Hablan los privados de libertad
El 31 de mayo, en el Hall del Instituto de Formación en Educación (IFES), se desarrolló una jornada en que se discutió sobre la educación en contexto de encierro en nuestro país. Participaron en la mesa: Daniela Espina en representación de la Asociación de Estudiantes de Educación Social (Aees), el articulador de Carrera del IFES Oscar Castro, y la docente y creadora de PresyDiario Flabia Fuentes. Pero lo más interesante del debate fue que estuvieron presentes exponiendo sus ideas sobre el temas tres personas privadas de libertad: Adrián Baraldo, preso en la Unidad Nº 6 de Punta Rieles y estudiante de Educación Social; Edgardo Escobar, también preso en la Unidad Nº 6 y estudiante de Psicología; y Daniela González, presa en Unidad Nº 5 y estudiante de Educación Física y Psicología. El que los protagonistas sean los propios estudiantes presos, a diferencia de otros debates de este tipo, hizo particularmente enriquecedora la jornada, en donde se expusieron las carencias que viven los privados de libertad que desean formarse y cuestionar la lógica cultural que los ha llevado a su situación. Lejos de los discursos que en otros ámbitos hablan maravillas de los programas universitarios que tienen foco en las cárceles, la visión de estos protagonistas es bastante crítica. Por eso conversamos con Baraldo y Escobar para saber un poco más de su situación y las motivaciones que les llevaron a organizar esta jornada.
¿Con qué objetivo se plantearon la actividad del 31 de mayo?
Escobar: Desde el último verano venimos trabajando con Adrián en un ensayo («El Autoritarismo en Democracia”), que presentamos en la VI Jornada de Extensión del Mercosur en Tandil, Argentina, con el objetivo fundamental de que se escuche la campana de las personas privadas de libertad. En éste marco fue que planteamos la posibilidad de hacer una mesa de intercambio en el IFES, sobre el primer eje de los cuatro que contiene el ensayo «Educación en contexto de encierro» (los otros tres ejes son: Adicciones, Política, y Sujeto y sociedad). Invitamos a unas compañeras privadas de libertad, una profesora que trabaja en éste contexto, un articulador y una representante del gremio del IFES.
Baraldo: La idea inicial fue poder realizar la mesa, lo veníamos pensando desde hace mucho tiempo. Que nosotros pudiéramos plantear las cosas desde nuestro lugar y no ser representados por nadie, si nosotros podemos hablar perfectamente.
¿Cuales son las facilidades o dificultades reales que encuentran hoy por hoy para estudiar?
Baraldo: Facilidades son muy pocas, las mínimas. Dificultades es lo que sobra, por ejemplo existe la ley 19149 cuyo artículo 120 es reglamentado por el decreto 434/013. Esta ley con sus reglamentaciones fue creada como una herramienta para facilitarles a las personas que se encuentran privadas de libertad salidas educativas, culturales y laborales sin pasar por el engorroso trámite judicial. O sea, la dirección de los establecimientos puede permitir que una persona privada de libertad tenga salidas puntuales, por ejemplo para dar un examen, en algunos casos a partir de cumplir algunos requisitos preestablecidos, en otros casos a partir de una evaluación interna con autorización judicial. Pero esto no se está cumpliendo de forma adecuada a las necesidades reales. Muchos de nosotros no hemos podido asistir a clases, y como los cursos no se dan en la cárcel nos obliga a cursar las materias en forma libre, con las dificultades extra que esto tiene. Por otro lado no hay un compromiso real de las instituciones como la Udelar y sus distintas Facultades, su funcionamiento deja mucho que desear desde nuestro punto de vista. No podemos cursar en la facultad correspondiente, pero tampoco está la Udelar instalada de forma real en las cárceles para que podamos cursar correctamente. En mi caso cuento con el apoyo de estudiantes que de forma voluntaria se acercan para formar grupos de estudio y colaborar con mis estudios. Pero si es verdad que a las instituciones les interesa que estudiemos deberían estar realmente instaladas en los centros y no dejar que el apoyo solo provenga de los estudiantes organizados. No tenemos espacio para estudiar, y no tenemos a nadie a quien recurrir para plantear esas dificultades.
Escobar: Venimos reclamando que quiénes realizaron el convenio Udelar-INR hace más de 2 años cumplan con alguna de sus promesas. Hay muchos privados de libertad que quieren continuar con sus estudios y no se les da ninguna herramienta, los avances son discursivos, no en la práctica, no hay voluntad política, ni siquiera teniendo en cuenta (según datos internacionales) que el índice de reincidencia baja considerablemente cuando se generan espacios educativos y físicos para formarse.
¿Cómo es el relacionamiento con los programas institucionales de educación en Punta de Rieles?
Escobar: No tengo relación con la oficina de educación. En mi caso pienso que son incoherentes, que no están capacitados para ocupar ese lugar, que no se necesita una cabeza panóptica policial, sino una persona idónea en el tema.
Baraldo: Como toda estructura institucional tiene determinados vicios burocráticos. El tema principal en las instituciones educativas dentro de las cárceles es que no existe la presencia de un verdadero gestor educativo o cultural. Y esto es un gran problema que tiende a empeorar la situación de los usuarios, es decir no hay una persona referente con cierta idoneidad en los temas, que pueda sumarle a los procesos de las personas y darles mayor participación y mejor preparación.
