Encontrar una política de estado, un programa, un proyecto exitoso a veces se hace tarea difícil. Imagínense encontrar un programa social que no solo sea exitoso, sino, reconocido como programa modelo a nivel mundial. Eso es lo que ha logrado Yo estudio y Trabajo es sus jóvenes 12 años. Quienes trabajan en el área social también entenderán el mérito de un programa cuando tienen el desafío de desenvolverse sobre un problema estructural de la sociedad uruguaya. Pues este es el caso, en la medida que el programa opera con dos problemáticas complejas tales como la trayectoria educativa y el desempleo juvenil. Y no solo eso, sino que en su diseño incorpora la siempre dificultosa articulación interinstitucional. Un programa liderado por el Ministerio de Trabajo que cuenta con 611 becas que se asignan por sorteo público.
Cabe hacer algunas precisiones técnicas sobre esta iniciativa para ilustrar cómo contribuye a la trayectoria de los jóvenes que participan en él. Yo Estudio y Trabajo es un programa creado en abril del año 2012, pensado para fortalecer el vínculo entre el mundo educativo y el del trabajo en jóvenes estudiantes entre los 16 y 20 años de edad que no cuentan con experiencia laboral formal previa. Funciona en la órbita del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, pero con un diseño interinstitucional en el que participan el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP), Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) y el Instituto Nacional de la Adolescencia (INAU). El programa permite desarrollar competencias transversales (compromiso, trabajo en equipo, adaptación al cambio/flexibilidad) que les permiten a los jóvenes desempeñarse en el mercado de trabajo asegurando la continuidad del estudio. En tal sentido aporta en tres dimensiones: ofrece una primera experiencia de trabajo formal, desarrolla competencias transversales y asegura la continuidad educativa.
Es de especial interés destacar estos puntos porque tienen algo, que, aunque sea de manual de políticas públicas, no siempre encontramos. En este sentido, tienen un diseño completo que va desde la formulación, ejecución, evaluación y monitoreo que permiten ir haciendo los ajustes necesarios al programa. En tal sentido con el lanzamiento de la 12ª edición el ministro de Trabajo Pablo Mieres anunció la ampliación del programa, que ahora alcanza al sector privado. En esta instancia también se presentaron los resultados de un estudio de evaluación, llevada a cabo por el Banco Mundial, en el que se concluyó que los participantes mejoran su desempeño en el mercado laboral, facilita la transición del mundo de la educación al del trabajo y aporta a la equidad de género.
Es sabido que buena parte de los desafíos que Uruguay presenta de cara al futuro están en la baja tasa de egreso de secundaria (siendo uno de los peores desempeños en la región) y en el desempleo juvenil. Iniciativas de este tipo que se consolidan como verdaderas políticas de Estado son las que ameritan su perfeccionamiento, pero sobre todo una mayor ampliación, ya que rompen con el paradigma asistencialista y aportan desde una dimensión que apunta a la formación del capital humano, pero sobre todo del esfuerzo y la dignidad de las personas. Actualmente el programa ronda los 30.000 postulantes para unos 800 cupos que se ampliarán con la incorporación en la Rendición de Cuentas de recursos a través de la Ley de Promoción del Empleo (Nº 19.973) para sector privado y cooperativas.

