Sin dudas, una de las opciones más recomendables dentro de la cartelera actual es Los que se quedan, entrañable comedia dramática del director Alexander Payne. En esta oportunidad la historia sigue a tres personajes solitarios dentro de un internado para varones que deben pasar juntos la Navidad: por un lado, un profesor cascarrabias (Paul Giamatti), por otro un estudiante cuyos padres se fueron de viaje, dejándolo al cuidado del profesor, y por último una cocinera que afronta de forma silenciosa la reciente muerte de su hijo, interpretada por Da’Vine Joy Randolph, una actriz estupenda que se consagra en este rol. La intérprete, además, es la gran candidata a llevarse el Oscar a Mejor actriz de reparto por este papel, y sobre el mismo pudimos conversar con ella en esta entrevista exclusiva.
¿Cómo te enteraste de este papel y cuándo decidiste interpretarlo?
Me enteré de este papel hace dos años, alrededor del Día de Acción de Gracias. Alexander me llamó, nunca nos habíamos conocido, pero dijo que me vio en una película de Netflix llamada Dolemite es mi nombre con Eddie Murphy y había algo sobre esa película y mi actuación en ella donde dijo que se sentía conectado con ella, y había algo allí que podría hacerme una buena candidata para interpretar este papel. Luego me dio el guion al finalizar nuestra conversación, y hablamos después del Día de Acción de Gracias, la semana siguiente, y él me ofreció el trabajo y luego comenzamos a filmar el 2 de enero, así que fueron solo un par de semanas de preparación y creación del papel y estuvimos en Boston durante tres meses filmando.
¿Y cómo fue tu experiencia laboral con Alexander?
Fue encantador. Fue tan maravilloso, amable y muy amigable con los actores, y realmente creó un ambiente para nosotros en el que realmente podíamos prosperar, pensó en todo antes de que pudiéramos siquiera preguntar y estaba muy interesado en mostrar a estos excluidos, a esta gente común y corriente, y mostrar su matices y su humanidad y empatía y creo que es una persona tan encantadora y también lo suficientemente impresionante como para dejar su huella en el trabajo.
Hay algo muy especial y honesto en tu química con Paul y Dominic. ¿Fue algo ensayado o se generó orgánicamente?
Yo diría que fue algo orgánico. No creo que la gente se dé cuenta de lo extraño que es ser actor, pero literalmente conoces a extraños y en muchos casos se espera que sean amigos y no importa lo bueno que seas como actor, eso puede ser complicado. Pero tuvimos suerte de que todos somos naturalmente tranquilos, y además todos son personas increíbles, así que disfrutamos pasar tiempo juntos, nos encantó trabajar juntos; incluso ahora que estamos haciendo prensa, disfruté casi incluso más, me encanta hacer esto, pero cuando estamos juntos hay cierta energía especial y somos muy afortunados.
¿Cuál es tu acercamiento a los personajes que interpretas, qué es lo primero que miras en ellos?
Lo primero que miro en ellos es su humanidad, dónde están en sus vidas, sus vidas emocionales. Para ver qué es lo que los motiva, lo que les causa dolor, lo que les causa alegría, hago una especie de encuesta o prueba de diagnóstico, por así decirlo, sobre sus vidas emocionales y luego, para eso, trabajo en cómo afectan a los demás. ¿Cómo se mueven en el mundo?, ¿Cómo los ve la gente? ¿En qué se parece eso o no a cómo se ven a sí mismos? Soy una persona muy visual, me sumerjo en cómo se ven, su cabello, si usan maquillaje, cómo se portan, la ropa que usan, los zapatos que usan. Realmente quería que ella tuviera esos zapatos ortopédicos de enfermera, esos mocasines. Hay un estilo de zapato muy específico que usan algunas enfermeras, enfermeras mayores, y que yo quería que ella tuviera, así que ese tipo de detalles me ayudan a construir su mundo, y luego hago una especie de búsqueda de qué de ella es similar a mí y qué de ella es diferente a mí, y las cosas que son diferentes a mí, ¿cuántas de esas cosas puedo incorporar en estas dos horas de actuación? En este caso, fumar, su forma distinta de hablar y su ritmo al hablar, habla más lento que yo y su proceso de pensamiento, esas eran las tres cosas principales que realmente quería dominar.
Hay algo muy bueno en el tono de esta película, ya que es impresionante la forma en que logra ser divertida y también muy dramática a la vez. Como actriz, ¿cómo trabajas en esa línea? ¿Estás atenta al tono de tu actuación?
Constantemente. Lo estas constantemente, porque hay como un dial. En el teatro, tienes el privilegio de tener la interacción del público, para darte pistas sobre lo que funciona y lo que no, y aquí no tienes eso, en el trabajo frente a la cámara. Entonces hay una especie de confianza y tener fe, pero siempre vuelvo hacia adentro y trato de pensar desde un lugar empático y universal, porque lo hermoso es que la condición humana es universal, todos sienten y piensan en variaciones de la misma cosa, por eso decimos que todos somos iguales. Necesitamos tener más empatía, necesitamos ser más amables unos con otros porque todos venimos de lo mismo, en diferentes situaciones, en diferentes momentos de nuestras vidas, todos fundamentalmente llegamos a los mismos hitos, desafíos, victorias, todos lo hacemos, así que me hace ir hacia adentro y luego descubrir, en este momento, qué es lo que ella probablemente está sintiendo y cómo puedo -en qué medida – puedo conectarme con la mayor cantidad de personas. Yo hago esto para conectarme con la gente, el ser actriz, y la única manera en la que tengo éxito es siendo honesta, así que a veces rezo para que se me conceda la capacidad de ser lo suficientemente valiente como para mostrar esa vulnerabilidad y ser honesta.
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