Una enjundiosa celebración del cine de calidad por Carlos Acevedo

Estamos inmersos en un sistema capitalista que nos deshumaniza y mercantiliza, al punto de convertir a los seres humanos en meros recursos. En ese sistema marcado por la frustración y la incomunicación, la expresión artística, que apunta a la excelencia y la reflexión por encima del mero entretenimiento superficial, es una de las estrategias que tenemos para liberarnos y trascender. El 43º Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay, organizado por Cinemateca Uruguay, nos ofrecerá nuevamente la oportunidad de deleitarnos con el mejor cine del mundo.

Entre el 8 y el 20 del mes de abril, la Cinemateca nos abre un amplio abanico cinematográfico, que abarca más de doscientas producciones audiovisuales provenientes de más de sesenta países. El festival se estructurará en ocho secciones de competencia, poniendo especial énfasis en los filmes del país invitado de esta edición, que es Portugal.

Esta edición cuenta con apoyo del Ministerio de Educación y Cultura, la Agencia del Cine y el Audiovisual del Uruguay, las Intendencias de Montevideo, Canelones, Treinta y Tres. Tacuarembó y Salto, departamentos que serán sedes del Festival, así como también de las Embajadas de Austria, Bélgica, Canadá, España, Francia, México, Portugal, Suiza y Noruega, además del Instituto Italiano de Cultura, el Institut Français, el Instituto Camoes y el Instituto Goethe, entre otras instituciones culturales. 

Cabe recordar que el gobierno anterior intentó boicotear a  Cinemateca Uruguaya, lógicamente con mezquinos fines políticos, destinándole únicamente la cuarta parte de los recursos que por ley le corresponden, y, además, intentando crear una especie de organización paralela, para lo cual pretendían incluso valerse del archivo fílmico de la institución, uno de los más importantes de la región. Dicha esperpéntica propuesta quedó, como tantos “proyectos” del gobierno anterior, en una mera venta de humo.

Como centro de difusión cultural, la institución no persigue meramente una finalidad de difusión del cine en tanto expresión artística y cultural, sino que se pone particular énfasis en fomentar el conocimiento de una cinematografía que promueva la reflexión y el debate, más allá de posturas ideológicas.

Soportando presiones de los habituales grupos de poder, la Cinemateca no cedió y, en el marco del Festival, pondrá en pantallas algunos filmes sobre la situación en Palestina, como

“No other land”, ganadora del Oscar al Mejor Largo Documental, cuyo codirector Hamdan Ballal, fue agredido por colones sionistas y posteriormente secuestrado por soldados israelíes, encarcelado, torturado y finalmente liberado.

Además de las funciones en distintos puntos del país, que se desarrollaran durante doce días, desde el 8 hasta el 20 de abril, la muestra tendrá una suerte de continuación entre el 15  de abril y el 15 de mayo, en la plataforma de streaming Cinemateca +.

Al mismo tiempo, se desarrollarán diversas actividades paralelas, que ampliarán y enriquecerán el alcance del evento, que incluirán charlas con cineastas y expertos, actividades performáticas, mixturando cine y teatro, visionados, conversatorios y recitales, en la Escuela de Cine del Uruguay, el Centro Cultural de España, la Mediateca Ronald Melzer y el restaurante Montevideo al Sur. 

Dentro de las categorías en las que se evaluarán y premiarán las obras seleccionadas, se encuentran formatos como el documental, la ópera prima, el largo y cortometraje, y el cine infantil y juvenil, categorías estas últimas que cuentan con su propio jurado, integrado por niños y adolescentes.

Demostrando una vez más una gran apertura de criterio, en cuyo contexto prevalece el aprecio por el cine por encima de cuestiones ideológicas, se emitirá un documental sobre la cineasta y actriz alemana Leni Riefensthal, quien se destacó por la producción de filmes de propaganda que realizó para el régimen nazi, pero que ha sido técnicamente revalorizada en las últimas décadas.

Si bien una de las finalidades del cine es entretener, la Cinemateca Uruguaya ha privilegiado siempre la difusión de un cine que apunta a la calidad artística y a generar discusión,  sobre temas tan sensibles como los derechos humanos. En dicho marco, el Festival dedica especialmente una categoría para las obras que tratan esa temática.

Contando con un destacado jurado integrado por cineastas, críticos y estudiosos de distintos países, el Festival de Cine Internacional del Uruguay, en su ya cuadragésimotercera edición, nos ofrece la oportunidad de disfrutar de películas que suelen estar ausentes de las carteleras del circuito comercial.