Home Entrevista Central Eugenia Godoy, militante del MPP Es un cambio de época y hay que repensar la forma de militancia

Eugenia Godoy, militante del MPP Es un cambio de época y hay que repensar la forma de militancia

Eugenia Godoy, militante del MPP  Es un cambio de época y hay que repensar la forma de militancia
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Es una mujer joven que labura y estudia. Hace política desde muy joven y es gran lectora. No tiene verdades reveladas ni hace alarde teórico, es concreta y frontal, con frases casi de twiter. Es un buen ejemplo de su generación volcada a militar en el siglo XXI.

Por Jorge Lauro y Alfredo García / Fotos: Rodrigo López

PERFIL
Nació en Montevideo, en el barrio Colón, hace 22 años. Su madre actualmente es cajera de supermercado y siempre se dedicó a la atención en los servicios. Sus abuelos, también de Colón, son feriantes. Fue a la escuela y al liceo en Colón. Luego al IAVA. Está estudiando Sociología en la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar. Tiene hermanos menores.

¿Cuándo te largaste a la actividad política?

Milité desde cuarto año de liceo y en sexto dije que quería ir al IAVA, porque es como la cuna del movimiento estudiantil en secundaria. Así que hice sexto del liceo ahí.

¿Qué tan fuerte es el movimiento estudiantil en el IAVA?

No sé si tanto como en otro contexto, como en los 60 o 70, pero sin duda representa como un espacio de formación en la militancia estudiantil.

¿Sentís que hay participación en el movimiento estudiantil? ¿O están en otra?

Creo que sí que hay interés. Creo que con este gobierno, además, se vio que era una necesidad que los jóvenes se organizaran, que lucharan por la defensa de la educación pública. Y que tuvo como un aumento la participación de estudiantes de secundaria en estos últimos años.

¿Por qué te interesó la sociología?

Es una gran pregunta. Yo tampoco termino de entender bien por qué estoy en Sociología y no estudio Trabajo Social. Pero bueno, me gusta la carrera. Me gusta pensar que sirve como para transformar la realidad. A veces pienso en esto de por qué no hice Trabajo Social y estudio sociología porque quiero pensar cómo hacer para llevar adelante proyectos transformadores o analizar lo que sea. Entonces creo que es un poco por ahí que estudio sociología. Nunca digas nunca, pero no me imagino sentada solamente detrás de un escritorio dedicándome a la academia desde la investigación. Creo que tiene que tener un potencial transformador y práctico. Entonces, si estudiás sociología, con el cuello para el costado, como dicen algunos, sin quedar solo en lo académico.

¿Y por qué el MPP? ¿Cómo llegás a ser del MPP?

En realidad esto es lo que les decía. Empecé militando en secundaria, y en un momento sentí que quería hacer algo más, y me acerqué al MPP. Creo que un poco por instinto. No vengo de una familia militante, pero sí de una familia donde todo el tiempo se habla de política, muy frenteamplista, y todos son votantes de la 609. Yo creo que tengo como el reflejo de ver el 609 colgado en mi casa. Incluso me acuerdo de que tenía ocho, nueve años y fuimos a ver a Chávez cuando vino a Envidrio. Y bueno, creo que es un poco por eso, porque también fue como instintivo y después porque elijo y reivindico todos los días ser de esta casa, por esto de militar con razón y corazón, porque realmente creo que es la organización que puede transformar y que transforma la vida de las personas. Cuando Pepe fue presidente, creo que realmente fue de los mejores presidentes.

¿De los mejores presidentes después de quien?

De Batlle, del Viejo Batlle.

¿Sentís que es tu lugar de militancia?

Es mi casa.

¿Te dan bola?

Sí, yo creo que siempre es una discusión, incluso con otras organizaciones de la izquierda, el hecho de no tener una organización de jóvenes. Yo soy parte de Gurises MPP, pero Gurises no tiene como un lugar sumamente orgánico dentro de la estructura.

Otros partidos tienen su sector de juventud.

Acá existe Gurises, pero en realidad funciona en campaña y luego no funciona por una por una convicción de que la militancia es intergeneracional y de que realmente podemos discutir al mismo nivel con otros compañeros. Y obviamente que a veces uno se puede sentir cohibido, puede decir que no soy el Pepe Mujica, pero sin dudas que en esta casa se escucha a todas las voces por igual.

Y ser mujer, ¿no te condiciona?

Ser mujer condiciona en todos los aspectos de la vida, no solamente por militar políticamente o por ser del MPP. Yo creo que el MPP tiene como ese prejuicio de que no escucha a las mujeres y, si vos mirás, es la organización que tiene más compañeras en lugares de representación y que tiene un montón de mujeres militando y un montón de mujeres que somos feministas.

