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Pensar la educación en contexto de encierro por Adrián Baraldo y Edgardo Escobar

Pensar la educación en contexto de encierro  por Adrián Baraldo y Edgardo Escobar
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 Con este artículo damos inicio a una serie de notas que buscan generar espacios de discusión para problematizar la situación de las cárceles en nuestro país. Los artículos de la serie forman parte de un ensayo[1] que realizamos con el apoyo de Andrea Morett y Leonardo Flamia, a quienes queremos agradecer. Los autores nos encontramos en privación de libertad ambulatoria, por lo que nuestra perspectiva surge del corazón mismo del sistema carcelario, y luchamos contra muchos inmorales que nos quieren decir qué tenemos que hacer.

 

Uno de los discursos hegemónicos en el Uruguay actual hace referencia a que la educación está en crisis, cuando lo que se encuentra en crisis es el sistema de enseñanza formal, que es el que reproduce las lógicas de segregación y discriminación que existen en la sociedad. Se puede observar que los modelos educativos públicos llevados adelante en las franjas sociales de bajos recursos son excluyentes ¿Por qué? Porque no se hace una autocrítica, no se cuestiona el porqué de la desvinculación de las personas y tampoco se piensa que los contenidos curriculares son obsoletos. La falta de compromiso, tanto del sistema educativo como de la mayoría de las personas que participan en el mismo -ya sea por bajos salarios o la desmotivación de los  usuarios- parte de la propia institución educativa; al usuario se le tiene que motivar, se le tiene que hacer ver la importancia de la educación. Lo que se lleva adelante como política pública es una opresión sobre los sectores empobrecidos. Sin la existencia de este tipo de opresión, no existiría la marginalidad.

 

Educación excluyente y exclusiva en contextos de encierro

Sobre este tema  la información que le llega a la población  es claramente filtrada, inexacta y perversa. No tenemos ninguna duda que en el área de educación los números y estadísticas sobre las personas que estudiamos en este contexto contrastan mucho con los números oficiales de Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). ¿Acaso le interesa a la sociedad que, entre otros ejemplos, tenemos a Roy Vitalis haciendo 15 kilómetros de ida y 15 kilómetros de vuelta diariamente en bicicleta para poder formarse en la Facultad de Ingeniería? ¿O que a otro compañero le suspendieran la transitoria otorgada por el juez, por errores (horrores) administrativos? ¿O acaso alguien se cuestiona qué criterio utilizó el juez para otorgarle 12 horas por mes a un compañero para que salga a estudiar la Licenciatura de Psicología cuando ya hacía un año que estaba cursando esta carrera? ¿O que a otro compañero no le permitan concurrir a clase aun teniendo más de 50 transitorias culturales y educativas? Seguramente no importa, mejor que estén encerrados.

Pasa exactamente lo mismo que en la órbita escolar o liceal, con la diferencia de que en estos casos estudiar tiene un plus, ya que se redime pena por estudios y trabajos, no así por estudios terciarios. La gran diferencia –que es el punto central de este pasaje– es que los contenidos son reducidos en su transmisión de manera que las personas que estudien en estos contextos no sean atraídos por los estudios. Y de esta forma las personas no pueden tener un cuestionamiento personal, una autocrítica de sus actos, una mirada más profunda sobre los pasos que venían dando y de qué manera los venían dando.

También pensamos que desde la privación de libertad se podría tratar que el nivel terciario no sea exclusivo. Ahora bien, ¿con qué preparación llegan las compañeras y compañeros a estudiar al nivel terciario? ¿Con qué herramientas cuentan? ¿Cómo actúan las instituciones? Nuestra experiencia nos dice que las instituciones no se involucran. Podemos mencionar a una sola institución que, comparada con otras, ha tenido un accionar comprometido en la transformación de las personas: el Instituto de Formación en Educación Social (IFES). Esta institución se comprometió un 100% con el compañero que está estudiando esa carrera. Mirando hacia la Universidad de la República (Udelar) y las distintas facultades que están “involucradas” o que tienen estudiantes privados de libertad estudiando en sus instituciones, deja mucho que desear su compromiso. Para poder tener un acercamiento tanto de la institución como de los estudiantes es necesario generar instancias de diálogo en las que las partes puedan plantear sus inquietudes y así poder tener resultados reales, concretos y efectivos, mediante los cuales las instituciones puedan lograr formar verdaderos profesionales y estos puedan devolverle de alguna manera a la sociedad una cuota de contribución.

