El pasado jueves 23 de marzo llegó a las salas nacionales Asfixiados, película de origen argentino que se centra en Nacho y Lucía, un matrimonio de muchos años que se encuentra en un momento de completa desconexión. Él es un productor que va detrás de una serie con Natalia Oreiro en la que apostó todo, mientras que ella es una chef que decide hacer un cambio radical en su vida… pero aún no sabe cómo decírselo a su esposo. La pareja hace un viaje en velero junto a otra pareja más joven, y las tensiones estallan mientras ambos se dan cuenta de que están muy lejos de lo que eran. Cuatro notables actores (Leonardo Sbaraglia, Julieta Diaz, Marco Antonio Caponi y Zoe Hochbaum) le sacan el jugo al material que brinda esta buena comedia dramática, y en esta oportunidad pudimos conversar con los dos varones del equipo sobre su trabajo en la cinta.
LEONARDO SBARAGLIA: “Uno siempre va detrás de los personajes”
Hay mucho de este personaje que vos también lo estás demostrando en tu forma de ser en las entrevistas: esa simpatía que muchas veces puede contra todo, ya que debes estar cansado, pero igual nos tratas muy bien, con mucho humor. ¿Qué tanto de vos pensas que pones en un personaje?
Todo y nada, porque en realidad vos decís: ¿en qué se parece mi vida a la de Nacho? En nada. ¿En qué se parece mi personalidad a la de Nacho? Bueno, quizás puedo agarrar esa simpatía o ese humor o esa rapidez que Nacho puede tener en algún momento pero que quizás no me era tan propia, y quizás recordando al propio Nacho uno lo puede invocar en el día de hoy. En ese sentido uno no tiene nada de los personajes, uno siempre va detrás de los personajes, pero al mismo tiempo los personajes te dejan una estela, te van dejando una estela, como haber compartido un viaje con una persona que era tu enemigo, o que era tu amigo, pero de eso te queda, ese viaje te queda. Si era tu amigo, te van a quedar todavía más cosas, y si era tu enemigo, uf… Te va dejar todavía más enseñanzas porque tuviste que resolver un conflicto, que era esa enemistad, por algo la tenías, ¿no? Uno como persona tiene que resolver un conflicto a la hora de encontrarse con un personaje que es tan diferente, que tiene una ideología que no tiene nada que ver con la tuya o que hace cosas que vos no harías, que decís ¿¡Pero como voy a hacer esto!?
¿Y Nacho es tu amigo o tu enemigo?
Estaría más dentro de los personajes enemigos, pero tampoco es un enemigo claro, es un enemigo solapado.
Es un personaje ambiguo, que nunca terminas de entender si las cosas las hace por un bien de la familia o personal.
Está muy en el límite, es un personaje que apenar terminé la película pensé: “Acabo de hacer a un energúmeno”. Es un energúmeno: es un tipo que no tiene pelos en la lengua, que no tiene respeto por los demás, que no se da cuenta, que no tiene tacto, que no escucha a su mujer, que prácticamente no puede tener relación con su hija, que intenta tenerla, pero desde un lugar resultadista. Es un personaje muy interesante, y está bueno que la gente vea qué hay de uno en él, ¿no?
Volviendo a tu pregunta, en todos mis personajes está la posibilidad de que uno esté presente, pero no porque uno esté presente sino porque está presente el alma de uno, está presente la energía de uno, están presentes tus antepasados, tus amigos, eso está presente de uno en los personajes. En El gerente estaba presente mi abuelo, en este estaba presente mucha gente que yo conozco, y así, en el siguiente no sé quién va estar, pero uno convoca a la propia experiencia y en la experiencia está uno mismo, en otro momento, está uno mismo en el futuro, está todo lo que uno ha visto, fíjate cuantos personajes hay en la familia de uno, cuantos personajes hay en la escuela secundaria, cuantos personajes hay en tu trabajo. Yo tenía un maestro, Agustín Alezzo, que siempre decía “Ustedes observen un minuto por día a una persona que se encarguen de estudiar, un minuto o diez minutos: traten de entender, de ver como se mueve, por qué está así, qué es lo que está pensando, de qué manera se expresa en medio de una situación y de qué manera diferente se expresa otro en la misma situación. Fijate, con que lo hagas cien días vas a tener cien personajes estudiados por año, y a lo largo de diez años ya vas a tener mil personajes, entonces, vos lees un guion y cuando lo estás leyendo ya te estas imaginando a uno de esos cien, mil o cincuenta que hayas observado.” Ahí empezas a tener un entrenamiento expresivo, también, de donde leer y desde donde encarar.
¿Te pasó alguna vez de no encontrar eso?
A veces no encontras, pero porque también, el inconsciente no es tan lineal, te puede hacer trampa. Por eso te digo, una de las cosas más difíciles que hay es resolver el conflicto que el personaje te produce, a veces ese conflicto es que no se te ocurre nada, es que te da fiaca hacerlo, que no sabes por dónde empezar a encararlo, porque te estas defendiendo también. Hay películas que yo dije tres veces que no.