¿Vos te identificas como feminista?

Sí, claro, como feminista y milito un feminismo popular, que es esto de que todas las mujeres accedan, o que por lo menos de base tengan igualdad de oportunidades.

La izquierda viene como atrasada en ese tema. Históricamente, no le da mucha bola al feminismo.

Yo no sé si es que no se le dio bola desde la izquierda. Creo que, en un momento histórico, la lucha parecía que iba por dos caminos distintos. Cuando un montón de compañeras salen de la cárcel se encuentran con un montón de avances. Entonces por ahí capaz que sea como un choque entre lo que entendían unos por feminismo y otras no y cómo lo militaban. Yo creo que después de eso, con el paso del tiempo, fue cambiando y en realidad creo que el feminismo de derecha no existe, y que realmente no se puede ser feminista y ser de derecha. Por esto yo milito el feminismo popular y creo que en un momento se entendió así y por eso nadie puede pensar en una izquierda que no sea feminista. O que no tenga un proyecto feminista.

Sí, el Frente lo incorporó mucho más. Incluso con el tema de la paridad.

El MPP lo tuvo siempre como bandera. Nosotros tuvimos a la primera vicepresidenta, tenemos un montón de mujeres en lugares de representación, tanto públicos como a la interna, ocupando espacios y también desde el Frente Amplio. Y particularmente en el MPP impulsamos muchísimo la paridad y la representación de mujeres jóvenes.

¿Cómo están los jóvenes en este gobierno?

Mal, en muchos sentidos. Yo creo que, por un lado, la falta de trabajo es clave. Los números lo dicen. Las mayores tasas de desempleo se dan en los jóvenes y en el interior es peor aún porque las posibilidades de conseguir empleo son menores. Después está el tema con la educación. Yo creo que es como siempre lo dice Pepe, lo importante es tener un proyecto de vida. Y para los jóvenes, por la situación en la que está el país hoy, es muy difícil pensar en un proyecto de vida y porque también, trayendo las palabras de Pepe, estamos en un cambio de época, y no en una época de cambios. Entonces, eso implica que las formas de pensar son distintas, que las posibilidades de los jóvenes son otras. Los jóvenes hoy estamos en una disyuntiva donde es muy difícil pensar un proyecto de vida en un país donde no se contempla que tengamos trabajo, acceso a la vivienda, educación. Donde el conocimiento juega un rol muy importante y en realidad el estudiar tiene un lugar central, pero si no tenés las condiciones materiales resueltas, ¿quiénes van a poder seguir avanzando en los estudios? Yo creo que los jóvenes hoy lo tienen difícil.

¿Qué propuestas ves que tenga el Frente para mejorar eso?

Yo creo que lo primero que el Frente Amplio se propone cambiar es el rumbo económico de este país y eso implica que va a mejorar la calidad de los empleos y que los jóvenes efectivamente tengan trabajos dignos. Trabajos que no precarizan la vida y que puedan también brindar oportunidades. Y después la calidad de la educación, que sea pensando en el país que se viene. Porque además no son solo los jóvenes, también es la primera infancia. El Frente Amplio se propone erradicar la pobreza infantil y esos son los jóvenes del futuro también. Lucía viene planteando, por ejemplo, los CAIF de 24 horas, para que haya una atención a la primera infancia.

Vos fuiste la escuela pública…

Yo soy hija de la escuela pública.

Sentiste que era buena la escuela, ¿qué problemas ves ahí?

Es que todo me lleva un poco a lo mismo. Son las condiciones materiales que tengan esos gurises para que puedan seguir con su trayectoria educativa. Es el reclamo de las maestras, como que se les atribuye otro rol. Es el lugar donde se come, donde se aprende y en realidad lo que hay que garantizar es que estén los recursos materiales en las casas para que esos gurises puedan seguir estudiando. Yo creo que la educación pública obviamente que tiene un montón de cosas para mejorar. El Frente Amplio sabe que incluso cuando vuelva a ser gobierno tiene un montón de cosas que tiene que hacerlas de otra manera y profundizar en otras. Pero la educación pública es como un bastión y es ejemplo en América Latina, y yo soy defensora acérrima de la educación pública.

¿Tenemos que ir hacia la educación de ocho horas, liceos y escuelas de tiempo completo?

Bueno, yo no sé si no me atrevo a decir que sí, de generalizarlos. Sí creo que hay que pensar en escuelas de ocho horas, para que las mujeres puedan tener como más independencia en algunos casos. Porque sabemos que los cuidados recaen sobre las mujeres, sobre todo en las mujeres más pobres.

