El próximo día internacional de la mujer se acerca y la única novedad parece ser la definición del Pit-Cnt de realizar un paro general solo de mujeres.
¿Se ha avanzado algo en la situación de la mujer en el último año? ¿Existen diferencias en las políticas aplicadas por el Frente y la Coalición? La consigna de la central obrera de un 8M Anticapitalista ¿convoca o excluye? ¿La marcha de las mujeres es representativa de todos los feminismos? ¿Cómo deben apoyar los hombres esta manifestación?
Feminismo y libertad
Celina McCall
Me resulta difícil tratar de este tema. Conversando con mi hija, sus amigas, y sobrinas, me doy cuenta de que, en lo que a él se refiere, soy del paleolítico. Básicamente, soy de otra época. Entiendo poco del grado extremo a que ha llegado una lucha que, como decía Simone de Beauvoir, “es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente”. Ella decía: “Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que sea la libertad nuestra propia sustancia”. Y las feministas de hoy actúan exactamente al revés, imponiendo su pensamiento a todas por igual, olvidándose por cierto del espíritu individual de cada una.
Crecí con dos mujeres fuertes en el poder, Margaret Thatcher y Golda Meir, sobre las cuales – estoy segura – pocas escucharon nombrar. También me sirvieron de modelo dos actrices que, a su modo, abrieron camino al feminismo: Brigitte Bardot en Francia y Leila Diniz en Brasil, la primera que osó mostrar con orgullo su barriga de ocho meses en público.
Crecí en una casa de mujeres, con una matriarca de fuerte carácter, que era mi abuela materna. Empecé a trabajar a los 17 años en una redacción dominada por hombres que me acogió con cariño y respeto y en la cual nunca me sentí disminuida ni maltratada por mi condición de mujer. Respeté y me hice respetar. Hoy algunas manifestaciones del matriarcado me hacen sonrojar. ¿Si no te amas a ti mismo, quién lo hará?
¿Hubo avances? ¿Hay diferencias entre políticas de género de izquierda y de derecha? Obviamente que sí para ambas preguntas. Pero las primeras tienen mucho más de palabrerío que de acciones positivas en general. Como todo en la vida, hay que lucharla, no esperes nada de nadie, sino de ti mismo.
¿Paro exclusivo de mujeres? ¡Otra forma de discriminación! ¿Se quedaran los hombres en casa para ayudar con los hijos? ¿Lucha anticapitalista? Si fue el capitalismo el que sacó a miles de mujeres del estado de sujeción al padre o al marido, dándoles oportunidades de educación y empleo, haciéndolas más independientes.
Es por eso que no marcho el 8M, porque ese mensaje no me representa, está en las antípodas de lo que creo. Las marchas deberían ser inclusivas y representativas de la diversidad, que la hay.
Si la marcha fuese por Nasrin Sotoudeh, abogada iraní condenada a 38 años de cárcel y 148 latigazos por defender a las mujeres que se negaban a acatar las degradantes leyes de su país sobre el uso del velo o hijab, yo ciertamente participaría. Y miles junto conmigo. Pero a eso no se animan, la hipocresía se los impide. Es fácil ser feminista en un país capitalista y con olor a libertad.