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TABARÉ VIERA, precandidato colorado: Los libertarios, cuando hay una emergencia, corren para el Estado

TABARÉ VIERA, precandidato colorado:  Los libertarios, cuando hay una emergencia, corren para el Estado
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Tiene décadas de política en su mochila y sigue en la brecha peleando por su alicaído partido Colorado. Hombre de hablar pausado, no cae en frases rimbombantes ni consignas marketineras, mas bien invita al diálogo. No se puede subestimar a este riverense en una interna partidaria muy competitiva.

Por Jorge Lauro y Alfredo García / Fotos: Rodrigo López

PERFIL:
Nació el 7 de abril del 55, en la Primera Sección de Rivera. Sus padres eran maestros. Fue a la Escuela Rural Número 20. Tiene una sola hermana diez años menor. Tuvo un pasaje por la Facultad de Odontología. Tiene dos hijas mujeres; dos hijos del corazón, hijos de su señora; y tres nietos.

¿Cuándo se dedica a la actividad política?

Yo me enganché en la vida política en mis épocas liceales.
En el año 71 el entonces senador Guido Machado Brum, oriundo de Rivera, me invita para integrar a la Juventud. Yo no voté, pero trabajé en la campaña electoral. Milité en la Juventud Batllista. Y bueno, después, en el 73, vino el golpe de Estado y ahí hubo un gran parate en el interior. En el año 80, cuando el plebiscito, me reincorporé.

Rivera votó por el Sí.

Ganó el Sí, es verdad. Eso también hace parte de la historia. Porque trabajar en aquel momento en contra de la reforma dependía mucho de los jefes de Policía. En Rivera había un jefe de Policía muy botón, era coronel. En Montevideo se pudieron hacer algunas cosas, pero en Rivera no se podía hacer nada, era todo clandestino. La primera reunión que hicimos fue con Jorge Batlle, en la casa del Dr. Altivo Esteves, con el senador Guido Machado y quince personas. Al otro día Jorge Batlle llegó a Montevideo en la Onda y lo estaban esperando y lo prendieron porque era una reunión con proscriptos y los llevaron también a ellos. Entonces fue duro trabajar allí, por eso perdimos la elección. En el año 82 fueron las elecciones internas, nosotros promovimos una Coordinadora de Agrupaciones Batllistas, previendo que el pachequismo iba a ser muy fuerte y, de alguna manera, de esa Coordinadora Batllista formamos el movimiento que sigue hasta hoy. En el 84 llevamos al Dr. Esteves como candidato a intendente y yo salí electo diputado con 29 años.

¿Por qué Rivera tiene ese gen colorado?

En Rivera, históricamente, se sucedieron gobiernos blancos y colorados. En el 58 y en el 62, la Intendencia fue blanca. En el 66, fue colorada. En el 71 ganaron los blancos y en 73 ganaron los verdes. En el 85 volvimos a ganar los colorados. En el 89 ganó el Partido Nacional. En el 94 recuperamos el gobierno colorado.
En el 2000 gano yo y salgo reelecto en el 2005, y a partir de ahí yo creo que ganamos porque tenemos un proyecto de gestión exitoso.

El voto de intendente es mucho más local que otra cosa.

Totalmente. Y la gente lo entendió rápidamente y vota con un criterio en la elección nacional y con otro criterio en la elección departamental. En la elección departamental vota el vecino, vota la gestión, vota otra cosa.

Si fuiste reelecto, se puede decir que te quieren los riverenses.

Bueno, aparentemente, siguen votando al proyecto porque yo tampoco volví a ser candidato y después he promovido la renovación.
Votaron a Richard Sander, que era mi Director de Hacienda.

¿Cómo es gobernar en un departamento tan especial?

Los departamentos de frontera son distintos. A ver, el Uruguay es territorialmente pequeño, pero muy diverso. Una cosa es la capital, otra cosa el interior, pero tampoco el interior es todo igual. Una cosa es la frontera con Argentina y otra la frontera con Brasil. Otra cosa es el centro, y la frontera con Brasil no es igual a la frontera con Argentina. Por eso yo creo, como batllista, en el Estado presente y el Estado desarrollista y en que hay que tener políticas de desarrollo para cada región. Y estoy proponiendo una Dirección de Proyectos de Desarrollo. Creo que hay que fomentar, estimular la inversión, pero a su vez con equidad, contemplando la potencialidad de cada región. Para eso está la la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, que no sea solo de Presupuesto. Y hoy tenemos herramientas constitucionales.

¿Cuáles?

Yo luché mucho por la reforma constitucional del 96, que la gente la recuerda mucho más por por lo electoral que por otras cosas muy positivas que tuvo. Una de ellas fue la descentralización. Y no está todavía bien usada porque la Comisión Sectorial administra el Fondo de Desarrollo del Interior. Pero solo una parte del Fondo, que es el 40%; pero el 60%, que deberían ser proyectos de los ministerios, no pasa por allí. Tenemos ahí una herramienta para el desarrollo, para hacer sinergia en los recursos nacionales. Y Rivera tuvo importantes transformaciones. De un departamento fronterizo dedicado básicamente al comercio y con muchas ilegalidades…

Los vicios de frontera.

Se vive como algo natural. Delito es matar, pero no es comprar en el otro lado. Pero, en definitiva, ha sufrido transformaciones bien importantes. Las dos se dieron en el primer período de Sanguinetti. Una fue la de la ley de los Free Shops en el año 96. Ahí está el típico ejemplo de política sectorial. Vivíamos en aquel momento esos vaivenes de diferencia cambiaria y en la frontera es terrible.