Que son las que tienen más hijos.

Exacto, son las que tienen más hijos. Y en ese sentido, sí. No sé si lo diría como algo general, que la regla sea escuelas de ocho horas, porque hay que pensar que, si el modelo va a ser de ocho horas en la educación, que también se piense en otras propuestas para que tengan acceso a la cultura. Que no son solamente ocho horas encerrados en un aula, sino que creo que es más complejo.

Mencionaste el tema de los CAIF de 24 horas. Es una necesidad, nadie trabaja solo cuatro horas.

Sí, es una propuesta sobre la que nosotros, en el MPP, tuvimos una movida en este proceso de elecciones, que fue impulsada por varias compañeras militantes territoriales en los cantones, que son Casas 609. Y en estas recorridas se veía un poco esto, que las mujeres en realidad no tienen adonde dejar los gurises o cuando los pueden dejar tienen una franja horaria muy reducida y que además muchas veces no responde al tipo de trabajos que hay en algunos barrios. El CAIF de 24 horas es esto de que tengamos un margen de horarios amplio para que las mujeres puedan desarrollarse en la familia. Sin pensar exclusivamente en ese horario de 8 a 12, cuando a veces son empleadas en los comercios o vendedoras ambulantes y trabajan más en la tarde.

¿Cuando vos planteás estos temas fuera del ámbito militante, encontrás interés en otros jóvenes?

Hay algunas cosas que por ahí sí hablamos a veces en el núcleo más militante, que son como de burbuja, pero después hay otras cuestiones que son problemas de la gente. Entonces no te miran como si estuvieras hablando de locuras o cosas que no viven en carne propia.

¿Se puede atraer a esa gurisada a pelear por esas cosas?

Yo creo que sí. En esto de que estamos como en un cambio de época, también hay que repensar la forma de militancia, que creo que es como el gran dilema y no es un dilema solamente acá en Uruguay, sino que lo vemos en todos lados. Acá la izquierda sigue siendo una opción mayoritaria, pero no pasa en otros países de América Latina. O sea, lo vemos, por ejemplo, en Argentina y no sabés dónde está la izquierda.

¿Vos militás también a nivel de facultad?

Ahora ya no milito más a nivel estudiantil, hasta hace un año y medio, militaba en mi centro de estudiantes y bueno, ahora un poco por la dinámica de la campaña no se puede estar en todos lados. Sí, estoy más metida en lo que es el MPP, pero siempre milité a nivel estudiantil, en los gremios en secundaria.

¿En qué año estás en facultad?

Es relativo eso, pero nunca se sabe bien. Me faltan dos años para recibirme.
Porque me queda el Taller Central de Investigación. Entonces es una materia que dura dos años, pero en dos años me recibo. Esperemos.

Dijiste que hay que repensar la forma de militancia. ¿Qué cosa proponés?

Es que eso de verdad no lo sé. Y creo que también lo que caracteriza un poco este movimiento es ir viendo y sintiendo lo que va surgiendo en la gente del pueblo. Entonces no te puedo decir: “Creo que es por acá”. Lo que no puede pasar es que empecemos a encerrarnos y pensar en problemas que para nosotros son los problemas de la gente y nos olvidemos de realmente dialogar con el afuera. Lo único que no podemos perder es el estar escuchando y el estar ahí con la gente, viviendo los cambios. El estar presente te va llevando a cambiar la forma de militancia y a decir: “Esto sigue funcionando y esto no funciona”. Como MPP, a medida que estamos en la calle y en los barrios, vemos qué estrategia funciona, y qué estrategia no funciona.

¿Y las redes y la militancia digital?

Yo creo que las redes juegan un rol fundamental. No es el único y se complementa con el trabajo cara a cara. El MPP ha entendido muy bien el rol que juegan las redes y la comunicación. Y bueno, creo que lo pueden ver. Tenemos un montón de compañeras jóvenes que, por ejemplo, hacen videos donde van contando en un minuto diversas situaciones. Porque, aparte, este gobierno da material en pila, y entonces pueden salir tres o cuatro videos, y esto es como reinventar las formas de comunicación y acercar también un poco lo que pasa de forma entendible, sencilla, rápida, pero sin tampoco banalizar qué es lo que puede pasar. Y creo que el MPP viene muy bien en eso.

¿Sos de las que va al comité de base?

No.

¿Cuál es tu ámbito de inserción?

Estoy militando en Gurises MPP. Milito, pero no a través del comité de base, milito territorialmente, a través del MPP, en el área social. En este momento tengo la la responsabilidad del Área Social del MPP.

Nombran a cualquiera (risas).

