La dicha de decir: el honor es nuestro por Joaquín Ginés
El pasado viernes a la noche se celebró la entrega del título Doctor Honoris Causa de la Universidad de la República a la Profesora Lisa Block de Behar. La ceremonia fue realizada en el Aula Magna de la Facultad de Información y Comunicación y contó con la presencia y presentaciones de Roberto Markarian, Gladys Ceretta, Gerardo Caetano y María Simón.
Lisa Block de Behar es una prestigiosa académica uruguaya, reconocida internacionalmente, con una trayectoria que cuenta no solo con una profusa e ilustre producción bibliográfica, sino también con una perenne dedicación a la enseñanza. En 1960 egresó del Instituto Profesores de Artigas (IPA), obteniendo el título de Profesora de Idioma Español. De dicha casa de estudios fue docente y también fue catedrática de Semiótica y Teoría de la Interpretación en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de la República.
Obtuvo su doctorado en París en 1983 en la École des Hautes Études en Sciences Sociales, con su tesis titulada Una retórica del silencio, orientada por Gérard Genette. Esta producción es considerada un indudable aporte a la Teoría Literaria y fue merecedora del premio Xavier Villaurrutia, México, en 1984. Ha dictado seminarios y cursos en universidades de diversos países europeos, americanos y de Israel, y mantenido estrecho contacto con personalidades del universo literario, artístico y académico, entre los cuales se destacan Eugenio Barba, Jacques Derrida, Thomas Sebeok, Richard Morse, Jean Bessière, Haroldo de Campos, Christian Metz, Umberto Eco, Adolfo Bioy Casares, Jorge Luis Borges, entre tantos otros.
Fue la primera individualidad uruguaya en recibir el prestigioso Premio Humboldt, Alemania, en 2001, por el proyecto La ocupación totalitaria del discurso.
Actualmente se desempeña como docente e investigadora en la Facultad de Información y Comunicación, donde tiene a su cargo el Seminario Fundamentos Lingüísticos de la Comunicación. También lleva adelante el Proyecto Anáforas, repositorio digital de autores uruguayos y demás producciones culturales de gran valor e interés nacional e internacional.
La máxima autoridad de la Universidad de la República, Roberto Markarian, comenzó la ceremonia recordando el peso del título Honoris Causa. Explicó que se trata de un reconocimiento superlativo, que la Institución es muy cuidadosa en otorgar, y que son escasas las oportunidades en que lo hace. Esto, señaló, se debe a que es concedido solamente a deslumbrantes personalidades de la cultura nacional e internacional.
Las palabras de elogio del prestigioso historiador Gerardo Caetano recordaron a los presentes que se encontraban frente a una egresada del “histórico IPA”, que exigía los más altos niveles en sus “acaso exageradas” pruebas de ingreso y que supo formar sucesivas generaciones de eminencias. “Lisa es docente de docentes”, dijo frente a una audiencia que, confirmando sus palabras, comprendía todas las franjas etarias. Seguidamente habló de su soberbia producción académica y su compromiso con la investigación. También recalcó su labor como directora de la carrera de Ciencias de la Comunicación en tiempos institucionales difíciles: “temí por su vida”, expresó, un poco en broma, un poco en serio, entre risas de los presentes. Aprovechando la presencia del Rector y la Decana Gladys Ceretta, profirió refiriéndose al Proyecto Anáforas: “¡precisa más fondos!”, a lo cual siguió un aplauso generalizado. Por último insistió, citando palabras de la homenajeada: “son los estudiantes los que tienen la prioridad absoluta”. Caetano subrayó que este es el sello personal, humano y vocacional, y también el auténtico legado de Lisa Block.
Más que sabia, María Simón, actual Decana de Facultad de Ingeniería, llamó la atención sobre el definitivo carácter interdisciplinar que distingue al pensamiento de la académica. Hermenéutica, Semiótica, Lingüística, Filología y Literatura Comparada han sido tan solo algunas de “las aguas” en las que ha “buceado” la Profesora Block de Behar a lo largo de su vida académica. “Analizar, por ejemplo, la publicidad desde la Teoría Literaria” es muestra, en palabras de Simón, no solo de una potente capacidad, sino de “audacia intelectual”. También apuntó que la obra de la homenajeada tiene un aspecto crucial, que es el “atacar temas nucleares”, refiriéndose a los tópicos que ha abordado y continúa abordando la pensadora en sucesivas investigaciones, seminarios y cursos, como son el cine y las artes, el totalitarismo, la democracia, las nuevas tecnologías, entre otros. Agregó que es una producción que produce producciones, que impulsa al pensamiento, y que en ello reside su valor. Para finalizar, celebró el compromiso que la Profesora ha sostenido, a lo largo de una extensísima carrera, con la enseñanza: “pública y de grado”.
