Venezuela: una dictadura que desafía al tiempo por Natalie Zalovich

La crisis en Venezuela sigue profundizándose, impactando tanto a su población como a la comunidad internacional. Recientemente, la Fuerza Aérea Brasileña derribó una avioneta venezolana que ingresó ilegalmente en su espacio aéreo con un cargamento de drogas, evidenciando el avance del crimen organizado en la región. En el ámbito político, las elecciones presidenciales de julio de 2024 fueron objeto de denuncias de fraude. Aunque el Consejo Nacional Electoral proclamó vencedor a Nicolás Maduro, la oposición, liderada por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, presentó pruebas que señalarían una victoria de González. Esta disputa ha generado tensiones internas y diversas reacciones internacionales. La crisis humanitaria ha llevado a más de 7.7 millones de venezolanos a emigrar, con Uruguay recibiendo un flujo significativo. Según el Censo 2023, unos 15.000 venezolanos llegaron entre 2011 y 2023, y estimaciones recientes elevan la cifra a 33.000 en los últimos cinco años, contribuyendo al crecimiento de la población inmigrante en el país. En lo económico, Venezuela ha aumentado sus exportaciones petroleras en un 15% en enero de 2025, alcanzando los 867,000 barriles diarios, impulsadas por Chevron y PDVSA, con China como principal destino. China: una dictadura que expande su influencia El régimen del Partido Comunista Chino, con su control estricto sobre la sociedad y la economía, ha ampliado su alcance global, manteniendo estrechos lazos con Venezuela a través de inversiones estratégicas. La comunidad internacional sigue dividida respecto a Venezuela. Mientras algunos países respaldan a Maduro, otros reconocen a González Urrutia. Recientemente, el presidente de EE. UU., Donald Trump, calificó a Maduro de dictador y apoyó a la oposición, aunque su política ha sido ambivalente. La cancelación del Estatuto de Protección Temporal (TPS) dejó a 600.000 venezolanos en incertidumbre, generando críticas. Estados Unidos y Rusia compiten por la influencia en Venezuela, clave por su ubicación y recursos. Rusia, aliada histórica de Maduro, busca contrarrestar a EE. UU. en la región, mientras que China ha fortalecido su control sobre el sector energético venezolano. Irán también ha consolidado su presencia, aumentando la complejidad geopolítica. ¿Una dictadura eterna? Mientras líderes opositores como María Corina Machado sostienen que la lucha por la libertad impedirá que la dictadura perdure, Maduro insiste en que Venezuela es una democracia participativa. La lealtad del ejército sigue siendo clave en la permanencia del régimen, con la oposición esperando un quiebre que permita la restauración democrática. A nivel internacional, la falta de consenso ha dificultado una solución efectiva. Uruguay, en los últimos cinco años, ha mantenido una postura firme contra el régimen de Maduro. Prueba de ello fue la decisión del presidente Luis Lacalle Pou de vetar la presencia de los mandatarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua en la ceremonia de asunción de Yamandú Orsi el 1.º de marzo, marcando así una clara posición en defensa de la democracia en la región. El futuro de Venezuela sigue en juego, con su destino atado a la disputa global entre potencias y la resistencia de su pueblo. Su desenlace no solo definirá la estabilidad regional, sino también el equilibrio de poder en América Latina: • ¿Cuáles son los verdaderos intereses de Estados Unidos y Rusia en Venezuela? • Donald Trump (presidente de EE. UU.): “Estados Unidos busca promover la democracia y proteger sus intereses estratégicos en la región. Venezuela es clave para la seguridad y estabilidad de nuestro hemisferio.” • Vladimir Putin (presidente de Rusia): “Rusia apoya la soberanía de Venezuela contra la injerencia extranjera. Nuestra relación es estratégica y respetuosa de su autodeterminación.” • ¿Será esta una dictadura eterna, como la de Cuba? • María Corina Machado (líder opositora de Venezuela): “Mientras el pueblo venezolano siga luchando por su libertad, no habrá dictadura que perdure para siempre.” • Nicolás Maduro (presidente de Venezuela): “En Venezuela hay una democracia sólida y participativa. Las elecciones han demostrado la voluntad del pueblo.” • ¿El ejército venezolano dejará de apoyar a este régimen autoritario para restaurar la democracia y permitir que su pueblo regrese a su tierra natal? • Juan Guaidó (líder opositor venezolano): “La esperanza está en que las fuerzas armadas reconozcan su deber con la Constitución y el pueblo, y se sumen al cambio democrático.” • Vladimir Padrino López (Ministro de Defensa de Venezuela): “La Fuerza Armada Nacional Bolivariana es leal a la patria y defenderá la soberanía frente a cualquier intento de intervención.” • ¿Por qué el mundo no logra ver —o actuar— para que Venezuela salga adelante? La comunidad internacional está dividida en su enfoque hacia Venezuela. Mientras algunos países apoyan a la oposición, otros respaldan al gobierno de Maduro, lo que dificulta una acción unificada y efectiva para resolver la crisis. • ¿Y, como uruguaya, tendrá el nuevo gobierno de Uruguay el valor de no alinearse con este régimen y defender la libertad y la democracia en la región? En los últimos cinco años, Uruguay ha mantenido una postura clara contra el régimen de Maduro, defendiendo la democracia y los derechos humanos. La decisión del presidente Luis Lacalle Pou de vetar la presencia de Maduro, Díaz-Canel y Ortega en la asunción de Yamandú Orsi marcó una posición firme en contra de estos regímenes. La respuesta del nuevo gobierno dependerá de su postura política, las dinámicas internacionales y la presión de la comunidad global.