De las vacas gordas a las vacas flacas de un día para otro.

Pero realmente la creación de los comercios llamados Free Shops fue un antes y un después para el comercio de Rivera. Se generaron miles de empleos directos e indirectos y mejoró mucho la vida comercial de la ciudad.

¿Y lo otro?

La ley forestal, desde el 87, que transformó toda el área, porque además Rivera tiene, con Tacuarembó y parte de Cerro Largo, lo que yo llamo “la otra forestación”. Todo el mundo, cuando se habla de forestación, piensa en las pasteras y en la forestación para celulosa, pero en Rivera básicamente son montes de calidad: pino y eucalipto no papelero. Montes cuidados, podados con turno final a los 20 o 25 años. Incipientemente, de alguna manera, se ha roto el cerco y se empieza a establecer o a desarrollarse la industria vinculada a la madera. La fábrica de tableros. La fábrica de bobinado de árboles. Eso todavía tiene que evolucionar más. En el 2008 sucedió la crisis financiera, que empezó justamente en la crisis inmobiliaria. El mundo inmobiliario que explotó y eso afectó directamente a una de las principales consumidoras de madera que construyeron estas casas. Y eso afectó bastante el desarrollo industrial. Pero se va a desarrollar más. Y después el avance de la agricultura. La tecnología de la genética fue mejorando también la parte agropecuaria, sobre todo en el este del departamento, que es la zona con los campos mejores del departamento. La zona forestal, que es el centro y el oeste del epartamento. Y el comercio de la ciudad. Y con algunos proyectos que están por ponerse a funcionar en minería en el sur del departamento. Entonces, el departamento tiene otra composición económica, pero todavía resta avanzar en lo social.

Pero la inequidad sigue siendo muy grande.

Exactamente. Todavía sigue siendo necesario avanzar en las soluciones, como la idea del derrame, porque sigue siendo de los departamentos con indicadores más bajos de desarrollo.

¿Qué población tiene Rivera?

Ahora, ciento diez mil habitantes en todo el departamento.

¿A qué le atribuyes eso? ¿A una política central o local?

Hay de las dos. Creo que hay que aportar más políticas de reparto social. Pero también las fronteras en general son receptoras de mucha inmigración interna y externa. Rivera hoy tiene mucho inmigrante porque está en el camino de los inmigrantes venezolanos y cubanos que vienen cruzando el Brasil, y hay unos cuantos que se quedan. Sí hay un número muy importante y brasileros que vienen, es muy cosmopolita.
Ha influido mucho la construcción de una cárcel en Rivera. Nosotros luchamos mucho por una cárcel nueva en Rivera, porque la cárcel que había era vergonzosa. Pero se terminó construyendo una cárcel de alta seguridad para cuatrocientos reclusos, que ahora creo que tiene como setecientos. Y están lejos. Empezaron a llegar personas privadas de libertad del sur. Las mandan para allá y atrás va la familia.

¿Está muy complicado el tema con los narcos?

Ha cambiado mucho y hay influencia de las bandas brasileras. Han entrado a barrios de Rivera y ahí hay una lucha territorial. Por eso estamos en las noticias. En ese sentido han cambiado todo. Rivera tiene índices malos de delincuencia, de desarrollo humano, de necesidades básicas Insatisfechas. Todavía queda mucho por avanzar.

¿Y qué lo llevó a abandonar ese departamento con todas esas condiciones?

Yo no lo abandoné jamás. Yo no me postulo porque soy un hombre de partido. A mí me dan siempre trabajo. Me han convocado.

Es malo Sanguinetti, ¿eh?

Pero tampoco es Sanguinetti. El sector sector Batllistas decidió tener candidato propio, en la asamblea que hicimos el 16 de diciembre, con delegados de todos los departamentos (se tiene una estructura política de los diecinueve departamentos) que me honraron con esta distinción y yo no le he dicho nunca que no. Y además Rivera tiene muy buena representación en el sector y el partido.

Porque votan bárbaro los colorados en Rivera.

Pero votan bárbaro por algo. Y están haciendo un muy buen trabajo. Además, está en buenas manos. O sea, puedo aceptar un compromiso nacional porque creo que tenemos para aportarle al resto del país. Y al revés. Creo que justamente la fortaleza de mi candidatura en la interna colorada es que tengo experiencia de gobierno. Con buenos resultados además, porque la experiencia da una foja, da un currículum, y eso es público. Entonces tengo experiencia de gobierno y conozco el Uruguay y vengo del Uruguay profundo, y una de las cosas que me motivan es que pueda hacer más por el Uruguay integral. Que a veces mucho se parece a los barrios de Montevideo, porque yo conozco y ando en los barrios de Montevideo. Me encuentro con mucha gente de Rivera en los barrios, se parecen mucho los barrios de Montevideo al interior.

Se define como batllista del primer batllismo. No jorgista.

Yo soy batllista ortodoxo. Jorge era muy entusiasmante y encantador. Pero tengo coincidencias y diferencias. Yo soy batllista en el sentido de que soy liberal. Creo en la libertad como valor fundamental en todo. También en lo económico. Creo en el libre mercado y en la competencia, pero creo también en el rol del Estado presente. Aquello de tanto mercado como sea posible. Sí, porque la inversión privada es fundamental, pero tanto Estado como sea necesario y hasta los más liberales –creo que están de moda los ultraliberales, los libertarios–, cuando hay una emergencia, corren para el Estado. Sí, mirá ahora con la venta del frigorífico Marfrig.

