Mayo está ahí nomás, a la vuelta de la esquina. Quedó atrás el acto eleccionario en el cual el Uruguay eligió a quienes deberán llevar los hilos del país en el periodo 2020-2025. Rocha, va para un período de 15 años de gobiernos frenteamplistas, los cuales no voté, reconozco y hoy entendí que la figura del actual Intendente en ejercicio, merece un crédito de confianza en desarrollo departamental. El pecado original frente a esta decisión, consiste en hablar claramente y hacerse entender. Esta confusión del lenguaje, es la que ha producido gran parte de la deshumanización, intolerancia, estupidez pura y simple que actualmente lo empeñan todo. Los vínculos han ido en incremento, aun en la diferencia, pero considerando que estando en estas circunstancias, encontré un Intendente que trabaja con paredes de vidrio, donde la transparencia es un pilar. Las líneas que acá escribo, es lo que se recoge en la sociedad, donde se percibe una aceptación mayor por Pereyra. Esto no solo lo hace su figura, en cada punto de nuestro departamento, se asimilan acercamientos entre ciudadanos, proyectos con la sociedad civil, vinculación directa de la sociedad con los espacios públicos. El hilo conductor de esta selección de breves comentarios es la figura de liderazgo que se someterá al acto que en mayo del 2020. Esta manifestación, la cual decido hacer pública, es la misma manifestación que otros ciudadanos rochenses lo harán, en silencio, con distintos factores que lo determinan así. Los distintos discursos afloran, hay aires de querer aterrizar un efecto “coalición”, emulando lo que a nivel nacional se acordó, para estar en la otra vereda de este acto, hoy es una incertidumbre. De este lado, buscamos abrir el espacio político para todos aquellos rochenses que bajo la misma circunstancia quieran brindar su apoyo al actual Intendente. Debemos aflojar el espíritu crítico, eminentemente racionalista y libertario, donde es indispensable hundir a fondo el bisturí desmitificador, en cada rincón departamental, desde el más pequeño al de mayor envergadura. Para propios y para ajenos, podemos sí impactar con cierta incertidumbre y sana duda, esta decisión no pretende algo más que reconocer a la labor política de quien decidimos acompañar en las próximas elecciones departamentales, es responsabilidad conjunta, construir un tejido social para todos y no depender de las viejas banderas que hemos elegido levantar tiempo atrás.
Rocha, merece un foco de atención, donde la discusión de una agenda pública de compromisos, deba ser lo que nos movilice, no para luchar por una divisa, sino para y porque prevalezca lo bueno, lo puro, lo sincero y el fortalecimiento de las instituciones y los hombres.