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Trabajo para expresos: Apoyar, acompañar, sanar por Gerardo Tagliaferro

Trabajo para expresos: Apoyar, acompañar, sanar por Gerardo Tagliaferro
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El gobierno anunció el 23 de mayo la creación de un subsidio destinado a empresas que contraten a personas que egresan del sistema penitenciario. La inserción laboral de quienes salen de la cárcel es uno de los requisitos fundamentales para romper el círculo vicioso delito-cárcel-delito y dar oportunidades a aquellos que alguna vez cayeron en ese pozo, pero tienen voluntad de abandonarlo.
“Los presos salen con una mano atrás y otra adelante”, dijo el presidente Luis Lacalle Pou en el acto donde se presentó el programa de subsidios. Es esa quizás la imagen más certera para ilustrar la situación de quienes salen de una cárcel: por más que tengan la voluntad de no volver al rumbo del delito, muchos de ellos no tienen alternativa a la vista más que la calle, el narco menudeo y vuelta a empezar.
El sistema a implementar se basa en el espíritu de la ley 19.973, que otorga incentivos a empresas para la contratación de personas en situaciones de vulnerabilidad. Para el caso de los egresados/as del sistema penitenciario, se prevé un subsidio del 60% del salario en el caso de hombres y del 80% para las mujeres, adelantó el ministro de Trabajo, Pablo Mieres.
Con una reincidencia estimada en torno al 70%, en la sociedad civil ya hace mucho tiempo que distintas organizaciones se preocupan por contribuir al objetivo de dar alternativas al delito para quienes en algún momento no las tuvieron. Una de ellas es Ombijam, una ONG que, con chauchas y palitos, trabajó en contexto de encierro entre 2014 y 2021 y ha logrado convenios con más de 20 empresas para generar cupos y capacitaciones laborales para ex presos.
DE ASANAS Y RESPIRACIÓN AL ABORDAJE INTEGRAL
En abril de 2014 la fundadora de Ombijam, Pamela Martínez pisó por primera vez la cárcel de Punta de Rieles; la unidad número 6, la “vieja” cárcel que sirvió de prisión política para mujeres durante la dictadura y que desde 2010 se transformó en una experiencia novedosa en relación a todo lo que se hacía hasta entonces en materia de “rehabilitación”.
Dirigida a partir del 2012 por el educador Luis Parodi, Punta de Rieles era el laboratorio donde se cocinaba una forma exótica de relacionamiento presos-carceleros e incluía más de 40 emprendimientos productivos y actividades educativas y culturales de diverso tipo, entre las que se incluyó la práctica de yoga, impartida por Martínez.
“Pronto empecé a encontrarme en la calle con ex alumnos del programa ‘Yoga y Valores en Cárceles’, muchos estaban sin trabajo y a punto de caer nuevamente en el circuito drogas, delito, cárcel”, explica. “Entonces pensé que mi deber era ayudar a generar alternativas a ese camino. Ellos confiaban en mí y yo no podía ser indiferente a su drama”.
Así nació, en 2017, el Banco Laboral de Ombijam, que contó en su génesis con el apoyo de la Cámara de Comercio Española, el Instituto Interamericano de Derechos Humanos y el Comisionado para el Sistema Penitenciario. La idea fue generar convenios con empresas para que alumnos del programa de yoga que se impartía en Punta de Rieles tuvieran, una vez que egresaran del sistema penitenciario, una alternativa laboral.
EJEMPLOS DE EMPATÍA Y RESPONSABILIDAD
Una de las empresas que ha abierto sus puertas a personas liberadas a través de Ombijam es DAC, que pertenece al Grupo Agencia Central y brinda servicios logísticos y de correo. El vínculo entre ambas organizaciones nació en 2018 y a través de él DAC ha incorporado a varias personas a su staff, de distintas edades y contextos vitales, explicó a Voces Natalia Madama, quien calificó como “muy positiva” la experiencia, tanto “en lo laboral como en lo humano”.
“Entendimos que apostar a este tipo de experiencias nos fortalece y sensibiliza como organización. En estos años nuestro vínculo se ha solidificado, manteniendo un diálogo abierto, comprometido y colaborativo. Nosotros nos orientamos a mantener un espíritu de responsabilidad social, apostando a este tipo de alianzas”, comentó Madama.
Nadia Villanueva, jefa de personal de Papelería Aldo, narró por su parte que la alianza con Ombijam se dio al conocer “la historia de vida de Pamela y los inicios de esta extraordinaria organización (que) nos cautivaron profundamente, al igual que el impacto transformador que generan en la reinserción sociolaboral de personas privadas de libertad, liberadas y sus familias”.
A través del Banco Laboral de Ombijam, Aldo ofreció dos cupos de trabajo con carácter zafral en su centro logístico. La experiencia fue “enriquecedora”, según Villanueva: “compartimos una gran empatía con ellos y destacamos su enorme compromiso y actitud hacia el trabajo”. Los buenos resultados hicieron que uno de los trabajadores actualmente forme parte de la plantilla permanente de la empresa.