Sí, ahí se acabó la libre competencia.

Pedían que se meta el Estado en lo más delicado, que es un negocio entre privados. Claro, el Estado está, entre otras cosas, para asegurar que haya una libre competencia.

Realmente la interna colorada es una incógnita muy grande.

Seis candidatos. Yo creo que está bien. Primero, porque en un partido libre todos somos elegibles y electores. Sí, pero en este momento además al partido le hace bien que tenga un abanico de ofertas y que todos los colorados que hayan votado, dentro del partido o fuera de él, o simpatizantes puedan encontrar un espacio donde sentirse representados. Entonces creo que al partido le hace bien y tenemos en eso matices y diferencias. Además de trabajar por el partido. Hay candidatos que representamos sectores claramente del partido, por lo menos tres sectores claros. Después hay candidatos que tienen otro enfoque diferente y que hacen campañas más en lo personal. Y me parece bien. Este es un partido libre de hombres y mujeres libres. Libre. Y vamos a ver cuánto pesa eso en la elección interna, que es muy especial. La elección interna, que no es de voto obligatorio, que vota el 40%. Por eso creo que las encuestas se equivocan, porque es muy difícil técnicamente saber qué va a pasar.

Es muy bravo.

En una elección en la que vota el 40% y que nadie dice que no va a votar. Al que le pregunte a quién votaría, responde: “Votaría a Juancito”, pero, después de pronto está dentro del 60% que no va a votar.

Y va a afectar que votan las estructuras.

Tampoco creo que las encuestas ponderen la diferencia de los departamentos. El caso de Rivera es un voto cautivo que te votan en Rivera y en Salto con Coutinho. En las tres últimas elecciones, en Rivera, hemos votado más o menos lo mismo, más allá de quién fuera el candidato.

¿Se puede llegar a ganar, ganando solo Rivera y Salto?

Yo creo que solo no, pero influye mucho. Pero de cualquier manera tenemos una estructura importante y un buen trabajo. Yo estoy muy contento con la campaña que hemos hecho y con la estructura que tenemos y con lo que se está trabajando. Pero, a ver, las encuestas no resisten un cálculo aritmético. La última encuesta de Cifra le da al PartidoColorado el 7% de los votos. Y si hablamos de que va a votar un 40%, esto es un millón de votos, aproximadamente, un 7% serían setenta mil votos que sacaría el Partido Colorado y ya. Y a mí me da el 7% del Partido Colorado. Cuatro mil novecientos, ¿no? O sea, sacaría la mitad de los votos de los que he sacado en Rivera siempre y cero votos en los otros departamentos. Cero. No me va a votar nadie.

Por qué el Partido Colorado, siendo lo que fue en la historia nacional; que, como dijo Wilson, es el nombre que en Uruguay se le da al gobierno, a partir de Jorge Batlle, entra en esa debacle y no ha podido levantar más allá del 12%.

Es una buena pregunta. Yo me he hecho mucho ese análisis y la autocrítica. Los resultados electorales nunca son por una sola causa. Y tanto lo positivo como lo negativo no se gana por una sola razón. Yo creo que a partir del año 2004, que fue cuando el partido empezó a votar mal, se dieron una serie de hechos que hacen que estemos votando mal. En el 2004 se da por la crisis económica del 2002. Y cada vez que hay una crisis de este tipo, el gobierno paga el costo político, o sea, el Partido Colorado pagó. Hoy, a lo largo del tiempo, creo que empieza a valorarse más la salida de la crisis, que fue la que le costó a Batlle muchísimo. Una crisis que fue la crisis argentina financiera que heredamos nosotros. Pero le costó mucho al partido. En segundo lugar, justo en el momento en que el Frente Amplio vino con Tabaré Vázquez y Astori. Fundamentalmente con una campaña muy linda, multicolor, muy alegre, esperanzadora. Una pérdida del miedo de la gente a votar al Frente Amplio. Y en tercer lugar, no menos importante es el proceso de renovación del liderazgo, que hasta el día de hoy viene procesando el Partido Colorado. Después de figuras tan importantes como fueron Jorge Batlle y Sanguinetti, se da ese proceso de renovación del liderazgo que siempre se da cuando faltan los grandes líderes.

Los líderes influyen mucho.

Basta ver cuando se murió Wilson Ferreira Aldunate lo que era Por la Patria. Recuerdo que yo era un joven diputado y se muere Wilson y en quince días se dispersó todo. Cuando murió Luis Batlle o Herrera… Y no es que en el Partido Colorado no hayan aparecido figuras que podrían haber sido la renovación del liderazgo, porque las hubo. En el 2009, aparece Pedro Bordaberry, que llevó el partido al 17%; y en la elección pasada, apareció la figura de Ernesto Talvi, que pareció un viento de renovación, entusiasmando a mucha gente. Pero los dos decidieron retirarse y la política es algo de constancia. De mantenerse, de trabajo. Los liderazgos no se compran, no se regalan, los liderazgos se construyen. Entonces, creo que, una vez más, seguimos en el proceso de búsqueda de la renovación del liderazgo. Pero no porque no la tuvimos, es que los líderes que aparecieron se fueron. Es lo que pasa a veces con las novedades.

¿Cuánto pesa para volver a encontrar un liderazgo la traición de Talvi a su electorado?

A mí, mucha gente que lo votó entusiasmada, incluso gente que vino de afuera del partido, porque hubo toda una renovación ahí del electorado del partido, me dijeron que se sintieron de alguna manera huérfanos y abandonados. Entonces, eso es lo que le ha pasado al partido. Por eso ha seguido votando mal. Porque de alguna manera no encuentra su liderazgo, su renovación y su propia ubicación en el espectro político.