Sí, bueno, no sé, pero ya veremos. Y mi responsabilidad hoy son los Gurises MPP.

¿Más o menos, qué cantidad de gurises agrupa la organización?

Es relativo, porque no tenemos carnet de afiliación. Pero hay mucha gente. Al campamento fueron cuatrocientos gurises de todo el país. Te puedo asegurar que hay una gurisada grande interesada en discutir.

¿Es muy montevideano el MPP?

No, para nada. Los votos lo dicen.

A la militancia me refiero, ¿no?

La militancia en el interior se expresa de otras formas, pero tenemos un montón de compañeros en el interior.

¿Cómo es y cómo se desarrolla la inserción barrial o local?

Hay como varias metodologías. Nosotros en la campaña tuvimos una movida de los cantones, de las Casas 609, que eran puntos de encuentro con referentes territoriales. Para la gente era un lugar donde podían conseguir material, hablar, se hicieron distintas mateadas. Después tenemos compañeros que militan en centros del barrio, en comisiones barriales.

El MPP, a diferencia del Partido Comunista, no se caracteriza por tener militancia a nivel sindical.

Nosotros tenemos un montón de compañeros que militan sindicalmente. No sé si me atrevo a afirmar eso que estás diciendo. De hecho, tenemos un Frente Nacional de Trabajadores y tenemos una compañera, Mariana Píriz, que está en el Secretariado del PIT-CNT, que es la responsable del interior. Así que no puedo asegurar con tanta fuerza que es una decisión del MPP de no militar sindicalmente.

Para mucha gente, el MPP es el Pepe. ¿Lo sobrevive?
Yo creo que sí. Hay una realidad, como dice una compañera, Pepe es síntesis en algunas cosas. Pero el MPP viene en un proceso, de hace muchos años, de generar nuevos relevos y realmente creo que hay buenos relevos. Sin duda es una responsabilidad y un desafío pensar el MPP sin Pepe Mujica, pero creo que, por el proceso en el que se viene, estamos preparados. Obviamente Pepe es un gran referente también. Porque Pepe representa y nos enseña otra forma de militar. Pero creo que sí podemos continuar sin Pepe.

¿Cómo se van a estructurar? Porque hoy las directivas surgen de la chacra.

Hace muchos años se viene en un proceso de recambio en el MPP, y que no es que todas las decisiones pasen por Rincón del Cerro. Sin duda Pepe Mujica y Lucía son dos compañeros que son muy importantes para la organización, pero ellos han sabido ir generando esos relevos. Entonces, nosotros decidiremos colectivamente.

¿Logró su objetivo de dejar una barra que lo sustituya?

Creo que sí, que dejó barras y buenas barras, que están asumiendo responsabilidades hoy. Nosotros tenemos compañeros de esta casa, como Yamandú Orsi y Pacha Sánchez, que están al frente en las tareas de hoy.

¿Esperaban estos resultados electorales en la interna?

El MPP se planteó, en 2019, cuando perdimos el gobierno, enseguida entramos en un proceso de autocrítica y en cómo hacer para recuperar el gobierno. Nosotros trabajamos para eso, obviamente. Cuando sucedió fue una sorpresa que nos puso muy contentos, pero veníamos trabajando para eso, porque uno de nuestros objetivos era que se triplicara la votación. Entonces, el MPP estuvo desde el primer momento pensando en cómo aumentar su votación respecto del 2019. Así que fue algo esperado igual.

¿Cuáles fueron los puntos clave de la autocrítica que hicieron?

Los trapitos se lavan en casa, pero creo que esto que decía hoy más temprano, que capaz que te alejás de los problemas reales de la gente.
Parte de la autocrítica fue ver por qué la gente pensó que nosotros ya no representábamos una opción y que necesitaban un cambio. Creo que vinieron prometiendo un montón de cosas con la seguridad, y se construyó un relato en torno a la seguridad. Creemos que no lo pudieron gestionar porque es mucho más complejo; y después otra cuestión con el bolsillo de la gente, que es supercompleja. El Frente Amplio tiene un desafío para cuando volvamos a ser gobierno con estos temas.

¿Se burocratizó un poco el Frente después de quince años en el gobierno?

No sé si se burocratizó o si el problema es ese. Creo que lo que no hay que perder nunca de vista es que hay que seguir teniendo militancia social y territorial. Y que los cambios que se llevan adelante por los gobiernos tienen que ser acompañados por el pueblo.

Hay grandes chances que el Frente gane con Yamandú. ¿Cuáles son las prioridades para vos?