¿Cuáles?
No, no importan. Pero una película, por ejemplo, que hice el año pasado en España, tres veces dije que no. Y finalmente en el momento que la estaba haciendo dije “Ahora entiendo por qué dije tres veces que no” y descubrí algo que nunca había descubierto en ningún otro personaje. Ese primer día de rodaje que lo estaba haciendo dije “Wow, lo que me estaba perdiendo”. Es que el miedo, a veces, es un enemigo terrible, porque al lado del miedo está el deseo, al lado, y se confunden muchas veces, están tan al lado que se confunden, y vos a veces tenes lo que más deseas que es lo que más temes. Cuando podés encarar lo que más temes, te encontrás con lo que más deseas.
MARCO ANTONIO CAPONI: “El reto es resistir para poder continuar haciendo lo que uno quiere hacer.”
¿Qué fue lo que te atrajo de tu personaje?
Mira, creo que me atrajo más la película que mi personaje, no sé si mi personaje es un personaje del cual yo me vaya a enamorar, pero sí me parece que me era lindo para poder construir a ese personaje en relación a como se vinculaba con Nacho y con Lucía, y también el vínculo que había ahí. Nosotros los personajes los vamos construyendo también, fue una película que se fue construyendo, nuestros diálogos, nuestra manera de vincular. Cuando son películas que se basan sobre eso, a veces lo que pasa entre pares está bueno y se puede poner en el cine, entonces me interesaba mas eso (lo que podía llegar a suceder entre los cuatro) que lo que me sucedía a mí con el personaje.
Cuando tu aceptaste, ¿ya estaban Leo y Julieta en la película?
Sí, y eso también, que estén ellos y que esté Zoe también, me parecía interesantísimo, que suceda en un barco también, son como puntos.
Son también desafíos para vos.
Todo proyecto es un desafío, pero no lo pensé tanto desde el desafío sino desde la posibilidad de jugar ahí; a mí me gusta jugar en equipo, como hacer las cosas con el otro, con mi compañero, con el director, con lo que suceda en el set. Me da igual quienes estén del otro lado, pensándolo desde ese lugar, no es que por que está X actor me genera un desafío, sino me genera en todo caso una buena exigencia, y me gusta porque aprendes, porque cuando tenes líderes que tienen tanta experiencia y que son monstruos de la actuación también tenes que aprender, y uno de alguna manera también tiene su recorrido y se produce una retroalimentación que está buena.
Volviendo a lo que a vos te atrae de un proyecto, ¿Cuáles son los retos que a vos te interesan como intérprete?
La verdad que no tengo retos, así como interpretativos, no me pasa por ahí. Me gusta más lo que aparece o lo que puedo investigar. Ponele, yo tenía un reto como actor que era ser músico, imagínate. Lo entreno, lo hago, lo vivo, hago teatro… No sé si para alguien que trabaja, digamos, en una oficina, o en una empresa, a los veinte años de hacerlo, o a los quince años, tiene la expectativa puesta sobre los retos sino que pasa por otro lado, pero en todo caso el reto más grande es seguir teniendo la posibilidad de elegir, como actor, como músico, como pintor, como cualquier hecho artístico, es bastante complejo, porque incluso para lo que haces vos, hay que ver cómo sobrevivir, entonces siempre creo que el verdadero reto es eso, es resistir para poder continuar haciendo lo que uno quiere hacer.
Por cómo está la industria, ¿vos sentís que tenes la oportunidad de hacer lo que te gusta o estás más llevado por la necesidad de subsistir?
No, yo siempre tuve la suerte de hacer lo que me gustaba, o lo que podía elegir — por momentos obvio que uno lo hace porque hay que trabajar, no sé, yo no tengo herencia. Tiene que haber una combinación: me tiene que interesar y me tiene que servir también económicamente, a mí esa cosa “soy actor, quiero actuar” no me gusta, soy actor y quiero que me paguen por trabajar, y quiero que este trabajo me lo paguen por lo que corresponde, por eso trabajo e intento hacer que mi trabajo sea cada vez mejor para que me paguen lo que me corresponde. Es así, yo defiendo la actuación desde ese lugar, y me parece que la oportunidad que hay ahora es que hay un cambio de paradigma en lo que son los formatos, a donde va la emisión del contenido. Entonces de alguna manera hay mucha más oferta, pero es un mundo internacional entonces uno vuelve a una especie de foja cero en donde te tenes que empezar a hacer conocido también más allá de Argentina o Uruguay, en Sudamérica. Allá afuera tenes pila de mercados enormes, como Colombia, México, Brasil, España, Portugal, todo lo que es Estados Unidos, son mercados distintos.