¿Y el partido porcesó bien lo de Talvi?

Es que nadie lo tiene claro, solo Talvi. Nadie sabe lo que le pasó, porque nunca dio una explicación, nunca más apareció. Ni siquiera vive en el Uruguay. Eso muestra que también la ciudadanía tiene responsabilidad en política cuando va a elegir y cuando va a votar. Por eso tenemos que mejorar nuestra educación, porque tenemos que formar ciudadanos.

Y que los outsiders no son garantía de nada.

Tal cual. Claro, aparecen las novedades y se van. Tal vez los partidos históricos, en el Uruguay, que no son partidos de afiliados, no son partidos de masas, tienen muy poco filtro. Claro, no hay barreras de entrada. Nadie analiza demasiado. Si está afiliado y quiere ser candidato y no tiene nada que lo impida… No era procesado, este no tenía nada que ver. Hace una agrupación con todo lo que le pide la Carta Orgánica. Son asambleas por nombre del Comité Ejecutivo, afilian gente y pasa a ser candidato. Ahora se empieza a hablar obviamente de esas cosas, ¿no? A ver si un candidato a presidente tiene que tener una cierta trayectoria, cierta aprobación, el apoyo de parte de la Convención. Pero también somos partidos libres.

Sanguinetti siempre fue muy fuerte en la interna partidaria. Siempre se dijo que no dejaba crecer a nadie.

Sí. Pero de eso tengo mis dudas. Sin duda que es una personalidad. Una figura muy fuerte y está viva y muy viva, muy lúcida. Pero digo: ¿hasta cuándo? A ver, yo lo aprecio mucho y lo admiro. Entonces no soy demasiado objetivo. Pero en política nadie regala nada en ningún partido, es una actividad competitiva. Esa cosa de dar pasos al costado nunca corrió mucho. Eso de cómo los correligionarios me robaron los correligionarios. No, se fue solo como la novia. Da mucha rabia. Pero perdiste.
Entonces, lo de Sanguinetti, yo creo que él más que nadie quiere tener el partido vivo, grande y que aparezca renovación.

¿No metieron la pata en las elecciones pasadas al no dejarlo presentarse a Pedro?

Yo hubiera querido que sí. Hoy se habla de que a lo mejor viene Pedro después de la elección. Hubiera preferido que hubiera estado en la interna, porque aquí es donde había que dar la batalla. Pero si mañana quiere sacar una lista al Senado, fantastico. Ahora la legislación no le prohíbe a nadie sacar una lista al Senado.

Pero si el partido dice que no…

El partido oficialmente no dijo nada. Él le pidió opinión al candidato
Y al líder de otro sector que era Sanguinetti, y le dijeron que no le parecía bien, si no había participado en la interna, una disputa que da mucho trabajo, que después viniera a último momento a sacar una lista, y él acató, pero podría haberla sacado. Nada ni nadie se lo podría impedir.

O sea que ahora es una posibilidad abierta.

Ahora, si lo quiere, puede sacar y a mí no me parece mal y me parece bien. Yo quiero todos los colorados dentro de los colorados, trabajando.

¿Pero a los ojos de la ciudadanía, que venga la derecha que representa Pedro, no aleja al batllismo?

Nosotros tendremos nuestra expresión dentro del Partido Colorado. Yo me siento batllista y soy un representante batllista. Yo creo que ser batllista es mucho más que ponerse el rótulo, ¿no? O gritar y golpearse el pecho. Uno lo demuestra con sus ideas, con su discurso, con su programa, con su acción. Pero soy batllista porque he vivido y actuado como batllista. También Pedro carga con su apellido, yo no sé cuánto es de derecha. Lo de la derecha y la izquierda tendríamos que entrar a charlarlo largo y tendido, y mirar adentro del Frente Amplio cuánta derecha y cuánta izquierda hay. Como lo de conservador o progresista, ¿no? O en el Partido Nacional. Hoy no creo que, por ejemplo, el Presidente de la República sea un herrerista tipico. No lo es.

Progresista tampoco es.

Porque tendríamos que entrar a definir qué es progresismo, qué es conservadurismo. ¿Es derecha o izquierda? Los partidos hoy tienen un abanico muy amplio, todos los partidos.

El Partido Colorado siempre tuvo una pata batllista y otra que pudo ser riverista a veces. No pasó la vez pasada.

Sí, es verdad. Por eso digo que todo suma. No creo que alguien deje de votar. No hay suma que resta, eso es muy difícil. En política, en general, puede haber una suma que resta, pero son pocas.

¿Con quién de los otros candidatos se siente más cerca?

No he hecho ese análisis. Y después de la elección interna lo podemos hacer.

No se la juegan nada. Son todos unos cobardes, tienen miedo.

No, no es miedo. No es un análisis para este momento. Me siento muy seguro y muy contento con lo que soy y lo que represento. Y estoy comprometido con eso. Y estoy trabajando para ganar. Por lo tanto, no he hecho ese análisis. De verdad, no lo he hecho. De quién me siento más cercano. Tengo una buena relación con todos. Y creo que son todos muy buenas personas. Y tengo matices con todos. Todos tenemos una diferencia y un matiz. Pero creo que pasado el 1 de julio, cuando gane la elección, los voy a llamar para conversar.

Pizarreando lindo. Ahora el partido va a ser la mascota del Partido Nacional, si es que gana la Coalición Republicana.