Uno de los temas centrales de campaña de Yamandú es esto de unir. Necesitamos generar grandes acuerdos que incluyan a muchos sectores sociales, económicos, productivos, para poder llevar adelante grandes cambios. Y después tenemos muchos desafíos en cambiar el rumbo económico del país, que eso implique la erradicación de la pobreza infantil, poder tener planes de vivienda para que el acceso a la vivienda sea una realidad y, por otro lado, trabajos más dignos. Mejorar la calidad de la salud. Y tenemos desafíos en torno a la seguridad, que se han de pensar de forma integral. Porque no vamos a prometer cosas, como hizo este gobierno, que sabemos que son mucho más complejas. Hoy en realidad el desafío es que Uruguay pueda tener un proyecto y que deje de estar estancado. Creo que el Frente Amplio tiene propuestas para salir de este estancamiento y que Uruguay tenga un proyecto de país a futuro.

¿Hay que reprimir? ¿Por dónde se mejora la seguridad?

Yamandú ha hablado en la campaña de más barrio. Hay que repensar lo bueno y lo malo que tuvo el Plan Siete Zonas, de Gustavo Leal, que se discontinuó. Entonces traigo esto porque hay que pensar la seguridad de forma integral. Pensar en cómo construir comunidad en los barrios.

Es un poco lo que está planteando el gobierno actualmente.

Lo estará planteando en el discurso, pero no está pudiendo con la seguridad, porque vemos cómo han aumentado las tasas de homicidios, que realmente vivimos en un país más inseguro, por más que intenten maquillar los números, ahora que estamos en rendición de cuentas.

¿Ves viable el acuerdo a nivel interpartidario con respecto al tema de la
seguridad?

Debería ser un acuerdo interpartidario. Deberíamos tener acuerdos, puntos en común.

Porque el Frente también tuvo problemas con la seguridad.

El tema seguridad es una cuestión de confianza ciudadana que es necesaria. Más allá de los gobiernos de turno, se debe lograr que Uruguay sea un país seguro.

¿Mejorando salarios o haciendo que haya otra perspectiva de vida se combate el narcotráfico?

La expectativa de muchos pibes es esa y eso sí es un problema. Y creo que es un desafío cultural, porque no es solamente económico, sino que tenemos que cambiar el sentido cultural que los lleva a esto. Esta rosca de consumo, que lleva a veces a que lo más fácil está ahí, y caen en eso. Es un cambio que está muy atado a lo económico y a las oportunidades que se le dan a los gurises y gurisas, pero no sé si se cambia solo con eso. Tampoco creo que el narcotráfico esté solamente presente en los barrios. Hay grandes estructuras de poder más allá de los gurises de los barrios que salen y que se meten en esto.

¿Hay que legalizar las drogas, como se legalizó la marihuana?

Creo que tenemos que dar una discusión, con respecto al consumo problemático de drogas. Es una discusión pendiente, porque hay un mercado ilegal muy fuerte. Entonces, hay que analizar si una forma de de paliarlo es con la legalización.

La represión ha demostrado que…

Fracasó, sin duda que fracasó.

Tu referente, Pepe, legalizó la marihuana, ¿qué van a hacer los que vienen atrás?

Yo creo que es una discusión pendiente para pensar qué hacemos con la legalización de la droga.

¿Vos sos consumidora de alguna droga?

No. En realidad, de alcohol, si lo consideramos una droga. Es una opción personal de gusto, nada más.

La juventud es la que está planteando la legalización de las drogas.
En Colón, tu barrio, ¿qué pasa?
Creo que es complicado. No voy a hablar solo de Colón, pero vemos que los pibes se están yendo en el consumo de drogas. El problema es que se van por ahí porque no tienen un proyecto de vida y porque creen que no tienen otra opción.

El sistema fomenta el consumismo, el narcotráfico da posibilidades de plata fácil. ¿Cómo combatís eso?

El cambio tiene que ser cultural. Y vuelvo de nuevo a lo que dice Pepe, es el tener un proyecto en la vida y es pensar que elegimos nosotros como jóvenes. Es tener una causa para vivir y militar. El desafío que tiene el Uruguay es pensar qué proyecto les ofrece a los jóvenes. Ofrecerles a todos los gurises de todos los barrios oportunidades de elegir una vida digna.

¿Cómo te parás frente al plebiscito de la seguridad social?

El Frente Amplio decidió la libertad de acción y eso implica que no hay posturas únicas a la interna y desde el MPP salimos bastante temprano. Creemos que la reforma está mal, pero nosotros llamamos al diálogo social.
Porque en realidad el problema, lo decía Pacha Sánchez hace unos días, se soluciona cambiando el rumbo económico de este país. Obviamente que no está bien que una persona no se pueda jubilar a los 60 años. Creo que vamos a ganar el gobierno y vamos a poder llevar adelante este diálogo social. No estoy de acuerdo con algunos puntos de la papeleta y estoy de acuerdo con la postura que tomamos en el MPP de no firmar. Nosotros estamos dando la batalla para ganar el gobierno, para después poder llegar al diálogo social. Y en esa estamos. Yo estoy militando por eso, para poder ganar un gobierno frenteamplista.