Tras las elogiosas palabras, y en un Aula Magna desbordada, Lisa Block de Behar recibió el título Honoris Causa rodeada de familiares, amigos, colegas, estudiantes y discípulos, que estallaron en fervoroso aplauso al grito de “¡Bravo!”. Una asignación que sin duda, como señaló María Simón, se encontraba en el debe.
La Doctora Honoris Causa comenzó su discurso de agradecimiento y aceptación del título con dificultad por la emoción generalizada que colmaba el ambiente. Explicó que quedaba, paradójicamente, “sin palabras” en un momento en cual debía tomar la palabra. Recorrió al público con la mirada y expresó perpleja: “veo los rostros de todos… y los reconozco”, de distintos ámbitos, procedencias y generaciones.
El discurso fue circular, dejando entrever su característico estilo, con un propósito que explicitó: “siento que no debería dejar de agradecer de modo que, cuando esté por finalizar, volveré al principio para que mi reconocimiento sea circular e interminable”. Y agregó, luego, que agradecer es “también una forma de hacer con las palabras”, transformando su discurso en un acto y su agradecimiento en palabras.
Entre los primeros a quienes agradeció -a quienes “están”, a quienes “no están”, a quienes “ya no estan”- estuvieron sus padres, Paloma, su hermana, a quien perdió muy joven, a quien, explicó: “quise imitar toda mi vida… no lo logré”. Y a Isaac Behar, su esposo, pérdida que sufrió la familia y también la comunidad científica y cultural toda el año pasado: “siempre a Isaac”.
En un “largo recorrido lúdico-filológico”, y con su usual tono poético y grave, profundo e incisivo, versó sobre ciertas problemáticas y cuestiones que atañen a la comunicación, a la condición de humanos, de pensar, decir y hacer, agradecer, ser y entender. Habló sobre una comunicación que desborda en producción mientras perpetúa la repetición y limita la creatividad, refiriéndose a las nuevas tecnologías y a la viralidad que acarrean: “¿será inevitable que hablemos todos sobre lo mismo?”. Estas formas, apuntaló, simulan acercarnos mientras nos alejan cada vez más. También las falsas noticias, que viajan “más rápido que la luz”, son propias de un mundo, citando a Machiavelo y a un viejo adagio en latín, que quiere ser engañado. A esto agregó un comentario sobre el “desvío abusivo y masivo de la democracia”, bajo forma de redes, que recuerda a la conocida estrategia propagandística de “un tal Goebbels”.
En un giro que recordó que existe algo más allá del recrudecimiento de lo peor en este mundo online, la Honoris Causa discurrió sobre el infinito potencial de las palabras y su admiración, su pasión, por ellas: la dicha de lo dicho. Devolvió un aliento de esperanza con sus reflexiones sobre la verbocreación, la semántica y las formas poéticas: “Todos saben que para los griegos, como también para la naturaleza, poiesis es crear – que es hacer poesía”. En cada palabra, afirma Lisa Block, se esconden todos los usos que se le han dado -el pasado de ella. Detrás de cada voz hay infinitas voces y sentidos que la palabra no pierde en el tiempo, y que el hablante, sin desearlo a veces, evoca al decirlas. Allí emerge la comunicación que la pensadora defiende: “toda comunicación reserva una parte de sombra, ya que es imposible expresar todo”. En la interacción, en el afán de entendernos, de comprender el sentido, lo construimos en lo que llamamos comunicación. Citando a Michel de Montaigne, agregó: “la palabra pertenece mitad a quien la dice, mitad a quien la escucha”. De allí el nombre de su discurso, que anuncia casi al fin de este, en feliz paradoja: “La comunicación y la inevitable parcialidad de una verdad a medias”.
Luego de escuchar los dos movimientos de la Sonata nº5 de Beethoven para violín y piano, interpretados en vivo en su honor, una interminable cola de gente se formó para saludar a Lisa Block de Behar y para recordarle, como señaló Gerardo Caetano, que “la necesitamos, en un reclamo egoísta, por mucho mucho tiempo más”.
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