Y… hubo que volver.
El indescifrable personaje que lleva por nombre Alfredo García, y funge como director (¡) de este semanario proletario, me lo hizo saber a través de un telegrama colacionado al que, supongo, habrá otorgado estatura de decisión divina. Típico. Pero, claro, uno piensa. Y en lo primero que pensé fue en la cantidad de acepciones […]