Nosotros no somos furgón de cola de nadie y mucho menos la mascota. Nosotros somos socios de una coalición. Por algo no somos un partido y dudo que lo seamos. Hay algunos que llegan a opinar que sí. Nosotros somos una coalición electoral, para empezar. Y no hay que tener vergüenza de decirlo, porque los políticos tenemos una primera obligación que es ganar las elecciones o intentar ganar las elecciones. Porque, por más buen
candidato que tengamos o por mejores intenciones o programas de gobierno, si no se gana la elección, no se puede llegar a hacer nada. Entonces, por ahí nacen las coaliciones en el mundo entero y también ha pasado en el Uruguay. El Frente Amplio enel 71 es una coalición que juntaba cosas que nunca se podían juntar. La famosa colcha de retazos.

¿En qué se basa esta coalición?

En un programa básico que ponemos en común. Después tenemos diferencias y matices. Y eso es lo que votó la gente. La gente votó un cambio y por eso votó a la coalición. Y ese es mi compromiso. El compromiso no es ni con la coalición ni mucho menos con el Partido Nacional, que fue el que votó mejor y lidera la coalición. Pero pero no es con ellos, es con la gente que nos votó para tener ese gobierno. Y colorado como soy, que somos, porque creemos en la ética de la responsabilidad, estamos comprometidos con eso, con la gente y con ese programa, y por lo tanto en sacar adelante un gobierno. Tratando de dar lo mejor de nosotros en nuestra responsabilidad, en la que nos tocó. Dentro de la coalición, como ministro de Turismo, en un momento tan difícil del turismo, o en el Parlamento. Dar lo mejor, diciendo amén y que sí a todo, no

¿Pero no ha habido un seguidismo hasta exagerado?

No, la firmeza o la fuerza no se demuestran solo vociferando.

Cabildo la mostró vociferando.

Bueno, son estilos, yo prefiero el nuestro, Por eso reclamamos de la coalición. Si vamos a seguir en coalición, que es un tema que no lo estamos tratando ahora, tal vez después, pero seguramente vamos a intentarlo. Pero tiene que tener otro funcionamiento, requerirá organización interna, más institucionalización, espacios más allá de las coordinaciones parlamentarias o en el Ejecutivo de los líderes. Tiene que haber reglas de juego claras y, sobre todo, ámbitos de debate, de discusión, donde resolver los temas. Nosotros tuvimos muchas diferencias y las resolvimos donde las tuvimos que resolver, negociando. Yo me quedo con el estilo de la coalición y no con el del Frente Amplio. En el tratamiento de algunos temas, porque yo viví en la oposición cuando iban los proyectos del Ejecutivo, en el gobierno del Frente Amplio y exponíamos razones en el Senado y en diputados. Algún miembro del Frente Amplio, en la corta, me decía: “Vos tenés razón y dejalo expresado, bien expresado, en la versión taquigráfica, por el espíritu de la ley. Pero nosotros ya no podemos negociar más”, porque las negociaciones eran tan delicadas y justas en la interna del Frente Amplio que no les permitían negociar más. Así que yo de eso puedo hablar mucho.

¿Y ahora?
Y, sin embargo, puedo hablar de ejemplos como la LUC, que nosotros conocimos el proyecto del Poder Ejecutivo en el mismo momento en que lo conocieron toda la prensa y todo el sistema político, y en el mismo momento que el Frente Amplio. Iniciamos un trabajo que sacamos, un proyecto que el 80% fue diferente del que vino, porque a nosotros nadie nos dijo nada de lo que teníamos que votar y cambiamos temas tan importantes como la desmonopolización de Ancap, por ejemplo. Entonces digo: ser firme no quiere decir ser gritón, o peleador o desagradable. Yo tengo matices, tengo diferencias y las tendremos, Solo que tenemos una responsabilidad que es el gobierno y con la gente.

Es lógico que tengan la expectativa o hasta el discurso de: “Voy a ganar”, pero, según las encuestas…

Ya dije que no creo en las encuestas. Nosotros vamos a tener una coalición en la que el Partido Colorado va a ser cada vez más fundamental y vamos a tener nuestro peso para llenar esa coalición de nuestras ideas, de nuestros principios, de nuestro programa, para que sea más batllista. Y bueno, transaremos en donde podamos transar, como todo gobierno de coalición en el mundo o como el gobierno de coalición del Frente Amplio, que unió tupamaros con cristianos.

¿Visualiza un mejor funcionamiento de la coalición con una persona como Delgado, que no es tan personalista como Lacalle Pou?

Yo creo que la experiencia de más de cinco años va a ser muy útil para que tengamos un mejor funcionamiento en ese sentido. Repito, tuve una experiencia en la que a mí nunca me dijeron: “Esto hay que votarlo sí o sí”. El funcionamiento republicano con separación de poderes funcionó desde los proyectos de ley que del Ejecutivo vinieron al Legislativo, acá, los dimos vuelta, los negociamos y llegamos a acuerdos en lo que pudimos llegar.
Creo que debe haber un funcionamiento más orgánico, más allá de los actores, por el bien de la propia coalición, para que las cosas tengan un ámbito, porque hay temas que están fuera del acuerdo básico programático, porque cinco años es mucho tiempo, aparecen cosas, te pasan cosas y porque además todos tenemos algo más para proponer o para negociar. Yo creo que eso es natural y se va a dar y vamos a ir mejorando el funcionamiento de la coalición.

¿La idea es armar un compromiso país para octubre o después, como hicieron la vez pasada?

