Home Reflexion Semanal Educación: ¿Notable versus docentes?
0

Educación: ¿Notable versus docentes?

Educación: ¿Notable versus docentes?
0

Nos enteramos que la ANEP convocó a diversos referentes tales como Nicolas Jodal, Natalia Trenchi, Richard Read, Gonzalo Moratorio, Renato Opertti, Monica Silva, Gonzalo Frasca, Alejandro Vázquez, Isabelle Chaquiriand, Leandro Folgar, Juan Miguel Petit, Paula Mosera y Martín Inthamoussú para pensar en la educación del futuro. Inmediatamente saltaron las criticas ya que se excluyeron a docentes y sus organizaciones.

¿Está mal consultar a gente que está por fuera de la educación? ¿Es privativo para los expertos de esa área opinar sobre educación? ¿Se siente amenazada la corporación docente? ¿No le compete a toda la sociedad opinar para que futuro educamos? ¿Hay tanto miedo a posibles cambios o ideas originales? ¿Cuánto pesa la defensa del statu quo? ¿No es posible romper las chacras en el mundo educativo?

 

A contrapelo del mundo por Renato Opertti

En estos últimos días se ha insistido en que solamente quienes están directamente involucrados en los asuntos de la educación, se encuentran legitimados para emitir opiniones válidas y vinculantes sobre su porvenir y devenir. Más allá de las interrogantes sobre el sentido y el alcance que significa estar involucrado en la educación y en qué se sustenta y legitima, este tipo de planteamiento trasluce preocupantes concepciones y prácticas corporativas de la política pública, y en particular de la política social. En todo caso podría implicar que toda persona, sin importar sus credenciales, puede tener el derecho a opinar sólo si tiene la posibilidad de pertenecer a una corporación cualquiera sea la misma.

Asimismo, desde una perspectiva educativa comparada internacional, se puede sostener que una visión intramuros de la educación y del sistema educativo va a contrapelo del mundo en cuanto a cómo se encaran los procesos de transformación y con creciente foco en los desafíos que implicar reimaginar la educación en la era pospandémica.  En efecto, las transformaciones implican un cuidadoso, inclusivo y componedor proceso de articulación, compatibilización e integración de expectativas, preocupaciones y demandas que tienen su génesis en diversidad de actores e instituciones de dentro y fuera del sistema educativo. Los contenidos y las estrategias educativas se cimentan en los imaginarios de sociedad, respetando e incluyendo el crisol de afiliaciones y tradiciones que en su seno anida, y sin desconocer la naturaleza controversial en torno al para qué, qué, cómo, cuándo y dónde de educar y de aprender.

Si de antemano nos mutilamos de la posibilidad en que la propuesta educativa converja la diversidad de la sociedad, estamos haciendo, por la vía de los hechos, un flaco favor a la educación de las nuevas generaciones para un mundo a que aspiramos a que sea más justo, inclusivo y sostenible. Si nos quedamos solamente con las miradas y los procederes de puertas adentro de la educación, ciertamente marginamos a las nuevas generaciones de poder acceder a diversidad de conocimientos, perspectivas y enfoques que pueden llegar a ser fundamentales para su desarrollo integral como personas, ciudadanos, trabajadores y miembros de la comunidad. Ciertamente se trata de un ida y vuelta fermental entre los educadores y otros actores compartiendo y aprendiendo unos de otros.

¿O es que los expertos de múltiples áreas del conocimiento y capitalizando en sus experiencias de vida y profesionales, no importan a la luz de repensar la educación? Valen algunos ejemplos. La experticia en ciencias de la educación, neurociencias y psicología cognitiva para entender la singularidad de cada alumno y de cómo se aprende; o bien los enfoques STEAM (por su sigla en inglés Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) con soporte en un enfoque humanístico para poder actuar competentemente frente a los desafíos asociados a la sostenibilidad ambiental; o bien las tecnologías en información para potenciar sus usos en orden a democratizar y ampliar las oportunidades de aprendizaje en diversidad de espacios presenciales y a distancia (modos educativos híbridos); o bien el mundo del trabajo para fortalecer el desarrollo de aquellas competencias que son vitales para que las personas pueda desarrollar roles versátiles con capacidad de respuesta frente a un mundo de cambios disruptivos.

En resumidas cuentas, la apertura intelectual y programática a diversidad de conocimientos e ideas fuerza es clave como sustento de una transformación de la educación en diálogos permanentes y constructivos con la sociedad en su conjunto. Elevemos la mirada en favor de educar a las nuevas generaciones.

