Pues amarga la verdad quiero echarla de la boca
y si al alma su hiel toca esconderla es necedad
sépase pues libertad ha engendrado en mi pereza
La pobreza
¿Quién hace al ciego galán y prudente al sin consejo?
¿Quién al avariento viejo le sirve de río Jordán?
¿Quién hace de piedras pan, sin ser el Dios verdadero?
El dinero
¿Quién con su fiereza espanta el cetro y corona al rey?
¿Quién careciendo de ley merece nombre de santa?
¿Quién con la humildad levanta a los cielos la cabeza?
La pobreza
¿Quién los jueces con pasión sin ser ungüento hace humano?
pues untándoles las manos les ablanda el corazón
¿Quién gasta su opilación con oro y no con acero?
El dinero
¿Quién procura que se aleje del suelo la gloria vana?
¿Quién siendo tan cristiana tiene la cara de hereje?
¿Quién hace que al hombre aqueje el desprecio y la tristeza?
La pobreza
Pues amarga la verdad quiero echarla de la boca
y si al alma su hiel toca esconderla es necedad
sépase pues libertad ha engendrado en mi pereza
La pobreza
Francisco de Quevedo
Es increíble la vigencia de un poema escrito hace más de 400 años.
Sin duda, la humanidad ha avanzado mucho, pero falta aún más.
Y un día como el primero de mayo nos lo recuerda muy crudamente
Bajemos a tierra mirando la realidad cotidiana de nuestro país y sin
intentar hacer rédito político partidario en un año de elecciones.
Hay medio millón de compatriotas que ganan menos de $25.000.
¿Cómo hacen? ¿Qué comen? ¿Tienen una vida realmente digna?
Hay 20% de niños en la pobreza, ¿Qué protección les brindamos?
Mientras tanto solo 2,5% de los mayores de 65 años son pobres.
¿Es correcta esta ecuación social? ¿A qué futuro apuntamos?
La desigualdad es grande en nuestro país, ¿es justo que así sea?
Quizás vaya siendo hora de agarrar el toro por los cuernos y
entender de una vez para siempre, que apostamos como sociedad
a erradicar la pobreza o vamos a una debacle colectiva como país.
Hay demasiados síntomas que muestran la urgencia de cambiar la
pisada, y se precisa el aporte de todos por encima de las ideologías
Como dice el poeta, esconder la realidad es necedad, ¡actuemos!
Alfredo García
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