Estuve hablando con Cristian Butín, capitán de la selección uruguaya de fútbol para amputados, que participará en el Sudamericano de Fútbol en Colombia, a disputarse en marzo, clasificatorio para el mundial de Turquía 2022.
Cristian, es un joven uruguayo coloniense de treinta años que trabaja en la Intendencia de ese departamento y también realiza tareas rurales. Sufrió amputación en una de sus piernas hace diez temporadas, luego de sufrir un virus hospitalario a causa de un accidente de tránsito. El impacto de su pérdida no fue excusa para que buscara inmediatamente alternativas deportivas para practicar, comenzando con remo, aplicando tenis en silla, y fútbol para amputados (disciplina que logró desarrollar consagrándose como jugador y actual defensa en Plaza Colonia y en la selección de Uruguay, donde también es capitán).
Precisamente, con la celeste, el deportista buscará junto a un grupo mixto de hombres y mujeres el objetivo de llegar al mundial de Turquía 2022. El combinado charrúa jugará en marzo el Sudamericano en Colombia, debutando ante Ecuador el 16 de ese mes, seguido por rivales como Perú, Chile, Brasil, Colombia, y Argentina, bajo un formato liga (todos contra todos). Clasifican los cuatro mejores.
Butín comparte los detalles sobre el fútbol para amputados, el cual se practica en dos tiempos de 25 minutos, con 7 jugadores titulares por equipo (sin límites de cambios), en una cancha de 60 por 40, y arcos de 5 metros por 2.20 de alto. Los amputados de pierna son jugadores de cancha que juegan con muletas, mientras que el amputado de brazo es el arquero, que por tener ventaja deportiva no puede salir del área y de hacerlo es sancionado. También se castiga la intención de jugar el balón con los bastones, dado que se consideran una extensión de las manos.
El jugador expresa que este deporte está plenamente regulado al igual que el fútbol convencional: en Uruguay, el órgano rector es la AUFA (Asociación Uruguaya de Fútbol de Amputados), la cual está bajo la directiva de la CONFA (continental), y ésta, bajo el mando de la WAFF (órgano internacional). En nuestro país se disputa nuestra liga local, con equipos como Plaza Colonia, Juventud, y Progreso, instituciones que no cuentan con el caudal necesario de recursos, pero si con la voluntad y apoyo humano hacia el deporte, y sobre todo, las oportunidades e inclusión.
Precisamente, Cristian Butín nos cuenta sobre los esfuerzos y adversidades que deben sortear los jugadores, el practicar de forma constante, viajar desde lejos, mantener la constancia participativa, solventar los gastos sin apoyos terceros ni gubernamentales, entre otros. La entrega y constancia es enorme, la celeste del fútbol para amputados necesita el apoyo y colaboración de todos para que pueda cubrir su participación en el Sudamericano, se puede ayudar a través de un depósito en la cuenta Abitab 122428. “La ignorancia no es culpa de nadie, de a poco se van sumando personas amputadas y no amputadas a participar”, expresa el jugador.
El Fútbol para Amputados tiene sus comienzos en 1982 en Seattle, Estados Unidos, y fue utilizado como entrenamiento de esquiadores con discapacidad durante los meses de verano, con el fin de mantener una forma física adecuada. Al ser la adaptación de uno de los deportes más populares del mundo, se hizo popular de manera rápida, especialmente en países involucrados en conflictos bélicos donde el número de personas amputadas era bastante elevado. Butín agrega el comentario: “muchos de los amputados son también por accidentes y casos de cáncer”.
Desde un punto de vista social, el esfuerzo y constancia por parte de la Selección Uruguaya de Fútbol para Amputados es un claro ejemplo de que se pueden superar los problemas, tener aprecio y valor por la vida, nunca rendirse aunque el panorama sea difícil. El deporte desarrolla una enorme terapia de apoyo anímico y psicológico para las personas, aunque la preparación física también es fundamental para alcanzar el éxito en los encuentros. Cristian comenta sobre la aclimatación en Colombia, adaptarse a temperaturas altas y mucha humedad, entrenamiento cerca del mediodía, observación del juego contrario a través de vídeos, estudio de velocidad y desempeño, rendimiento, manejo de balón y alineación del rival.
Una posible información que Butín señala como importante refiere a que varios de los jugadores uruguayos ya participaron en el mundial anterior en 2021, por lo que tienen conocimiento sobre la experiencia y el desempeño de selecciones como las de Argentina, Brasil (tercero en el certamen, es el favorito), y Colombia.
Más allá de las dificultades económicas, los deportistas charrúas tienen la convicción de que podrán clasificar al mundial de Turquía, mientras que piden y buscan el apoyo de la AUF referente a la vestimenta y otros aspectos. Uruguay ya tiene su lista de convocados para el campeonato: Gonzalo Dos Santos, Marcos Exequiel Casariego, José López, Cristian Butín, Luciano Varela, Florencia Núñez, Franco Medero, Joaquín Ezequiel Vitalis, Mateo Cerbetti, Nelson Daniel Fernández, Willman Carneiro, Pablo García, Tomás Mattos, Marcos Dolgay, Leonardo Núñez y Facundo Cabrera. Leticia Rodríguez es la directora técnica, también hay dos jueces seleccionados para trabajar, Marcos Vargas, y William Val.
Agradezco enormemente a Cristian Butín por sus comentarios, reflexiones e información, deseo que la selección uruguaya obtenga los resultados anhelados y logre clasificar al mundial, lo merecen.
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