Y sobre todo hoy que se nota que son mercados interesados en consumir subtítulos, que tal vez antes no era tan así…
Y eso es parte de la misma globalización, también, porque se vuelve cosmopolita.
De repente, cuando vos llegas al streaming, te pueden consumir en cualquier lado.
Y eso es también porque las coproducciones son sumatorias de fuerzas para poder tener un mejor contenido, o más dinero, o posibilidad de producción, entonces son formas. El streaming de hecho pone dinero y dice hagan y después lo manejan, porque tienen de sobra para poder hacer contenido, porque lo que buscan es crear contenido, o después vienen y compran, que es buenísimo porque empiezan a comprar de acá, se ve en Argentina, y eso se ve incluso en esta película – que es una película producida, y se distribuye luego en streaming – pero es una apuesta 100% nacional.
Como actor, ¿has sentido, desde la pandemia, un cambio en el sistema? ¿Has sentido tal vez que ahora los productores se resienten más a la hora de dar dinero o tal vez la oferta laboral está menguando?
No, yo creo que la pandemia sí cambió el sistema, pero no me afectó, porque yo justo hice una transición antes, entonces tuve la suerte de que yo post-pandemia ya supe que iba venir acá a filmar Iosi, entonces si bien me afectó la pandemia en sí porque me desvalijó, porque fue como sostener un año y medio de no actuación, que en Argentina fue muy grande y eso era un montón, pero para eso también yo tenía mi seguro de vida propio, algo al menos tenía. Vos para dedicarte a estas cosas tenes que tener un respaldo, y si ese respaldo no te lo da nadie, te lo tenes que dar vos. Y así te podés constituir y construir, sino estas todo el tiempo dependiendo de…, entonces hay que aprender a administrarse. Sí siento que post pandemia también apareció la especulación, hay mucha más gente que quiere trabajo, y los empresarios siempre van a tratar de pagarte lo menos posible, no es “ay, aparecen producciones de afuera, así que vamos a tratar de…” – na, siempre se trata de cada uno hacer su negocio, pero sí siento que está en un cambio de paradigma y necesitamos que las industrias nacionales también empiecen a crear ese contenido justamente porque se da todo pero lo dan las plataformas, y hay muchas cosas que se van a estrenar en el 2026 o 2027, y esos actores o actrices laburaron y ganaron pero si tu trabajo no se ve… Mucho trabajo sale del trabajo que se ve.
¿Eso es algo que te preocupa?
Sí, sí.. Siempre, pero porque es una exigencia.
Más allá de que vos tuviste grandes papeles en productos de muchísimo rebote mediático, en las novelas de Suar, por ejemplo. Más allá de que sos un actor conocido por el público.
Sí, pero para mí cambian también las generaciones de los que ven la televisión. No es solamente lo que sos, sino quienes vienen. Los chicos de veinte años no te conocen, si no estás vigente en algún proyecto, y no te conocen porque no ven la televisión que vos hacías. Me puede pasar que alguien de veinte sí me conoce porque yo hacía Graduados, Herederos…, que son novelas que las veían cuando eran chicos, entonces de golpe capaz que viene alguien de esa edad y te conoce, pero te tienen de eso. Entonces de alguna manera no me preocupa, pero sí siento que hay que empezar a fusionar todo este mundo joven con la necesidad de que quieran ver contenido, no solamente con que uno los haga, pero que consuman porque está todo el tiempo en streaming, el streaming es eso. ¿Por dónde quiero ir a pasear? No es “de cuatro a cinco veo tal cosa”; no, lo veo después, lo veo mañana, lo pongo en favoritos, le pongo like, después lo veo en una noche todo junto, no sé… Salvo por estos proyectos que van al cine, y la gente tiene que ir al cine, es importante que vayan al cine a ver la película, porque si no van al cine, la película desaparece, tan simple como eso.
Para finalizar, y volviendo a lo que es la película, ¿alguna vez te pasó de sentirte como se sienten estos personajes, tan abrumados de su propio mundo, asfixiados de sí mismos?
Sí, de hecho, soy bastante de asfixiarme, muchas cosas me dan fobia, miedos. Pero humanos, que para mí son los que nos pasan a todos. A quien no le haya pasado esto en una relación probablemente no esté conectado con algo que le debe pasar a todos. Hay cosas que le suceden al humano por ser humano, no podemos controlar eso, y es asfixiante vincularse con quien sea en un lugar de encierro (risas). Esto es asfixiante, estar en una entrevista lo es, los cuerpos están tensos, no estás relajado… A mí me parece que esas cosas son muy normales y el motivo por el cual la gente se puede sentir muy identificada con la película, no es poca cosa sentirse identificado con lo que cuenta una película, con los personajes o decir “Che, me está poniendo tenso a mí también este viaje”. Estas experiencias están buenas, y suceden más cuando uno está entregado a esa película, yo siento que en streaming también va a funcionar un montón, porque es una película que te puede gustar o no gustar, no importa, pero se puede charlar un rato.
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