Home Política Traspiés por la invasión a Ucrania  por  Ruben Montedonico
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Traspiés por la invasión a Ucrania  por  Ruben Montedonico

Traspiés por la invasión a Ucrania  por  Ruben Montedonico
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En una nota advertí sobre el efecto bumerán de sancionar a Rusia; en la presente entiendo que debo recuperar esa óptica y sumar datos acerca de un proyecto olvidado e inconcluso. La necesidad de depreciar activos y reservar efectivo para protegerse de las seguras repercusiones económicas previstas en las sanciones a Rusia, provocó ingentes pérdidas de millones de dólares a la banca europea. A guisa de ejemplo, cito los casos de la Société Générale y UniCredit Group, prestamistas que sufrieron hasta ahora la pérdida de alrededor de 9 mil 600 millones de dólares, en tanto, la ING (Internationale Nederlanden Groep) y la turinesa Intesa Sanpaolo SpA informaron que producto de sanciones a Rusia habían reducido sus ingresos del primer trimestre de 2022 en cerca de 2 mil millones de dólares. Asimismo, los bancos calculan e incorporan a las cuentas especulaciones sobre sus clientes y quiénes pueden padecer dificultades para pagar empréstitos e intereses en un tiempo en que se miden las posibles consecuencias de las innúmeras sanciones.

Acerca de obras rusas inconclusas, me parece de rigor fijarnos en lo que en Occidente se denomina Turk Stream o Gasoducto Turco. Desde antes de la anexión de Crimea en 2014, Rusia, o sea Vladímir Putin, buscaba vías para eludir a Ucrania en el tránsito del gas a la Unión Europea (UE) y, una de ellas, el Flujo del Sur, (transcribo como llaman en Rusia al gasoducto), financiado por aquella entidad, ingresó al terreno de iniciales sanciones por la situación peninsular. En 2015, el proyecto original fue modificado y dio paso a cierto “coqueteo” con Turquía, donde se consideró la utilidad del tubo.

Cuando el autoritario Tayyip Erdogan aceptó, pensé una obviedad: ¡qué listos son estos turcos! porque era la posibilidad de llevar a la práctica el proyecto: un ramal de gas para Turquía y otro ramal para abastecer Europa a través del camino más directo Turquía-Grecia; la quimérica reflexión no consideraba la aversión entre sí que sienten los habitantes de esos países. Sin embargo, la respuesta rusa que aceptaba la obra se situó entre los cercanos a Putin (y no es casualidad), que engordaron sus fortunas en esta construcción como lo hicieron con el puente Rusia-Crimea y gasoductos menores.

El costo del llamado Flujo Turco significó para Gazprom 21 mil millones de dólares y, según los analistas de Sberbank -el principal banco ruso- no sería rentable antes de 50 años. Dicha opinión causó el despido de quienes la dieron porque afectaba grandemente los contratos con Arkadi Rotenberg -amigo de Putin desde la infancia y compañero del mismo en el club de judo- y Gennadi Timchenko, colega de oficina en Dresde, capital sajona, en tiempos que trabajaba con el actual presidente en el KGB.

En resumidas cuentas, luego de algunos años de instalar tubos por el fondo del Mar Negro, el Flujo Turco dio inicio a sus funciones en enero de 2020. Este paso que satisfizo a los turcos, posibilitó a los rusos eludir sanciones, por lo que presionaron para modificar el otro ramal hacia Bulgaria para abastecer a países considerados “amigos” (en julio de 2021 finalizó el gasoducto Serbia-Hungría) y, en teoría, de ahí era un pasito para llegar a Austria, que lo distribuiría a Europa.

Para mayores complejidades, sin embargo, Rusia y Ucrania elevaron sus niveles de confrontación y el primero invadió, generando una nueva situación que afectó más aún las exportaciones de su país. Ya no queda tan claro qué va a pasar, puesto que Bulgaria, antiguo y fiel “amigo” es uno de los 48 “países hostiles” que dio a conocer el canciller Sergéi Lavrov en relación con Rusia. De su lado, los socios-accionistas extranjeros de Gazprom -en particular los italianos- que iban a participar en la construcción del gasoducto más allá de Serbia y Hungría, no se animan a saltear las sanciones europeas por temor a que estas recaigan sobre ellos, sus empresas o ambos.

Ante esta circunstancia adversa, se barajaron posibles soluciones: acelerar el Flujo de los Balcanes (Bulgaria-Serbia-Hungría), obra hasta ahora inconclusa; la casi impensable utilización del gasoducto Poseidón de Grecia a Italia. Una tercera opción sería buscar algún acercamiento y participación en el gasoducto TransAdriático (TAP), si este llega a entrar en actividad; en principio se lo pensó para surtir de gas azerbaiyano a Europa a partir de su extracción del yacimiento de Shah Deniz 2. TAP anunció que el gasoducto iniciará la actividad comercial en poco tiempo con una línea que suministra gas natural desde la frontera turco-griega hasta entregar en el sur de Italia. TAP está unido al gasoducto de Gas Natural TransAnatoliano (TANAP) con el que forma parte del europeo Corredor de Gas del Sur (CGS), que conducirá 10 mil millones de metros cúbicos a Italia y atravesará Turquía, Grecia, Albania y penetrará a una estación de la península desde el Adriático. Se hace evidente que Turquía perdió interés en el negocio gasífero con Rusia -pasó de que fuese el primer proveedor a quinto- y firmó convenios con Azerbaiyán, Irán, Qatar y Argelia.

Al quedar bloqueado por Alemania -cumplidor de las sanciones impuestas a Rusia por EE.UU.-OTAN- el ya finalizado Nord Stream 2 (Flujo del Norte-2, dicho por los rusos) el Flujo Turco parece que se encuentra en fase agónica, complicando el panorama económicamente halagüeño que tenía Moscú -mientras el entorno de Putin se hizo de más millones- al eludir Ucrania con sus obras para pospuestas exportaciones de gas.

Por último, no queda claro qué papel jugará la anunciada venta de activos de la empresa Shell en Rusia -consorcio británico nacido en Países Bajos- que ofreció disculpas por desobedecer las sanciones: “No fue la (decisión) correcta y lo lamentamos”. Shell poseyó estaciones de distribución en Rusia, compró petróleo -lo refinó- y gas.

Al parecer, a ciertas demoras y adversidades militares rusas -que apuntamos precedentemente- se suman preocupaciones comerciales.

El autor agradece los aportes de diversas fuentes para la elaboración de esta nota.

 

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