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Antecedente peligroso por Ruben Monedónico

Antecedente peligroso por Ruben Monedónico
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Unas primeras líneas para los que operan información digital y un autor de ellas, servidor de Carlos Ménem, su representante en la ONU, Emilio Cárdenas. Señaló que “en paz y orden, como siempre”, “tres gobiernos del FA (que) paralizaron el país” fueron desplazados por una alianza. Miente el escriba porque no “siempre” hubo “paz y orden”: las dictaduras cívico-militares que usurparon poderes constitucionales instituyeron en el país encierro, entierro, destierro y desapariciones como forma de represión al movimiento popular. Aún para quienes censuramos al progresismo y a la socialdemocracia, desposeídos de opciones al capitalismo, no creemos que el FA paralizó al Uruguay. Sí pensamos que ese Cárdenas -que publica en La Nación de Buenos Aires- es un mentiroso junto con quienes lo reproducen.

Tras este señalamiento, me referiré a algo de lo acontecido en Uruguay estos días de lucha contra Covid-19 que asuela al mundo y que ha trastocado la vida de miles de millones de personas. De acuerdo con cifras recibidas e informaciones recabadas, el origen de la presente mutación de este SARS se desconoce, al igual que si su trasmisión incluye el circular aéreo; lo que sí se puede decir -sumado a aquellas otras ignorancias fundamentales- es que no habrá una vacuna disponible en el siguiente tiempo que sea capaz de coadyuvar en el control de la epidemia que se extiende de este a oeste y suroeste; que en muchos casos los gobiernos tuvieron reacciones inadecuadas y lentas que devinieron en desbordes sanitarios e impulsaron acaparamientos para felicidad de empresarios que hicieron su agosto.

En este contexto, a poco de percibirse la extensión pandémica y calculando que el país sería alcanzado por el azote viral (que no consideraba la desventurada colaboración de alguna irresponsable de la socialité), los candidatos -en principio, el primero en las encuestas del FA en Montevideo, el ingeniero Daniel Martínez- cayeron en la cuenta de que la Constitución exige que se hagan elecciones el segundo domingo del mes de mayo (en 2020 el día 10) para designar a los ejecutivos y cuerpos legislativos (ediles) departamentales, por lo que había que postergarlas.

Más allá de suponer que para la fecha de mayo pudiera haber sido superada en el país la contingencia sanitaria, las otras virologías que nos atacan o devastan -pese a que afectarán a más personas- serían más habituales (dengue y enfermedades crónicas no contagiosas), los comicios tienen dos etapas: las campañas electorales y el propio acto comicial del 10 de mayo con sus consecuencias (los escrutinios en los departamentos). Es en esta doble situación que la Corte Electoral declaró la imposibilidad de cumplir -como le corresponde por ley constitucional, acompañada por las juntas electorales departamentales- con la obligación de conducir los procesos.

Al analizar la coyuntura, Daniel Martínez propuso que se aplazaran los comicios y con rapidez la iniciativa fue considerada y acompañada por otros candidatos, pero desde fracciones partidarias se anotó que la Constitución contiene “una laguna” -repitiendo términos del ex presidente de la República y secretario general del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, corredactor y comentarista del texto de la vigente Carta Magna-. La laguna en el texto de la Constitución es que no establece ninguna excepción que permita a un poder o entidad electoral modificar por una causal predefinida la fecha de realización de los comicios; no indica que la ley estará acompañada por alguna normativa legislativa y tampoco se ubica en transitorios.

Es decir que extrayendo una conclusión inicial el texto de la Constitución, en primer lugar -derivado y tras la Norma Hipotética Fundamental según la pirámide de Kelsen- tiene, por lo menos, una laguna y no ofrece ni puede dar contestación siempre a todos los casos que se presenten en el tiempo de su vigencia.

Con lo anterior digo que ante las condiciones que argumenta la Corte Electoral, lo que promovieron los partidos es adecuado para el momento que nos encontramos; era la única salida, aunque ésta esté reñida con la legalidad del acto: debió ser considerado como iniciativa por el Legislativo, aprobada y sometida a plebiscito. Pero, a mediados de enero o principios de febrero este extremo ni se podía siquiera sospechar: la actual situación en que se encuentra el país obliga a hacer lo necesario y es lo que ocurrió.

La solución -a mi parecer- entraña, sin embargo, un grave peligro: el que el Ejecutivo y su mayoría parlamentaria encuentren en adelante una vía política con antecedentes para ética, moral y jurídicamente ponerse al margen de las leyes y de la Constitución con todas “las bibliotecas” que en su favor disponga el tropel de abogados que acompaña al conglomerado multicolor.

Habrá con seguridad quienes sucumban a la idea, los siguientes años, de regresar a tiempos que creí superados en que abundaron administraciones que implantaron medidas de seguridad permanentes -incluso modificando su texto original-, compras al amparo de esas disposiciones acompañadas de préstamos compulsivos; conjunción de represión con las “fuerzas conjuntas”, quita de potestades a la Suprema Corte; recortes a la libertad de expresión con prohibición de palabras, canciones y artistas; clausura de periódicos;  “declaración de guerra a término” por 45 días, entre otras cuestiones que se dieron (hay quienes aplaudieron y hoy lo siguen haciendo), además de las torturas, asesinatos y desapariciones en los tiempos “democráticos” de la predictadura pachequista-bordaberrista con militares facciosos prestos a acabar con lo poco antidictatorial y progresista que quedaba en sus filas.

Cosas de este modelo, articuladas sobre el supuesto de “reglamentar” ya vendrán. Para reafirmar lo expuesto, doy paso a los versos últimos de José Hernández en La vuelta de Martín Fierro:

Más nadie se crea ofendido,/

pues a ninguno incomodo;/

y si canto de este modo por/

encontrarlo oportuno,/

no es para mal de ninguno/

sino para bien de todos.

El autor estima que la suspensión se dispondrá esta semana con acuerdo total interpartidario y consenso de lo candidatos.

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