Bueno, eso no está claro. A mí me gustaría que para octubre tuviéramos algunos puntos en común ya acordados. Pero es natural que en octubre haya una competencia y que cada uno pueda tener su impronta para que la gente, además del candidato, vote por una propuesta.Para mi los debates políticos, y así lo he hecho en cada instancia electoral, deben ser de ideas. Debate programático y de visión de país. Pero hay un tema en el que yo creo que tiene que haber una política de Estado en todo el sistema político: deberíamos acordar el tema seguridad.

¿Es viable una política de Estado con pensamientos tan disímiles?

Yo creo que sí debería ser, si no, sería de creer en el país. Yo creo que ya está, que en el tema seguridad ya hemos sido oficialistas y oposición. Y basta de pasar raya y contar. Si vos tuviste un homicidio más que en mi época y echarle la culpa a los otros. Hay un compromiso con la gente y tenemos un enemigo. Es un estado de guerra, a esta altura en el mundo, el tema del narcotráfico. Sí. Entonces, digo: ¿habrá otra cosa que una más a una nación que un enemigo externo común? Y hoy tenemos un enemigo externo como es el narcotráfico.

¿Tan común es como enemigo? No hay ninguna posibilidad de que algún sector de algún partido empiece a actuar para ellos.

Yo quiero creer que no. Creo que ninguno estamos libres de que alguien entre de afuera, pero de los que están adentro creo que no. Y creo que todos queremos ponerle freno al narcotráfico. Partiendo de esa base, es hora de que saquemos el tema del debate electoral donde se tiñe. Y ni que hablar que es un tema que para la coalición debería estar acordado ya en octubre. Pero yo aspiraría a sentarme a negociar de una buena vez por todas, porque ya ha habido intentos de negociación y de soluciones comunes. Todos tenemos ideas, algunas son parecidas y otras pueden ser novedosas. Yo lo escuché. Quedé muy contento de que Carolina Cosse dijo exactamente casi las mismas palabras que vengo diciendo en la campaña con respecto a blindar la frontera con tecnología.

Fue el caballito de batalla que llevó al gobierno a la coalición. ¿Cómo se puede abandonar como un tema de campaña?

Nunca lo vamos a abandonar. Es un problema real y que no podemos seguir diciendo: “Porque vos lo usaste en la elección pasada, ahora lo voy a usar yo en contra”. Vos fuiste oficialista y ahora sos oposición y cambiamos. Bueno, tenemos que darnos una señal de madurez del sistema político y decir: “Ya está”.
Primero está la ciudadanía, de verdad. Yo creo que la ciudadanía espera eso del sistema político. Yo estoy dispuesto a sentarme a firmar un compromiso país con ese tema, con cualquiera de loscandidatos o poner a nuestros técnicos para sentarse a escribir algo que cualquiera que gane la elección estemos comprometidos con esa medida. Creo que es un enemigo común, como si tuviéramos una guerra. Los invito a través de Voces.

Bueno, el Partido de la Gente desapareció. ¿Se desinfla Cabildo Abierto?

Yo no lo sé. No lo puedo asegurar. Me da la impresión de que, al no ser la novedad… Así como los candidatos también en los partidos se da que despiertan determinadas expectativas y esperanzas que a veces se frustran… Bueno, vamos a ver la segunda elección de un partido que votó bien.

Estuvo arañando los garrones de ustedes.

Sí, claro, para la primera vez es mucho voto. Ahora va a tener que confirmar la marca. No es fácil, Claro, no es novedad.

¿Han valorado el costo que pagaron los socios menores de la coalición?

Los socios menores existen en las coaliciones, mirá el Frente Amplio. Cada elección prácticamente fue cambiando de líder del partido ganador. Lo recuerdo. Las internas de la coalición, a medida que transcurre el tiempo, van cambiando. Vamos a ver en la campaña cuánto votan. Este año las internas van a ser un buen parámetro. Son indicadores. Y después vamos a ver qué va a ocurrir. Todavía hay mucho paño para cortar. Las internas son atractivas. El Partido Colorado empezó a votar mal en el año 2004.
Cuando todavía no existía la coalición. Sí, y ha estado votando en más o menos en ese porcentaje. Yo creo que hay un voto coalición y ahora va a empezar, seguramente. O probablemente hay un votante que vota a la coalición, pero se va a empezar a ver. Hay algunos signos, como le pasó al Frente.

¿Pero hay un voto coalición o un voto anti Frente?

Hay de los dos. Claro, hay gente que no quiere que gane el Frente Amplio porque piensa, y tal vez con razón, que este es la peor expresión del Frente Amplio. Yo pienso que ya el Frente Amplio no es el Frente que tuvo un Tabaré Vázquez, que tuvo un Danilo Astori, que tuvo un Seregni. Pienso que hoy el Frente Amplio está debilitado en sus expresiones electorales, no como personas. No hablo de personas, nunca. Digo como político. Yo escucho a los candidatos o al presidente del Frente Amplio y la verdad siento que son figuras mucho menores.

Pasa en los otros partidos tambien.

No, ahora el Partido Colorado creció. Por eso es mejor. Hoy el Frente Amplio se ha alejado mucho del centro y uno escucha a los candidatos que hoy no tienen el nivel que tenían con Tabaré Vázquez o con Seregni. Realmente hay mucha gente que cree que si no gana la coalición, gana el peor Frente Amplio.

¿Ahora lo visualiza como un riesgo para la institucionalidad?

