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Adrenalina sin límites por Onofre Laborde

Adrenalina sin límites por Onofre Laborde
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Debo admitir que me fascina el automovilismo, desde la infancia veía carreras de Fórmula 1, analizaba los resultados y jugaba al relator deportivo, hasta que desde 2013 empecé a salir en radio hablando de la máxima categoría, y posteriormente descubrí otros tipos de competencia, entre ellas, la NASCAR, campeonato absolutamente competitivo y apasionante que mueve público internacional sin precedentes.

N.A.S.C.A.R  o “National Association for Stock Car Auto Racing” es un asociación automovilística estadounidense que surgió en 1948. Es la competición más popular de coches de serie (Stock Cars) de los  Estados Unidos y una de las más comerciales del mundo. Consta de una treintena de pruebas anualmente con centenares de miles de aficionados distribuidos por todos los Estados, especialmente en el Sur del país, además en países como México, Alemania o Japón.

 

La particularidad de estas competiciones se basa, principalmente, en que se suelen correr en circuitos ovales y son siempre automóviles de serie, es decir, autos cuyo diseño básico es el de un coche salido de fábrica. Para la categoría, las máquinas son fabricada por especialistas, basándose en los perfiles y especificaciones detallados por NASCAR y los motores están provistos por Toyota, Ford y Chevrolet, asegurando un nivel de competición parejo para todos los participantes.

Referente a su historia, la primera circunstancia fue que Daytona Beach se hizo conocida como el lugar para establecer récords de velocidad terrestre mundial, suplantando a Francia y Bélgica como el lugar preferido para los registros de velocidad terrestre, con 8 récords mundiales consecutivos establecidos entre 1927 y 1935. Después de una carrera histórica entre Ransom Olds y Alexander Winton en 1903, la playa se convirtió en la meca de los entusiastas de las carreras y se establecieron 15 récords en lo que se convirtió en el Daytona Beach Road Course entre 1905 y 1935.

La Segunda circunstancia fundamental para ello tiene su origen en el contrabando durante la prohibición, cuando los conductores usaban whisky ilegal fabricado principalmente en la región de los Apalaches en los Estados Unidos. Los denominados bootleggers necesitaban distribuir sus productos ilícitos, y típicamente usaban vehículos pequeños y rápidos para evadir mejor a la policía. Muchos de los conductores modificarían sus automóviles para mejorar la velocidad y el manejo, así como para aumentar la capacidad de carga, y a algunos les encantaba la conducción veloz por las serpenteantes carreteras de montaña (básicamente algunos modelos Ford V8 y otros más fueron los estelares y de elección para el contrabandista, a tal punto que tenía automóviles mucho mejores que los de las fuerzas policiales, tanto locales, estatales y federales), lo cual cimentó también una especie de comunidad entre estas pandillas, las cuales sabían como eludir a altas velocidades a dichos agentes de la ley que intentaban detenerlos.

Sin embargo, la derogación de la prohibición en 1933 fue la que secó algunos de sus negocios, pero para entonces los sureños habían desarrollado un gusto por el alcohol ilegal, y varios de los conductores continuaron «sacando brillo» y puliendo sus habilidades, esta vez evadiendo de los «recaudadores» del sistema fiscal.​ Los autos continuaron mejorando, y para fines de la década de 1940, las carreras se realizaban por orgullo y ganancias. Estas competencias fueron entretenimiento popular en el sur de los Estados Unidos, y están más estrechamente asociadas con la región del Condado de Wilkes en Carolina del Norte. La mayoría eran de autos modificados: los vehículos de calle fueron aligerados y reforzados, incorporaban mejoras en rendimiento y estética interna, pero no cambiaban tanto el exterior (para no llamar la atención de los Federales), algo que fue también un aliciente, pues como se menciona antes, la habilidad pulida hizo que también se organizaran carreras de manera paulatina,  y con el paso del tiempo eso iría formando lo que hoy es NASCAR, aunque los tiempos de la Segunda Guerra Mundial se acercaban y esos planes se frenarían de momento, dedicando todas las energías al esfuerzo bélico, así que las competencias tendrían que esperar.

Hacia el año 1945, cuando Estados Unidos se recuperaba de los efectos de la Segunda Guerra Mundial y la normalidad regresaba al país, las carreras de automóviles de serie empezaron a resurgir como eventos que llamaban poderosamente la atención del público.

La popularidad logró que con el correr de los años se llevaran a cabo competiciones de este tipo a lo largo y ancho del país norteamericano. Para entonces, cada organizador o pista (llamados también promotores) llevaba la competición lo más justo posible acorde a su propia reglamentación. Los eventos entre sí eran aislados y los pilotos de una región rara vez corrían en otra bajo un reglamento similar.

Sin embargo, la pauta histórica para este deporte la tomó Bill France Sr., promotor de la carrera de Daytona International Speedway (el primer óvalo asfaltado y Super Speedway en los Estados Unidos) al unir a los involucrados principales en la primera asociación de automóviles stock, la NASCAR, nacida en diciembre de 1947. Dos meses después, el 15 de febrero de 1948 se disputó la primera carrera en la historia de NASCAR, esta fue celebrada en Daytona y fue ganada por Red Byron en un Ford modificado. Nadie imaginaría el desarrollo que luego tuvo, será un placer desarrollar esta competencia en próximas ediciones.

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