 

Perogrulladas   por Ivanna Centanino

  1. Perogrulladas de partida: a. todo el mundo puede opinar de lo que quiera opinar; b. cualquiera puede pedir a cualquiera su opinión sobre cualquier cosa; c. las personas pueden preguntar/responder en nombre propio o en nombre de algún tipo de agrupamiento/agrupación/grupo (o “corporación”) /organismo a que pertenezcan; d. en cada caso, si se quiere ser claro, se deberá declarar a nombre de quién se habla (individuo, institución o “corporación”)

 

  1. ¿Está mal consultar a gente que está por fuera de la educación?
  • “Consultar”: el máximo organismo de la educación consulta (¿focus group?) sobre educación a un grupo de personas (para todos se declaran nombres propios e instituciones de pertenencia) que tienen en común ser “destacados” en sus actividades de no educación. ¿Quién brilla por su ausencia?

Los docentes serán consultados en una “mega encuesta” mediante formulario electrónico junto con los estudiantes y otros actores de la vida social (sic). Innominados, no “destacados”.

  1. ¿Es privativo para los expertos de esa área opinar sobre educación?
  • Opinar no es privativo de expertos en ningún área. Por ejemplo, la “corporación” de los vacunólogos podría pedir opinión a los más destacados docentes para que opinen sobre cómo imaginan la política de vacunación en las próximas décadas. Inobjetable.
  1. ¿Se siente amenazada la corporación docente?
  • Imposible responder esta pregunta/opinión sobre sentimientos de una entidad colectiva. ¿”corporación” se usa por “sindicato”?
  1. ¿No le compete a toda la sociedad opinar para qué futuro educamos?
  • Sí, respondido en las perogrulladas iniciales.
  1. ¿Hay tanto miedo a posibles cambios o ideas originales? ¿Cuánto pesa la defensa del statu quo? ¿No es posible romper las chacras en el mundo educativo?
  • “miedo a los cambios”; “statu quo” y “chacras” son expresiones que delatan opinión descalificante. Debería seguir (pero no hay espacio para eso ni interés de la entidad convocante de los “destacados expertos”) la lista de eminentes docentes de larga trayectoria e ideas originales que han pensado e imaginado, y lo siguen haciendo, la educación del presente y del futuro.

 

 

Pensar el sistema educativo para construir una comunidad integrada por Juan Pablo Grandal

El pasado lunes se publicaron los datos del Monitor Educativo Liceal para el año 2020, y algunos en particular fueron bastante desalentadores. Si bien se ve una mejoría, aún la mayoría de jóvenes y adultos en enseñanza secundaria desertan. Esto se puede relacionar con datos recogidos repetidas veces a lo largo de los años que segmentan acorde a clase social, que muestran que particularmente en los barrios más pobres de Montevideo solamente 1 de cada 5 jóvenes finaliza la educación secundaria. Lo que hace esto claramente es demostrar que nuestro sistema educativo sufre de falencias varias, y que reformarlo debe estar en la agenda de cualquier gobierno, es vital para el futuro del país y de nuestro pueblo garantizar una educación de calidad para nuestros niños y jóvenes. Ellos deben ser siempre los más privilegiados en cualquier agenda de gobierno ya que ellos son nuestro futuro.

Más allá del manejo de ciertos datos y reconocimiento de la importancia de una educación de calidad para construir una sociedad integrada donde prime la hermandad entre nuestro pueblo, mis conocimientos desde el punto de vista teórico en materia educativa son bastante limitados. Pero hay ciertos temas que saltan a la vista. En primer lugar, en nuestro país tendemos a tener una visión del sistema educativo, en el que pretendemos que este solucione todos los problemas que nos aquejan como sociedad. Particularmente en los sectores más marginados de la sociedad, los niños y jóvenes que asisten al sistema educativo muchas veces deben lidiar con situaciones bastante complicadas tanto a nivel familiar como en su comunidad inmediata, que no podemos esperar que las maestras/docentes solucionen. El hacer cargar a los trabajadores de la educación con grandes problemas sociales tiene mucho que ver con por ejemplo los problemas de estrés que representantes del cuerpo docente han denunciado repetidas veces. A lo que me refiero es que debemos tener una visión mucho más integral de los problemas de la educación. Si bien el sistema educativo pide a gritos reformas estructurales, debe ir acompañadas de un plan generalizado para atacar las problemáticas más profundas que aquejan a nuestro pueblo. La mejoría del sistema educativo es parte vital de una recomposición del tejido social que se ha venido rompiendo hace décadas, pero no todo puede depender de él.

