La prensa del mundo entero ha dado profusa información sobre la tragedia que se produjo cuando un grupo de cuatro personas y quien conducía la nave murió, se implosiono, cerca de los restos del Titanic. El hecho tiene consecuencias que trascienden el suceso en sí. Y nos recuerdan los principales desafíos que nos toca enfrentar en estos tiempos. Por lo pronto, digámoslo ya, esta tragedia puede compararse por múltiples razones a la del Apolo IV. Cuando pereció toda la tripulación a principios de la década de los setenta de regreso a un vuelo tripulado a la luna.
El proceso de expansión siempre va a ser el mismo. Primero se descubre, después se explora. A partir de allí viene la colonización. Hoy necesitamos terminar de colonizar al planeta, y empezar a conocer el espacio. Sino nuestra existencia no se extenderá por mucho tiempo.
Es imposible entender nuestro futuro sino tenemos en cuenta el desarrollo demográfico. Y comprender porque debemos cuidar el planeta y salir al espacio. Sino hacemos las dos cosas bien no tenemos futuro.
Ver quién y como lo hace. Y para qué. El ecologismo restaurador nos lleva al desastre. La tierra no será la misma. Nuestro primer deber moral es sobrevivir como especie. Ya lo dijo Isaac Berlin y tenía razón.
La conquista del subsuelo marino esta vinculada a la del espacio. El descubrimiento de América, por parte de Colon, constituye una epopeya que puede servirnos como antecedente. El desarrollo demográfico es el hecho determinante.
En el primer año del siglo veinte, éramos 1700 millones diseminados en el planeta. En 1960 dos mil quinientos. En 1987 llegamos a los cinco mil millones. Hoy estamos cerca de los ocho mil.
El subsuelo marino más profundo, es de diez mil metros. La fosa Las Marianas. Al sur del Japón. Tiene 2550 kilómetros de extensión. Forma de media luna con un ancho en la parte central de 69 kilómetros. James Cameron, el famoso director de cine, pudo acercarse lo suficiente para fotografiarlo. El punto mas alto de la tierra, el Everest, no llega a los ocho mil metros.
Solo siete veces salimos los humanos de la tierra. Para ir cerquita. A la luna. Y hace cincuenta años que no salimos más. Eso no quiere decir que no se haya progresado. Estamos explorando Marte por cuenta de nuestras tecnologías. Casi a diario descubrimos nuevos sistemas solares. Detectamos ondas gravitacionales. Sabemos que la tierra es finita, el universo infinito. Al menos por ahora para nosotros.
En que punto estamos. Bueno asumirlo. Vamos a un ejemplo sencillo, que puede orientarnos. La tierra es la misma. Tiene la misma extensión, profundidad y espacio. Los humanos somos cuatro veces más.
Un matrimonio común. Recién casados, quieren tener un hijo. Tienen familia y se encuentran que nacen cuatrillizos. Una gran alegría y una soberana tragedia. Viven en un apartamento de un dormitorio. Lo que deben hacer esta claro. En lo inmediato, aprovechar ese espacio lo mejor posible. A partir de allí aumentar los ingresos, ser mas eficientes, y salir a espacios mas amplios para sobrevivir. Bueno, eso es lo que sucede hoy a los humanos. Es esto una simplificación, pero creo que viene a cuento para entender el problema.
Aparecimos en África. Después de un tiempo cruzamos a territorios templados. Nos reproducimos mejor que especies parecidas. Luego nos dimos cuenta que también en las superficies más frías podemos vivir. Y seguimos llegando a nuevos territorios. Eso permitió posesionarnos en América. En virtud de los grandes fríos. Hace entre treinta y diez mil años. Los hielos se fueron. Quedaron pocos humanos en América sin poder salir. Los camellos hicieron el camino inverso. Surgieron en territorios que hoy pertenecen a Canadá, y llegaron a África. Donde se adaptaron en virtud de sus jorobas y por eso sobrevivieron al calor como antes al frio.
No estamos en dificultades porque hicimos las cosas mal. Estamos en problemas porque las hicimos muy bien. Hicimos un milagro. Las hicimos tan bien que a pesar de que nos cuadruplicamos estamos viviendo mucho mejor y tenemos opciones.
Somos si muy egoístas. Nos enfrentamos entre nosotros y entonces, para vencer unos a los otros, es cuando nos esforzamos en investigar y desarrollar nuevas tecnologías. El gran problema es cultural. Tenemos que hacer ese esfuerzo para sobrevivir. Con muy poco hemos logrado mucho en esta materia. Para la conquista del espacio, desde que llego el hombre a la luna, movilizamos cuatrocientas mil personas. Y se invirtieron unos 106 mil millones de euros, 123 mil millones de dólares aproximadamente. Nada o casi nada. Tenemos que cambiar nuestras cabezas. Ahora hay que investigar no para vencer en la tierra. Hay que llegar al cielo para sobrevivir.
El otro problema es observar con que modelo de gestión vamos a hacer esa investigación. Si va a ser a través de los Estados. Como hasta hace poco. O con participación de particulares. Incluso si estos últimos serán los encargados de llevarnos a otros sitios. La empresa privada puede llegar con mayor prontitud. Pero también mayor peligro. Hay que definir una vez colonizado territorio quien lo va a administrar. El poder va a estar no en los que descubran las tecnologías, sino en los que las usen mejor. Los chinos descubrieron la imprenta siete siglos antes que los europeos. Pero como eran una sociedad muy segmentada, no les sirvió tanto como a los europeos. Que eran mas abiertos, o se habían abierto más desde un siglo antes. Me refiero a los siglos XV y XVI.
El descubrimiento de América, como antecedente, puede sernos de utilidad. Aunque en forma muy limitada, por cierto. Por lo pronto. Colon no fue el primero. Antes lo habían hecho los Vikingos. A mí me parece que Colon no tiene parentesco con la llegada del hombre a la luna, sino los Vikingos. A ver si soy claro. Primero se descubre. Para para posesionarse en el sitio, hay que progresar, mejorar tecnología. Desarrollar recursos y capacidades. Eso es lo que estamos haciendo ahora.
También es importante vislumbrar escenarios. Cuando llego Colon, encontró seres inteligentes con un menor desarrollo intelectual, por lo menos en cuanto tecnologías y recursos importantes. Ahora va a ser distinto. Si nos comunicamos con otras vidas inteligentes en el espacio, debemos estar preparados para saber que casi seguramente tendrán un mayor desarrollo intelectual que nosotros.
A partir de allí, Charles Darwin puede ser de utilidad. Hizo un libro sobre el origen de las especies, asi lo titulo. Pero mas que eso, creo que nos dio una idea de como se desarrolla la vida en la tierra. Al hacerlo, en realidad, facilito un razonamiento para entender los procesos de vida inteligente en el universo. Ya sabemos que no somos únicos. Entonces aceptemos que cuando dos especies comparten un territorio una gana y otra pierde y no hay otras alternativas. Debemos tomar recaudos. No en vano Stephen Hawking nos recomendó no apurarnos. También aceptó que nos están observando de afuera.
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