De lo que se deduce que tu sobre en las elecciones va a ser livianito.

Sí, mi sobre electoral va a ir con la 609, y chau.

¿Es buena la formula de Frente Amplio?

Yo creo que es muy buena.

¿A pesar de que a Cosse no la bancan en el interior?

Creo que la fórmula del Frente Amplio es muy potente y que además expresa lo que dijeron las urnas. O sea, Yamandú arrasó y lógicamente es nuestro candidato a presidente, y después Carolina también tuvo una buena votación y es lógico que sea la candidata a vicepresidenta. Y me parece que fue muy acertado también el posicionamiento del Frente Amplio, que desde hace mucho tiempo venía diciendo que la fórmula se iba a anunciar esa noche, y que iba a ser el primero y el segundo. Entonces era de esperarse y yo creo que además es buena. Y que da lugar a que realmente muchos se sientan representados por la diversidad.

¿Dentro de la interna?

Dentro de la interna. Y creo que Yamandú ha demostrado su capacidad para ampliar, para unir. Yamandú tiene llegada a mucha gente y creo que Carolina es muy buena candidata a vicepresidenta. Cada uno tiene más llegada o menos llegada en distintos ámbitos. Como todas las personas. Como todos los políticos.

¿Cómo caracterizás a este gobierno?

Es un gobierno que, en primer lugar, mintió. Mintió con que iba a poder solucionar problemas y con que iba a poder avanzar en otros, que no lo ha podido hacer. Y sin dudas que fue un gobierno que, además, hizo perder la credibilidad en el sistema político, con todo lo que pasó con los casos Marset y Astesiano. Entonces, es un gobierno corrupto que encima dejó estancado al Uruguay.

¿Estancado o retrocedió?

Estancado y que además hizo que el Uruguay retrocediera, que los trabajadores y que la gente retrocedieran. Veníamos de quince años de crecimiento, donde además la gente lo sentía cotidianamente.

Tuvo la pandemia, ¿no?

Tuvieron la pandemia y después siempre han encontrado excusas, pero la realidad es que no han podido transformar el país.

¿Por qué creés que el presidente en las encuestas mantiene la popularidad?

Yo creo que el Presidente ha tenido como una estrategia de intentar salir cada vez que hay un problema y salirse como que él no tiene nada que ver con el gobierno. Pero bueno, es el presidente. Por alguna razón, le viene saliendo bien esa estrategia de salirse por el costado. Pero bueno, siempre ha encontrado buenos culpables a quienes responsabilizar.

¿Somos un país tan tonto que tres veces por día hay un escándalo alrededor y no pasa nada?

El Pepe siempre lo dice: el pueblo también se equivoca. El pueblo es soberano, pero también se equivoca.

La elección va a ser pareja. Miles de jóvenes votan por primera vez, ¿cómo los convencés?

Creo que se ha visto que los jóvenes igual siempre, en mayor porcentaje, terminan eligiendo al Frente Amplio. Ya eso es histórico, pero, pasó en esta elección también.

Los blancos han subido.

Pero el Frente Amplio creo que también. Y la candidatura de Yamandú y de Carolina hizo que muchos jóvenes eligieran el proyecto del Frente Amplio. Tenemos un desafío con esta población que todavía no sabe qué votar. Primero, de propuestas y de demostrar por qué el Frente Amplio es la mejor opción.

¿Leen el programa los jóvenes?

Creo que sí, que hay un interés en saber las propuestas. No sé quién va a leernos el programa de 400 páginas del Frente Amplio, pero…

Ni Yamandú.

¿Cómo que no? El candidato está trabajando ya en el Plan de Gobierno. Pero, a ver, es muy difícil que cualquier persona o joven lea todo. Pero, ya saldrán las líneas generales del Plan de Gobierno y el Frente Amplio tiene propuestas concretas.

Vos pensás que es factible ganar ese porcentaje de gente que puede definir.

Sí, porque se vio en la votación de ahora, que hubo un respaldo muy grande hacia el Frente Amplio y la baja de la participación de los otros partidos. Eso expresa una necesidad de cambio. Entonces, está claro que existe una posibilidad muy fuerte de ganar, porque el país necesita un cambio de rumbo.