No, no. Tampoco me gusta el dominio que han mostrado últimamente las corporaciones. Concretamente el PIT-CNT en el Frente Amplio. Realmente a mí los corporativismos no me gustan. Ningún corporativismo me gusta. No me gustan los corporativistas. No son buenos para la vida de un país. No es bueno que el gobierno esté influido por corporaciones ni patronales ni sindicales.

¿Y este no es influido por las patronales?

No. Por lo menos en lo que a mí atañe. No, pero veo la influencia del PIT-CNT tan grande en el Frente Amplio que lo condiciona. Hasta el plebiscito, que evidentemente el Frente Amplio no está de acuerdo. El plebiscito para eliminar las AFAP. No está de acuerdo explícitamente Orsí e implícitamente no está de acuerdo Carolina Cosse porque si no ya lo habría apoyado. Porque además es un disparate y está impuesto por el PIT-CNT.

Los colorados nunca tuvieron peso en el sindicalismo.

Ese fue un debate que se dio en el año 85, 86 en el Partido Colorado. Un debate institucional. Y se decidió seguir nuestro pensamiento liberal, en el sentido de que el partido como partido no podía trabajar ni influir en los sindicatos ni en ninguna corporación. Fue una decisión que se tomó. Si vamos a trabajar a nivel del movimiento estudiantil, o del movimiento obrero, que cada uno decida a título personal, obviamente. Y ustedes discúlpenme, pero lel PIT-CNT es absolutamente ideologizado en su trabajo político partidario que hace con el Frente Amplio, al punto que el presidente del PIT-CNT se fue de presidente al Frente.

Lo reclutaron.

De vez en cuando se les escapa alguna.

Para los colorados no fue nadie.

No, porque hemos votado bajo. Claro. Si hubiéramos votado alto, capaz que venían para acá. ¿Tenés alguna duda?

¿Cuánto puede pesar en las elecciones la sensación de cierta corrupción en el gobierno?

Pero yo no veo que la haya. Creo que ha habido, seguramente. No más que en el Frente Amplio. En el gobierno del Frente Amplio terminó procesado un ministro de Economía o un presidente del Banco República por abuso de funciones o lo que sea, pero todos sabemos por qué fue. Si hablamos de sensación de corrupción, miremos allí. Yo no voy a decir que el Frente Amplio es corrupto porque tuvo tres o cuatro corruptos. Ningún gobierno está libre de tener malos funcionarios que cometan errores o que cometan delitos. Lo importante es qué se hace con ellos.

¿Y qué se hizo acá?

Fueron presos. Porque se investigó. A ver, en caso de cuál, ponga usted el ejemplo Artesiano. Lo sacaron de adentro de la presidencia.

Y siguen apareciendo cosas.

Pero apareciendo ¿qué? Manija política, ¡no sea lo malo! ¿Qué cosa grave o qué cosa diferente?

El caso Marset sigue siendo inexplicable.

Sí, pero en el caso Marset, primero, se está investigando en la Justicia, como debe ser. Pero el caso Marset es que le dieron un pasaporte que no tenían cómo negárselo. No estaba ni siquiera requerido en el Uruguay. El hecho de haberle dado un pasaporte no es lo central. Ahi hubo otros temas que se están dilucidando, que se enredaron los propios intervenientes en medio de algo. Entregarle el pasaporte a Martset en ese momento no fue un delito.

Del caso Cardoso ni hablamos, ¿no?

Hablamos, sí, yo hablo de todo. Hubo dos investigaciones, una en el Parlamento y otra en la Justicia. Y las dos cosas terminaron sin sin probar nada y archivándose. Por lo tanto, yo estoy a lo que resultó de las investigaciones, dos investigaciones, una parlamentaria y otra en la Justicia. Se terminó el tema. A ver. Nadie está libre, repito, de errores o de delitos. Nadie. Yo por eso no voy a decir que un partido es corrupto o que un gobierno es corrupto. Después están los manejos políticos electorales y este, pero yo creo que tenemos un país maravilloso, con una democracia fuerte, una vida institucional en que se respetan todos los derechos. Y tenemos que cuidarlo.

¿No tenemos una Fiscalía cooptada por la izquierda?

No, no es eso. Tenemos una Fiscalía que no estaba evidentemente preparada para la aplicación del nuevo Código Penal, que le faltan obviamente recursos, muchos recursos. Y que creo que no todos los fiscales están preparados para el nuevo rol. Sobre todo para la presión del gran trabajo que tiene. Es indispensable solucionar eso.

¿Y cuál es el problema que no se pueden poner de acuerdo con un Fiscal de Corte?

No hay acuerdo, se necesitan mayorías especiales y que se nos enfermó el Fiscal subrogante. Pobre Juan. Yo creo que hay demasiada manija en esos temas. Aunque puede haber alguna cosa, pero que se investigue y la Justicia actuará. Lo que llama la atención a veces, y es verdad, es que hay algunos casos que salen más rápido que otros de la Fiscalía.

Eso dice el Presidente.

Sí, lo digo yo tambien, y lo dicen los tiempos. Hay que medir el tiempo de cada cosa. Tendrán más trabajo determinadas fiscalías que otras. Pero que hay casos en que demoran más en salir los resultados que en otros es real.

¿Ustedes tienen un candidato para la Fiscalía?

Sí podemos tener. A mí me gusta mucho la idea de un colegiado.

Coincidir con Zubía está bravo.

