“Los primeros presidentes fueron más caudillos que otra cosa”

El historiador Alejandro Giménez Rodríguez acaba de publicar “El libro de los presidentes uruguayos. De Fructuoso Rivera a Luis Lacalle Pou”. Se trata de un amplio repaso de la vida y obra de los hombres que ocuparon el poder principal del país.

Un recorrido por la existencia de los hombres que han ocupado el cargo máximo a que pueda aspirar un ciudadano en su país. Treinta y nueve breves biografías dan a conocer vida y obra de quienes estuvieron en el poder presidencial por más de un año. Sus lejanos orígenes, los progenitores, la infancia, sus estudios, la carrera profesional, la actividad política, los cargos ocupados, el ámbito familiar, la personalidad del mandatario y la vida después de la presidencia. Cada uno con su gestión de gobierno, sus éxitos, fracasos, y sus aportes para la posteridad. Un relato de cada hombre en contacto con su época. De Fructuoso Rivera a Mujica. Pisando en tres siglos. En la guerra y en la paz, en la prosperidad y la crisis, en la vida y en la muerte. Con distintas visiones y defendiendo divisas diferentes. Elegidos por el pueblo, directa o indirectamente, pero también los que llegaron al poder por medios no establecidos por la Constitución. Abogados, periodistas, hacendados, militares. Políticos de carrera y otros que manifiestamente no tenían gran gusto por esa actividad, de diversos orígenes familiares, de acuerdo a lo que ha sido la conformación de nuestra heterogénea sociedad.

¿Cómo surgió la idea de hacer este libro?

Mi primer libro sobre presidentes fue en el año 2002, a partir de un ciclo que hice en el año 99, en el programa “Hola gente”, de canal 12. Era año electoral y yo hablaba de un presidente distinto cada semana. Ahí surgió el primer libro, que se llamó “Por mi honor”. Y en 2004 la editorial Linardi y Risso me convocó para hacer otro libro con el mismo tema. Que abarcaba de Fructuoso Rivera hasta Jorge Batlle que era el presidente en ese momento. Así que el tema del libro surge desde lo audiovisual, más allá que a mí el tema me interesaba mucho. Entre el 98 y el 99 participé del armado del Museo de la Casa de Gobierno, en el Palacio Estévez. Ahí me empapé de lo que era la vida de los presidentes.

¿Qué objetivos se planteó?

Había otras obras que abarcaban estos temas. Por ejemplo, de Juan Carlos Pedemonte que se llama “Las presidencias del Uruguay”. En este caso era compilar en un breve texto la vida de los presidentes del Uruguay. Con un criterio que incluía a los que estuvieron en la presidencia más de un año, sean dictadores o demócratas. O mejor dicho, de facto o constitucionales. Hay dos casos de constitucionales que no estuvieron un año, que son Berreta en 1947 y Gestido en 1967. Hasta la actualidad son 40. La idea es mostrar de dónde venía cada uno, sus ancestros, nacimiento, infancia, formación profesional, actividad política hasta llegar a la presidencia. Y lo que fue la acción de gobierno. Y algunas actividades públicas y privadas. Y un breve juicio de su historia.

¿Cómo fue el proceso de buscar datos y reconstruir sus vidas?

El proceso fue largo. Puede decirse que empecé a estudiar el tema en el año 98, o sea hace 22 años. Buscando datos, bibliografía, archivos. Reconstruir su vida. Es un manual, entonces todos tenían un formato parecido. En algunos casos era más largo porque su trayectoria y su vida fue más extenso. Ese fue el proceso de investigación, que es abierto, porque hay que tener que la primera versión fue hasta la presidencia de Jorge Pacheco Areco. Luego llegó hasta Jorge Batlle y lo fui ampliando con Tabaré Vázquez, con José Mujica y finalmente la actualización con Luis Lacalle Pou.

¿Cuáles de los presidentes tiene una vida con detalles más curiosos o diferentes?

Bueno, Rivera fue el primero, que siempre se decía que no era muy apegado a lo constitucional o al tema legal. Los primeros presidentes fueron más caudillos que otra cosa. Luego hay otros, por ejemplo, Latorre, donde el militarismo se comienza a conformar el Estado. Luego está Santos con la pompa y el poder exhibido. Batlle y Ordóñez que es el creador del Uruguay moderno prácticamente, con la separación de la Iglesia del Estado, el país modelo. Un Uruguay modelado por la conformación de la clase media. En el siglo XX es uno de los más importantes. Y en el caso de los dictadores, que me han discutido, como puede ser Aparicio Méndez o Gregorio Álvarez, que estuvieron cinco años. Un colega historiador me dijo que la Historia no separa democracia de dictadura. Un detalle curioso son los presidentes del Frente Amplio, que tiene que ver con la llegada al gobierno de una fuerza distinta a los partidos tradicionales.

¿Qué aspecto caracteriza por lo general a nuestros presidentes?

Yo diría que la sobriedad. Hubo alguno como Santos, a quien le gustaba ostentar el poder. O Julio Herrera, que también fue ostentoso en la última parte del siglo XIX. Pero en general tuvieron sobriedad y el republicanismo, dejando de lado los dictadores obviamente. Pero a todos los caracterizó la sobriedad. Por ejemplo, la banda presidencial se creó recién en 1882. El presidente tuvo su casa en 1947 con Batlle Berres. Nada que enalteciera demasiado la presidencia. Casi todos estuvieron en esa línea de sencillez.

Si habláramos de “legados”, ¿cuáles presidentes considera que han hecho más aportes a la sociedad?

Batlle y Ordóñez tiene un legado importante, pero mencionaba a Latorre respecto a la configuración del Estado desde una dictadura. Hay hechos como la creación de algo tan importante como la escuela pública o el Correo. O incrementar los trenes. En el caso de Batlle y Ordóñez y su influencia en las primeras tres décadas del siglo XX, la nacionalización, o el reformismo social que es clave para la llegada de los inmigrantes. El reformismo político con la creación del colegiado, que al principio fue semi colegiado. Su sobrino, Batlle Berres, que en la década del 40 del siglo XX con la sustitución de las importaciones, en el Uruguay post guerra, el Uruguay post Maracaná. Es un legado importante. Y por supuesto lo que es el Uruguay de la salida de la dictadura. Con presidentes que tuvieron la responsabilidad de reencausar la democracia. Y lo del Frente Amplio con la agenda de derechos, que aún no hay tanta distancia para evaluar.

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.