Ellos lo interpretan totalmente al revés. La baja participación significó que la gente no tiene necesidad de un cambio.

En general, partimos de análisis bastante distintos. También piensan que tienen una buena fórmula.

¿Qué pensas de la fórmula? ¿Ripoll suma o resta para ellos?

Creo que esto que hicieron –no me acuerdo quién lo dijo el otro día– es una fórmula, más que para gobernar, para hacer campaña. Y ellos creyeron que podían hacer campaña con Ripoll y que les acumulaba. Yo no me animo a afirmar eso. Hicieron una fórmula pensando en una campaña donde podían llegar a acumular en otros sectores, como si además la gente fuera ilusa. Creo que la fórmula del Frente Amplio es ampliamente superior.

Asustan con que el Frente está tomado por los tupas y por los comunistas. ¿Cómo enfrentar eso?

Eso no es así en realidad. Por ejemplo, vemos que la lista 95 fue la tercera fuerza más votada. O sea, tenemos otros sectores dentro del Frente Amplio, que no es eso de los tupas y los bolches. Eso es la campaña de barro fácil, pero el Frente Amplio tiene un gran espectro y una gran diversidad.

¿Pero, cómo vivís que te usen como cuco?

Ahora el MPP y el Partido Comunista tienen mucha fuerza, pero no se intenta hegemonizar las ideas. En nuestro caso, en nuestro movimiento, a la interna del Frente Amplio, buscamos cómo construir consensos y unidad dentro del FA. Nos ponen en el lugar de cuco por los votos, por lo que representamos, por nuestra fuerza, pero no es así.

Por algo lo utiliza la derecha como cuco.

El MPP es la organización más votada en casi todos los barrios y en quince o dieciséis departamentos. Tuvimos muchísimos votos y eso explica que la construcción del relato es una cosa, pero lo que dice la gente es que no le tiene miedo al MPP, así que no creo que prenda toda esa cuestión del cuco que domina.

Recuperaron los votos que les había robado Cabildo Abierto en las elecciones pasadas, en los barrios populares, sobre todo.

No creo que sea tan lineal el pensamiento. Lo que sí tuvo el MPP fue la estrategia de decir: “Bueno, ¿en donde fallamos?”. Y eso implicó ver en qué lugares la gente había decidido no apostar por el MPP, y se hizo un trabajo territorial y de militancia ahí. Pero no diría que se fueron los votos de acá para allá tan fácilmente, porque no sabemos. El MPP, en su proceso de autocrítica, decidió ver en qué lugares había perdido fuerza y trabajó para volver a recuperarla.

¿Vos estás militando profesionalmente?

No, no soy funcionaria del MPP. Nosotros acá militamos por esto de tener una causa. No militamos por cargos o por lugares. Creo que es una diferencia con respecto a otros partidos. Podemos tener tareas que son circunstanciales y momentáneas, y asumimos la tarea en el momento que nos toque. Pero creo, igual que todos los que estamos acá, que, en el momento en que eso deje de pasar, vamos a estar en problemas. Que los jóvenes militemos pensando en qué sillón ocupar y no porque nos moviliza algo va a ser un problema.

¿Cuál es la relación con los jóvenes de otros partidos?

Tenemos vinculación. Sí, claro. Nosotros tenemos una juventud frenteamplista, coordinamos a nivel de la juventud frenteamplista y hay buen vínculo.

¿Y con los partidos tradicionales, blancos o colorados?

Hay un proyecto del PNUD y tienen una coordinación de juventudes interpartidarias y dialogamos. Yo creo que hay un buen vínculo con la Juventud del Partido Nacional y con la del Partido Colorado, que son las juventudes que se ven.

¿Por qué es más fácil acordar entre las juventudes que entre los partidos?

Quizás porque los intereses son otros. No sé si es más fácil coordinar entre juventudes, nosotros no estamos tampoco dialogando todo el tiempo con la Juventud del Partido Nacional. Creo que la primera cuestión es que no hay un vínculo tan fuerte como sí lo puede tener el Frente Amplio con el Partido Nacional.

Hoy la juventud se moviliza por una causa puntual: ambiental, feminista, diversidad. ¿Cómo se llega a que la juventud integre los partidos?

Yo empecé primero por lo estudiantil y después me vine para este lado. Está la lucha ambiental, la lucha del feminismo, la de la diversidad, pero para mí la cuestión viene por transformar las condiciones materiales y más como un todo. La militancia política partidaria es transformadora. A veces lo que pasa es que hay como un descreimiento hacia la política partidaria. La cuestión es enamorar y demostrar que tiene un potencial que puede transformar.

¿Qué rol debe jugar el feminismo en el próximo gobierno?