 

Cultura y educación popular en Punta de Rieles

Para ir finalizando queremos compartir el pensamiento educativo inclusivo que llevamos a la práctica en la Usina Cultural Matices. La Usina es un proyecto gestionado por personas que se encuentran privadas de su libertad ambulatoria en la unidad N° 6 del INR (Instituto Nacional de Rehabilitación). El colectivo está integrado por distintas formaciones artísticas, educativas y culturales, entre ellas: obra de teatro, programas de radio, grupos de música (rap, rock), charlas informativas y audiovisuales. Todas estas prácticas son realizadas desde una educación popular, donde todos aprendemos de todos apelando a la horizontalidad y solidaridad de los compañeros hacia los colectivos, donde lo que prima es el desaprender para aprender de otras cosas; donde esas cosas por aprender no son seleccionadas, sino que son tenidas en cuenta al andar y se toma como punto de partida el trabajo autodidacta en los compañeros, desde aprender a tocar un instrumento musical o actuar hasta el poder escribir unas ritmas de una letra musical, un guión o una carta. Este tipo de prácticas nos dan otro tipo de herramientas, sea para pararnos frente a un público o para desempañarnos en la vida desde otro lugar. La usina es un lugar concreto donde se materializan ideas: se participa y se estimula a los compañeros, con la finalidad de poder trabajar en conjunto para reunir la mayoría de las actividades educativas y culturales que existen dentro de la unidad. Tiene como objetivo específico visibilizar la participación protagónica de las personas privadas de libertad ambulatoria que transitan por estos espacios culturales y educativos, intentando construir vínculos con actores internos y externos a la Unidad.

Se analiza que las personas; (que han estado en situación de privación de libertad) al salir liberadas se enfrentan a una sociedad que les pasa una factura por lo que ya pagaron. Con este proyecto, se busca visibilizar esta situación, pretendiendo que las autoridades encuentren un mecanismo para que, en vez de gastar tanto dinero haciendo nuevas cárceles, se invierta también en educación adecuada que integre la diversidad de actores. El derecho a la participación puede ser un facilitador para que otros derechos puedan ser ejercidos, como el derecho al voto. Por otro lado, también es posible que la participación y el desarrollo de estos aspectos culturales puedan convertirse en una posible fuente de trabajo en un futuro para la persona liberada.

 

Situación actual

Hay un convenio marco firmado el día 25 de agosto del año 2016 entre el INR Unidad N° 6 y Udelar para fomentar el acceso a la educación: se dejó por escrito el compromiso de garantizar uno de los derechos más vulnerados de los reclusos, dicho convenio tiene por objeto promover la cooperación  académica y el intercambio científico y técnico entre ambas instituciones. No logramos entender cuál es el cometido de estos convenios que nunca se cumplen, no se respetan y peor aún se violan constantemente. Los estudiantes terciarios en este contexto no tenemos ni siquiera un lugar físico adecuado para poder realizar nuestros estudios, ni siquiera está previsto la redención de pena para los estudios terciarios.

Finalizó la vuelta ciclista del Uruguay, la llegada del último ciclista nos indica que terminó semana de turismo y con ella se fue marzo. Empezamos el mes de abril y aún seguimos sin poder comenzar nuestros estudios. A pesar de todo, ante estas adversidades, continuamos internamente apoyándonos, por ello pensamos en la alfabetización total en todos sus niveles; hasta la alfabetización jurídica, así las personas pueden entender sus derechos, hacer un seguimiento de las causas, en qué momento del proceso se encuentra, entre otras.

[1] http://www.pensamientopenal.com.ar/doctrina/46390-carceles-uruguay-autoritarismo-democracia-perspectiva-multidisciplinaria

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