El artículo que “ya fue”.
Miércoles 29; las siguientes notas a punto de entregarse a Voces, y me llega la información de Teledoce: se prepara ya la licitación del gobierno; IMM, y una empresa privada para una terminal para Ferrys y Cruceros en la zona del dique Mauá.
¿Qué hacer? Por un lado, se confirma todo lo que el artículo señala. Cada vez somos menos libres frente a las grandes empresas privadas. Por otro, que este bosquejo de propuesta (y la intención de dialogar entre todos) quede como ejemplo de otra forma de tratar esa ciudad que somos todos sus ciudadanos, y de lo que hubiera sido posible.
NO MORDER MÁS ESPACIOS PÚBLICOS; CREAR NUEVOS
1) El problema. La Bahía de Montevideo enfrenta problemas de espacio para su operatividad, por lo cual se busca retirar de ella la de los Ferrys, a lo que se agrega en la actualidad la de los Cruceros, decisión a todas luces atinada.
2) El Dique Mauá. En sus alrededores, y aprovechando parte de un espacio público, el empresario López Mena propuso construir allí una terminal de Ferrys. Se acompañaba de un hotel, un Centro Comercial y otros edificios. Se genera entonces un amplio movimiento de rechazo al proyecto. Las Restricciones Patrimoniales; la ineludible afectación del restante espacio público; los términos de la concesión solicitada; la movilización social convocada, y los informes de la Academia (arquitectos, urbanistas y demás), y varias opiniones de la Intendencia Municipal de Montevideo culminan en el archivo del proyecto.
3) Nueva etapa. Poco tiempo después, para el mismo sitio y de la mano de otra empresa privada se presenta otro proyecto. Como no podía faltar, señala que respetará el espacio público; el Patrimonio, las perspectivas visuales; (parecería que) sin un hotel, y toda la semántica necesaria que lo convierta en aceptable frente a la sociedad.
Pero, detalle más o detalle menos, por lo publicado, se trata del mismo proyecto y en el mismo lugar.
4) La sorpresa. Por supuesto, es perfectamente válido que se reitere una propuesta. Pero la sorpresa es mayúscula porque ahora muchas opiniones cambian. O proliferan expresiones como que hay que estudiarlo; sería posible; hay que ver, incluso de funcionarios de la IMM. Recuerdan aquello que es sí, o no, sino todo lo contrario.
¿Entonces las posturas frente al proyecto anterior derivaban de un problema con López Mena? Antes era un no al proyecto, ¿ahora sí? Los sólidos argumentos anteriores ¿perdieron vigencia?
5) Una propuesta. No han trascendido propuestas tendientes a superar el problema señalado al inicio, y algunos señalamientos continúan girando en torno al Dique Mauá. Intentemos un aporte que, entre otros análisis políticos y de infraestructura, requerirá de consultas con ingenieros marinos; la Administración Nacional de Puertos; Peritos del acceso de buques al puerto, etc. Es apenas un bosquejo.
5) a). Enumeremos algunos criterios básicos para esta propuesta. El primero es la necesidad de descongestionar el Puerto, con la eficiencia necesaria para la operativa de Ferrys y también de Cruceros. Estos últimos obligan a pensar en soluciones desde ya y para el largo plazo.
Luego, la defensa irrestricta de las áreas públicas. Desde estadios de fútbol a piscinas techadas, campo de golf y comercios de todo tipo, parques implementados por históricas administraciones municipales han sufrido “mordidas” sistemáticas que reducen su libre disfrute por la población.
Es fundamental no tener como primera prioridad el atender intereses privados.
Tratar de no generar inútiles problemas, desde sociales hasta ambientales, ni tampoco urbanos. Liberar el espacio del Mauá de presiones privadas y, por supuesto, mejorarlo.
Pensar la manera de integrar la eficiencia operativa de los buques con la generación de un nuevo espacio o paseo público.
5) b). En concreto, y tal como se muestra en el bosquejo que se presenta como ejemplo:
Aprovechar el Canal de entrada a Puerto, la Escollera Sarandí y generar una nueva al Este-Sureste. Una rada que permita la operativa simultánea de dos Cruceros de hasta 300 mts. de eslora y un par de Ferrys.
Una serie de edificaciones (no hotel ni Shopping) con un máximo de 10 mts. de altura, que en su primer nivel permita el tráfico de pasajeros y sus requisitos formales, junto con sendas para automóviles y omnibuses. La planta alta es exclusiva para paseo público.
Este paseo incorpora la “Chimenea de Arteaga”, ojalá acompañada por un museo fotográfico e histórico del barrio.
Es factible de realizar por etapas, e incluso, fuera de la temporada de Cruceros, adiciona al Puerto una interesante rada a utilizar temporalmente en caso de necesidad.
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