garantista. Es una discusión que ya no se da, al menos yo no he escuchado una posibilidad o un planteo de los partidos políticos. Eso no está hoy en agenda.

¿El Partido Colorado es de derecha?

No, yo soy de centro o centroizquierda, te diría. Ser humanista no es ser de derecha extrema.

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