Pará, entonces debo pensarlo. No, pero despersonalizar el poder, sobre todo cuando el poder está tan complicado como ahí, es bueno. Vamos a despolitizar, no que sean cuotas políticas, es posible. Yo creo que es más fácil encontrar a tres que decidir uno. Se barajan muchas cosas. La forma de trabajo y de actuar. Por eso es difícil de llegar a acuerdos para mayorías especiales. Además, son necesarias seguridades en cuanto a la objetividad a nivel técnico.

¿Antes por qué se pudo lograr?

Siempre fue difícil.

Jorge Díaz fue votado por unanimidad.

Yo lo voté y no estoy arrepentido. Antes era distinta la Fiscalía, ahora entró la polémica. Claro, no tenía el mismo rol. La gestión es todo un combo por todo el nuevo Código, los nuevos roles de la Fiscalía, sus dificultades. Los fiscales mediáticos; antes, tanto los fiscales como los jueces no salían tanto. Cuando salía un juez mediático terminaba mal. Sí, yo creo que hubo un cambio en muchas cosas.

¿Cómo se maneja con las redes sociales?

Me manejo bien. No tengo mucho tiempo, entonces lo que uso básicamente es para publicar. Tengo gente que me ayuda, que colabora. La última que entré, porque me negaba, es TikTok. Me negaba rotundamente, pero ahora entré con la condición de que no hago ridiculeces.

¿Cómo trabaja el Partido Colorado para pararse frente a los cambios impredecibles?

El mundo va cambiando y a pasos agigantados. No todo. Y está complicado en todo sentido. Nosotros nos estamos preparando con las ideas y con las propuestas para influir en el país. Sin duda que hoy con la base de la reforma educativa, donde el Partido Colorado, como siempre, en esa materia, hace punta. Es justamente por este mundo que se viene. La revolución tecnológica ya es una realidad, digamos, y eso influye. Por eso hay que preparar a la gente para este nuevo mundo. Por suerte, nunca la tecnología, desde la Revolución Industrial, dejó de generar oportunidades. Lo que tenemos es que ver bien a los perdedores, atender a los perdedores, que son los más debiles. Eso me preocupa. La transición. La computadora hizo perder tres millones y medio de puestos de trabajo cuando salió y creó doce millones de otros nuevos puestos. Pero la base está en la educación. Esa misma tecnología nos da la oportunidad. Nosotros estamos proponiendo, por ejemplo, un bachillerato virtual. Más carreras, es posible en una universidad virtual. Son oportunidades para que nuestros muchachos en medio del campo tengan la oportunidad de estudiar. Hoy, por suerte, el Uruguay ha desarrollado buenas herramientas tecnológicas, buenas comunicaciones.

Las TIC hoy nos permiten muchas cosas.

Justamente son oportunidades y después, obviamente, Uruguay y su inserción en el mundo es fundamental para ese mundo convulsionado y con peligro de guerras. Solos no podemos estar en este mundo. Así que toda la inserción de Uruguay en el mundo es fundamental. Nuestro compromiso es con los trabajadores.

¿Un mundo unipolar que regía hasta ahora o uno más multipolar?

¿Te parece que el mundo fue mucho tiempo unipolar? El mundo y la vida es bipolar. Es bipolar. El yin y el yang. El bien y el mal. Y ese es el problema. Ese es el problema justamente del Partido Colorado. Que con el sistema del balotaje, el que sale tercero tiene la vida complicada. Volviendo al tema, el Uruguay vive en la region, vivimos en un barrio. O sea que tenemos que estar junto a nuestra América Latina y a nuestro Mercosur, que ojalá se abra más. Tiene que seguir trabajando porque tenemos dos problemas con el Mercosur. Uno es la inserción del Mercosur en el mundo y otro es interno del Mercosur, que nos perjudica para los dos lados. En este momento Uruguay, con su mercado pequeño, interno, necesita abrirse al mundo, insertarse al mundo y a su vez no puede estar solo en este mundo. Y en ese sentido la región es fundamental.

¿De quién se siente más cerca: de Lula o de Milei?

En realidad de ningúno de los dos, o de ninguno de los tres. El otro es del Paraguay.

Pero es del Partido Colorado, partido hermano.

Ese partido es homónimo, no hermano.

¿Qué lo diferencia de los demás al partido Colorado?

Nuestro compromiso es con los trabajadores. Por lo tanto, lo primero que nos preocupa y nos ocupará es el empleo y el salario. Pero, después de eso, hay otras cosas que tienen que ver con los trabajadores, que es la calidad de vida. Ahí entran los temas de
la vivienda y la salud. La salud está complicada. Se está complicando la seguridad. Hay que hablar de la educación. Y en ese sentido entonces tenemos claro que hay que mejorar la inversión en el Uruguay, porque si no, no hay empleo. Sin inversión, no hay. Y de ahí viene de la mano la tecnología, de invertir más en tecnología. De ahí viene la inserción de Uruguay en el mundo.

Planteó que está de acuerdo con la jornada laboral reducida.

También tiene que ver con la calidad de vida de los trabajadores. El uso de tu tiempo propio. Por eso nosotros proponemos que entremos al debate de algo que ya es una realidad en el mundo, que es achicar la jornada laboral. A través de los convenios colectivos y atándolo a la producción y a la productividad. Combinando herramientas que hoy existen, no es nada nuevo, ni siquiera en el Uruguay. Jornada de de seis horas o semanas laborales de un día menos. Como Gran Bretaña lo está haciendo. Hay otras experiencias con Portugal, Francia, Bélgica, o combinar con el trabajo a distancia o semipresencial. Para que los trabajadores tengan más tiempo para sí, para disfrutar la vida. Cada uno debe ser el dueño de su tiempo.

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