La cuestión de género es transversal a un montón de lugares y el feminismo es transversal a todo. La mirada feminista tiene que estar puesta en la economía, en la seguridad, en la educación.

En otros países, uno ve que ha generado un rechazo que alimentó a la ultraderecha. Pedro Sánchez habló del “feminismo de trinchera” que ha generado en un sector popular lo contrario a lo buscado.

Yo hoy hablaba de cuando a veces las izquierdas se enroscan en problemas y se quedan como en una burbuja. Y se alejan de los problemas reales de la gente, de las mujeres. Y yo creo que ese choque se da cuando en realidad tenemos a un sector que está discutiendo sobre temas que por ahí a otras mujeres no las atraviesan en su día a día. Entonces por ahí viene el rechazo. Pero yo creo que si nosotros pensamos en esto de construir mirando y siendo parte de todo, no va a pasar. A ver, muchas veces esto ha sucedido y no solamente con el feminismo, ha sucedido con otros temas. Cuando se vuelve una política muy de burbuja y muy alejada de lo que son los problemas reales, pues genera rechazo, porque la gente no lo ve, no se ve que está transformando su realidad concreta y piensa que se está discutiendo como algo que le es ajeno. Que no cambia la realidad, que no tiene sentido alguno.

Y el Frente estuvo muy centrado en la agenda de derechos.

Pero también estuvo muy centrado en, por ejemplo, el Plan Juntos, en generar viviendas. O sea, no es blanco o negro, sino que es como llevar adelante cambios que tengan que ver en la agenda de derechos. Pero también cambios en la realidad concreta. Hubo varios planes de vivienda, el mejoramiento de la educación. O sea, no era que el Frente Amplio lo único que hizo fue avanzar en la agenda de derechos. Hizo muchas cosas en simultáneo.

Hay quienes consideraban la agenda de derechos como la sustitución de la lucha de clases.

Pero bueno, eso no es así. Creo que es necesario avanzar en términos de derechos hacia las mujeres y hacia la comunidad LGTBIQ+. Pero avanzar en términos de la agenda de derechos no significa que no se avance en otros aspectos.

Vos dijiste que no hay feminismo de derecha.

Sí, no hay feminismo de derecha.

¿Y qué hacemos con las mujeres liberales que se declaran feministas?

El problema es que el discurso muchas veces de las mujeres liberales o mujeres de derecha es que creen que solamente porque hay mujeres en lugares de representación, esas son feministas. Y yo creo que el feminismo no es simplemente ocupar un espacio. Y nosotras tenemos una cuestión de clase y de feminismo popular, por lo que lo entendemos de otra manera.

Describime un día tuyo normal.

Te describo mi día de hoy, desde la mañana. Yo trabajo en una editorial. Y bueno, mi día transcurre yendo a trabajar. Luego hoy estuve estudiando, porque tengo que dar un examen, que lo tengo que entregar el domingo. Estudié para el examen, me vine para acá. Y ahora tengo una reunión de Gurises MPP.

¿Vivís con tu familia en Colón?

Ya no vivo en Colón, me mudé, por un tema de tiempo de transporte. Vivo con mi compañero.

¿Se puede tener una pareja con ideologías antagónicas?

Yo no podría, pero hay quienes la tienen.

¿Has tenido chance de hablar con Pepe y Lucía?

Sí, por suerte sí. Tengo la suerte de poder compartir una reunión semanal con Lucía, y es una compañera con la que realmente se aprende un montón.

¿Dónde te ves dentro de un par de años?

No tengo idea. Donde la organización decida que tengo que estar. Está esa cuestión de militar porque te querés ver acá o te querés ir allá. Y yo realmente milito porque creo en lo que sostiene esta organización, en un proyecto, y porque realmente me pongo muy mujiquera. Me imagino toda mi vida militando en el MPP y no milito pensando en dónde voy a estar en cinco años, en tres años, en lo que sea, sino que milito por un proyecto que va más allá de las personas. Realmente milito en una causa y es sentir que militamos con razón y corazón. Milito con la razón, convencida de que esta organización es la que puede generar transformaciones y también porque me siento parte de un colectivo.

Aparte de lo que estás haciendo para el examen, ¿qué estás leyendo?

Ahora estoy leyendo un libro: ¿La rebeldía se volvió de derecha?, de Pablo Stefanoni, y estoy a la mitad de otro libro de feminismo que se llama Ir más allá de la piel, de Silvia Federici. Siempre llevo como dos lecturas al mismo tiempo.

Sos lectora constante.

Tengo momentos en los que por ahí no estoy leyendo tanto libro, pero trabajo en una editorial y siempre estoy leyendo igual.

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