A nivel político, creo que es necesario puntualizar algunos temas. Claramente las corporaciones docentes no son aliadas del actual gobierno nacional. Si bien tampoco lo eran del Frente Amplio (se tomaron numerosas medidas de lucha durante sus 3 períodos de gobierno) sí la cercanía tanto a nivel puramente político como ideológico es mayor. Esto convierte por lo tanto la intención de reformar el sistema educativo en una puja tanto entre el gobierno con los sindicatos docentes como entre el gobierno y la oposición frenteamplista. Esto explica por ejemplo algunas reacciones en mi opinión apresuradas de algunos dirigentes del Frente Amplio que salieron a criticar esta convocatoria. Sí creo sin embargo que es absolutamente necesario negociar con los sindicatos de la educación ya que para bien o para mal son las organizaciones que le dan voz a estos trabajadores, pero las críticas a la conducción de estas corporaciones no han venido solamente de la llamada “derecha política”, también el ex-Presidente José Mujica ha expresado duras críticas (algunas en este mismo Semanario) hacia los sindicatos docentes. En todo caso, creo que lo que debe preocuparnos más es la posible influencia de organismos extranjeros en determinar nuestros debates locales sobre nuestro propio sistema educativo, que, si bien no es algo que trasluce en el actual grupo de debate, debemos estar alerta para que cualquier reforma del sistema educativo sea debatida y llevada a cabo por actores nacionales siguiendo criterios y formas de análisis adecuadas a nuestra realidad y no importadas. Y en lo posible que estas discusiones a futuro tengan la mayor amplitud posible, y que incluyan tanto a intelectuales y técnicos como a los trabajadores de la educación.

 

Los notables docentes por Gonzalo Baroni

 

El debate “técnicos versus políticos” es histórico. Tan añejo, que tenemos innumerables casos de asesores de emperadores, dictadores, jefes de tribu, presidentes y primeros ministros que han tomado relevancia ante diferencias o decisiones controversiales que exceden el rol político, que en definitiva es representar los intereses del país y los ciudadanos.

Con democracia, esta tensión se ve acrecentada. Los técnicos buscan mayores roles y en reiteradas ocasiones, cuestionan la experticia de los políticos designados por la ciudadanía, desde lugares con visibilidad, pero sin responsabilidad personal, social o partidaria. En definitiva, lo que debe primar es la decisión de quienes legítimamente fueron elegidos, para que en el acierto o en el error, su visión sea llevada a cabo. Toda esta visión que se quiere imponer, no termina siendo válida visto que ni los referentes de distintas áreas convocados por ANEP ni los docentes ocupan esos bandos. Entonces, ¿cuál es la brecha en el accionar?

En este momento, en el pequeño -lamentablemente- clima de la educación, no se está dirimiendo entre técnicos y políticos, sino sobre otra dimensión de análisis, interno y externo. Sin embargo, parece ser que se quiere imponer una retórica de quién sabe más o quienes tienen más derecho a opinar sobre el presente y el futuro de las generaciones de estudiantes.

Las autoridades de la ANEP, desde un primero momento, informaron que están convocando a referentes de áreas tan disímiles como tecnología, innovación, arte, empresas, agro, movimientos sociales, privación de libertad y derechos, líneas transversales que atraviesan menos de lo deseable a nuestro sistema educativo. Luego, realizará consultas a docentes y estudiantes en todo el país, teniendo en cuenta las áreas de conocimiento, niveles y regiones del país que representen.

Todo proceso de elaboración de una política pública, y en particular de una reforma, implica consultas hacia adentro y hacia afuera. Pueden ser solapadas, aunque no recomendable, o en etapas. La agenda ya fue puesta en debate en el proceso electoral, está sobre diagnosticada la necesidad de una reforma curricular, y la opinión pública impulsada por la pandemia, maneja abundancia de información sobre los problemas que tiene la educación en Uruguay.

El siguiente paso es seguir incorporando la visión de referentes en áreas diversas. Este paso es una causa nacional histórica. La tradición docente de nuestro país se ha alimentado y se alimenta de profesionales de muchas áreas y estudiantes de formación docente en gran cuantía, no solo de maestros y profesores titulados. No es un universo cerrado ni tan conservador como muchos representantes de los trabajadores quieren mostrar. Por el contrario, tenemos un cuerpo docente amplio, diverso, abierto al cambio y con mucho para aportar. Los centros educativos de todo el país, en todos sus niveles han mostrado resiliencia ante la crisis actual. Ahora necesita, sumando a sus fortalezas, el liderazgo y voluntad política. Las autoridades de la ANEP van en ese camino.

Como país debemos incorporar el bagaje histórico de la docencia uruguaya, donde en la relación estudiante-docente, todos tenemos para aprender. Por lo tanto, en el adentro y el afuera, también.

 

 

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.

//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js
temas:
Semanario Voces Simplemente Voces. Nos interesa el debate de ideas. Ser capaces de generar nuevas líneas de pensamiento para perfeccionar la democracia uruguaya. Somos intransigentes defensores de la libertad de expresión y opinión. No tememos la lucha ideológica, por el contrario nos motiva a aprender más, a estudiar más y a no considerarnos dueños de la verdad.