¿Cómo evalúan la actividad del 31 en el IFES?
Baraldo: Positiva, interesante……
Escobar: La actividad estuvo muy bien. Invitamos a todos los agentes educativos en este contexto, y la verdad, que con quienes queríamos debatir profundamente sobre educación no pudimos hacerlo porque no fueron. Los qué cobran sueldos gorditos no se dieron a la cita, es una señal clara que vamos por el buen camino. El IFES estaba lleno, el mensaje fue claro: nuestra voz se tiene que escuchar, la gente del IFES estuvo genial.
¿Piensan que hubo receptividad de los otros involucrados? ¿Qué mensajes recibieron?
Escobar: El mensaje llegó, tenemos que seguir difundiendo nuestro trabajo, luego de nuestra mesa, los agentes oficialistas que buscan morder un pedazo de la torta, realizaron mesas por otros lados, no escuchan a quien está 24 horas por día en el lugar, pero sí hablan del encierro con una subjetividad que asusta. A ellos los seguiremos invitando, entre tantas cosas, para que nos cuenten cómo reparten el dinero que el Estado les da por no hacer nada, presentan programas obsoletos, pero con mucha cátedra, aunque cada vez la cosa está peor.
Baraldo: En realidad si hubo receptividad el tiempo lo contestará. Como mensajes se recibieron algunos de forma inmediata por medio de la Udelar, en particular Facultad de Economía que creó una mesa que se llamo “Aprender y enseñar en privación de libertad” (realizada el 11 de junio, once días después que la actividad en el IFES). Algunas docentes que llevaron adelante esa actividad fueron convocadas a la mesa del 31/5. No asistieron, pero en contra partida respondieron con esa actividad…
¿Cómo piensan seguir de aquí en más?
Baraldo: Luchando como siempre, contra estos sistemas perversos, apuntando a conquistar espacios como el del pasado 31/5 y poder hacer uso de la voz, de nuestras voces, utilizando la primera institución que tiene como legado cultural la humanidad, el lenguaje, que es hablar, es decir, es pensar, es reflexionar, es crear y sobre todo ser autocríticos, pero con mira a construir, generando discusiones, siempre con la intención de sumar…
Escobar: Estamos poniéndole cabeza a nuestra próxima mesa. Pensamos hacer una mesa sobre la vulneración de los derechos políticos de las personas privadas de libertad en primer lugar, es nuestra próxima meta. Después otra sobre adicciones, con preguntas claras y objetivos puntuales, esperando poder realizarlo en la Facultad de Psicología y por último una mesa sobre sujeto y sociedad.
A fines de Junio hubo un motín en el Comcar que generó reacciones variadas, desde quienes piden endurecer las penas, hasta los que hablan de la crisis carcelaria. El comisionado de Cárceles habló de instalar cursos de UTU en las cárceles para que los privados de libertad puedan aprender un oficio y de fomentar realmente la educación a partir de la presencia del estado en las cárceles. Es similar a lo que ustedes vienen planteando desde ASOCIDE PPL (Asociación Civil de Personas Privadas de Libertad) y Matices culturales hace tiempo ¿Qué reflexión les merece lo acontecido a ese respecto?
Baraldo: Que decir de ese Motín… No conozco el modulo 12, pero lo que si es sabido es que es de máxima seguridad. Pero máxima seguridad no debería significar torturar y mortificar a las personas que allí se encuentren detenidas. La violación de los DD.HH. es constante en el sistema carcelario. Y hay algo que es fundamental: si usted, señor, trata a una persona como si fuera un animal, de seguro esa persona se comporte como un animal.
En realidad queda la tranquilidad de que no pasó a mayores, más allá de la violencia con que se trató no hubo que lamentar ningún tipo de heridos de ningún lado. También se difundieron y viralizaron una especie de escenas cinematográficas, donde compañeros con armas amenazaban y le increpaban a las autoridades reclamando respuestas mínimas.
Hay mucho por hacer para evitar estos sucesos. El tema es ¿Hay voluntad de cambiar? ¿Hasta cuando el estado uruguayo va a seguir con este tipo de políticas? Las nubes de humo son insólitas. Ahora andan haciendo de público conocimiento que en el año 2021 las cárceles van a pasar a la órbita del Ministerio de Educación y Cultura ¿Y mientras tanto qué?
Escobar: Desde Asocide PPL, venimos hace ya más de 2 años intentando contrastar el discurso mediáticos de las direcciones que trabajan en éste contexto, con lo empírico, lo observable y cuesta creer tanta brecha. Siempre antes de los motines hay señales de que a la corta o a la larga se “pica” y los Comisionados Parlamentarios de turno sabiéndolo, no los pudieron evitar. Sobre éste último, lo mismo, no se pudo persuadir, es difícil entender el cometido específico de éstas autoridades. Lo de la UTUes, a ésta altura algo suplicado, pero para eso se necesita un poco más de tiempo, esperar las elecciones presidenciales.
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