“Esta vivencia nos brindó mucho más que una sensación de contribución hacia la sociedad -aseguró-. Nos impulsó a fortalecer aún más nuestra empatía a nivel personal y a seguir creciendo como equipo de trabajo. Nos recordó la importancia de valorar las experiencias y habilidades de cada individuo, creando un entorno laboral inclusivo y enriquecedor».
Pero la asociación de Ombijam con empresas no se agota en ofrecer oportunidades laborales, sino que incluye también la capacitación para acceder a ellas. Es el caso del vínculo con Lecos, empresa uruguaya que produce ladrillos ecológicos y promueve el desarrollo de esta forma de construcción.
Lecos imparte cursos de autoconstrucción para los interesados en conocer este novedoso sistema, y en cada uno de ellos ofrece un cupo gratuito para beneficiarios de los programas de Ombijam.
¿Por qué lo hace? Lo explica Alexis Degiovanangelo, uno de los directores de la firma. “En 2021 Fito Galli nos dice: ‘ustedes tienen que conocer a Pamela Martínez y a la organización Ombijam’. Como muchas personas que componen esta sociedad, nuestra empresa no tenía la mirada puesta en la vulnerabilidad que tienen las personas privadas de libertad y sus familias.”
“Ombijam nos mostró esta realidad que solemos barrer bajo la alfombra, ya que parece importarnos solamente encerrar y no reformar, como si esas personas no volvieran más a la sociedad entre nosotros. Ellos acompañan a las personas que quieren un cambio de vida”, reflexionó.
La participación de personas a través de Ombijam en los cursos brindados por la empresa les permite capacitarse “nada menos que para realizar viviendas o cualquier otro proyecto con nuestro sistema de construcción, con el fin de otorgar más insumos que les permitan enfrentar la difícil situación que tienen que sobrellevar”, explicó Degiovanangelo.
“Para Lecos es muy importante y un orgullo que nos permitan formar parte de su proyecto, que ya no sólo es de ellos, sino nuestro también. Tenemos una misión conjunta que es la de construir convivencia pacífica”, concluyó.
ACOMPAÑAR, APOYAR, SANAR
En 2021, pandemia mediante y con una nueva administración, Ombijam fue impedida de continuar realizando su trabajo en la cárcel de Punta de Rieles. Esa decisión abortó también una iniciativa que la organización había promovido y que había sido aprobada por el ex director Luis Parodi, para construir dentro del predio carcelario una “Escuela de Educación Emocional” cuyo proyecto edilicio estaba a cargo del estudio Gómez Platero, contaba con financiamiento privado y el trabajo de reclusos.
A partir de ese momento, el universo de actuación de Ombijam se trasladó desde dentro de la cárcel a la periferia: ahora el núcleo central de los destinatarios de su accionar son egresados del sistema, sus familias, y en general personas en contexto de vulnerabilidad.
La posibilidad de acceder a un trabajo digno es apenas uno de los aspectos que cubre la actuación de la organización, pero hay muchos más que están directamente relacionados con esa posibilidad. “Nuestro trabajo pasa no solo por tratar de conseguir cupos laborales sino fundamentalmente por acompañar a las personas para que ese tránsito sea un camino de ida y no estén en poco tiempo otra vez fuera del sistema formal”.
Martínez hace hincapié en que las personas a las que están dirigidas estas políticas -tanto la iniciativa oficial que se pone en práctica como la actuación de las ONG- tienen particularidades que hacen necesaria una intervención integral que dé apoyo al proceso iniciado. “No solo para los ex privados de libertad -donde es más evidente- sino también para otras personas en contexto de vulnerabilidad, es imprescindible fortalecer su proceso tanto en lo emocional como en herramientas de superación”.
Ombijam desarrolla un “abordaje integral”, que se compone de varios pasos que preceden y acompañan a la solución laboral: acompañamiento terapéutico, tratamiento de adicciones, asesoramiento legal y hasta un espacio para acompañar a las familias en la educación de los niños y niñas, con profesionales que desarrollan su actividad de forma voluntaria.
“Nos parece muy bueno que el gobierno implemente estos incentivos para apoyar a las segundas oportunidades -señaló Martínez-. Pero en muchos casos se necesita más que eso. Es necesario acompañar, asesorar, capacitar, para que la experiencia no se transforme en una nueva frustración. Una más. Por eso nosotros hacemos un abordaje integral, porque aprender a gestionar las emociones, entre otras cosas, es fundamental para personas que carecen de experiencia en el mundo laboral o la que tienen es negativa”.
Con frecuencia escuchamos que a los presos “hay que hacerlos trabajar” y también, afortunadamente cada vez más, que hay que pensar en dar oportunidades a los que salen de la cárcel. Bienvenida esta iniciativa del Poder Ejecutivo. Pero quienes han trabajado en las cárceles con un enfoque no punitivista sino de verdadera “rehabilitación”, hacen hincapié en que es necesario cooperar con las personas privadas de libertad en la gestión de sus emociones. No alcanza con dar trabajo cuando hablamos de personas que, por la razón que sea, han descartado esa opción de vida anteriormente. Ayudarlos a gestionar sus emociones, apoyar, acompañar, sanar, es indispensable para que la salida hacia una libertad empática, responsable, minimice la opción de retorno.

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