“Yo quisiera ser para ustedes un pequeño Borges” Anoté esa frase en uno de mis apuntes de sus fascinantes Seminarios de Literatura Moderna y Contemporánea en la Facultad de Humanidades.
“Todo lo que fue existe”. Benavides existe claro está. Se lo puede ver caminando por los pasillos de la facultad,con su alma transparente, generosa y diáfana.Un buen día,se despertó con una ocurrencia poética y democrática: iniciar un Taller de Letras y Canciones, para que los que quisieran oír sus palabras pudieran hacerlo. Así el docente, el poeta, el ensayista,tuvo su epifanía en companía de los músicos Héctor Numa Moraes y Mario Paz,se instaló, con los auspicios de la Universidad de la República, en los salones de la Escuela Universitaria De Música en 2008. Las clases semanales , lograron concretar,dos trabajos musicales:el primero aparecido en 2009 y el segundo en 2011, con
escritores que residían en Montevideo o viajaban exclusivamente para asistir a las clases y un tercer cd realizado en Rocha con asistentes rochenses. En total se registraron más de cincuenta canciones. También se editó una antología impresa posterior a los tres discos.Muchos frutos,entonces surgieron de este soñado, plantado y fructífero árbol.Debe saberse,que el propio Benavides, al momento de iniciar el taller,ya era autor de más de 700 poemas musicalizados entre otros por Carlos Benavídez, Alfredo Zitarrosa, Héctor Numa Moraes, Eduardo Darnauchans, Eduardo Larbanois, Mario Carrero, Rodríguez Viera,Daniel Viglietti etc.
Benavides resurgió de las cenizas como Ave Fénix, muchas veces,con sus plumas distintas,inteligentes,diligentes, reflexivas y comprometidas con el Humanismo. Desde las cenizas de los ejemplares de su primer libro Tata Vizcacha,(escrito en 1955,cuando contaba con apenas 25 años), incinerados en la plaza de Tacuarembó,por un grupo político de pobladores de ultraderecha al sentirse aludidos,por esta primera opera prima, inspirada en una obra del poeta norteamericano Edgar Lee Masters (1868-1950) Spoon´s River Antology.Así,en plena democracia,este grupo Movimiento de Acción Democrática, (M.A.D.) a poco de fundarse,requisó todos los ejemplares que estaban en las vitrinas del total de cuatro librerías de la ciudad y los hizo arder al mejor estilo nazi, mientras sonaba el himno nacional. “Ladran Sancho señal que cabalgamos” puede haber pensado este excepcional escritor,en ese momento. Al menos,siguió escribiendo hasta su desaparición física y ya es inmortal: en el aire que se mueve ya están flotando, sonando sus palabras. El interesado en conocerlo puede empezar por leer este primer libro, de una ironía y un sarcasmo inusitado , reeditado por Yaugurú en 2012, que tiene por tapa una excelente ilustración de su hijo Pablo Benavidez (1961) quien ilustró muchos libros de su padre.Cabe destacar el formidable trabajo que supo plasmar en el libro Dracmas de 2005 y en el de Un Viejo Trovador, la Antología Personal de su Obra Poética editada por Ediciones de la Banda Oriental en 2004.
Su obra Narrativa comienza con Historias (1970),sigue con una reedicion ampliada,Historias (1999),Moscas De Provincia (1995), la novela Biografía de Caín (2001) y los cuentos de Amorsecos (2003). Sus Letras de Canciones, comienzan a conocerse a partir de Las Milongas (1965), con ya 8 ediciones hasta ahora. Este libro tendió un casual puente con su aparcero Héctor Numa Moraes , quien, a partir de leerlo,trabó amistad con él. Como una prolongación de este libro puede leerse el cancionero que se propuso armar el poeta y ensayista uruguayo Diego Techeira (1967) en 2013.
Con el título de Tanta Vida en Cuatro Versos se reúnen 76 letras. A través de su propio sello editorial Diego Techeira también publicó una biografía de Benavides llamada La Voz y el Conjuro. Solazul Ediciones continúa editando libros inéditos de este poeta fundamental, mago,que hizo engendrar heterónimos, es decir , poetas inexistentes que no solo tienen biografía sino obra “propia”, tal cual hicieron sus admirados colegas Antonio Machado y Fernando Pessoa. Sus propìos heterónimos, muy benavideanos, fueron Pedro Agudo , John Filiberto y Xoan Zorro.
Se piensa que Washington Benavídez , nacido el 3 de marzo de 1930 en Tacuarembó, cambió la última letra de su apellido: la letra z por la s, porque se sabía varios poetas a la vez:. “Una sociedad de poetas vivos” al decir del poeta Elder Silva. (1955-2019)
La docente, ensayista y crítica literaria uruguaya Rosario Peyrou, finaliza su ensayo sobre Washington Benavides –La Guitarra y el Arpa que culmina la antología personal Un Viejo Trovador (2004) con las siguientes palabras. “Toda la obra de Benavides, es en fin,una búsqueda ética y estética que lo lleva por distintos caminos a: comprender que el hombre no es una circunstancia/ no es un azar impuro/ y que siempre estará por encima del polvo”______________________________________________________________________
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