Salandrú se formó en el año 2010 y a mediados de 2016 lanzó su primer disco llamado “Pinturas en lo Alto”. Han compartido escenario con artistas y bandas como Martín Buscaglia, Pablo “Pinocho” Routin, Edú “Pitufo” Lombardo, Don Nadie, La Triple Nelson y Sirilo, entre otros. En esta oportunidad presentan su espectáculo “En la Bruma” donde interpretarán canciones de su primer disco y algunos de los nuevos temas del grupo. El show tendrá lugar el próximo sábado 6 de mayo a las 21:00 hs en la Sala Camacuá. Entradas a la venta a través de tickantel.
En entrevista con Voces, Francisco López, integrante fundador de la banda.
¿Cómo se formó la banda?
La banda surgió cuando nosotros cursábamos 5to año de liceo en el bachillerato artístico del liceo IAVA. Los profesores nos mandaban a hacer trabajos de música y así fue que empezamos a conocernos entre los estudiantes. Nos juntamos primero con Agustín Moratorio y con otro compañero que después dejó la banda y a partir del tercer ensayo empezamos a invitar a amigos a sumarse. Siempre fue todo muy grupal, nunca fue una banda de un líder escénico sólo.
¿Cuándo empezaron a tocar?
El primer toque fue en agosto de ese año. Empezamos ensayando temas de Eduardo Mateo, de Astor Piazzola y de Edú Pitufo Lombardo y un día en una hora puente se me ocurrió una melodía que se convirtió en nuestro primer tema original llamado “Canción”. Yo hice la primera parte de la música, Michel y Agustín agregaron otras partes y mi prima Renata Denevi escribió la letra. Con esa canción nos presentamos al concurso “Pepsi BandPlugged” para el cual tuvimos que grabar una canción y filmar un videoclip. Nosotros hacía sólo un mes que estábamos ensayando, así que inscribirnos nos exigió meterle desde el comienzo. El demo lo grabamos en el estudio de Gerardo Alonso y el videoclip lo hizo un amigo. Conseguimos que nuestros amigos nos votaran y llegamos a pasar a la 2da etapa. Solamente el hecho de tener que grabar un demo, nos hizo ver que componer un tema, trabajarlo y grabarlo en un estudio es algo que está demás.
¿Es cierto que el nombre de la banda refiere a una profesora que tuvieron en Bachillerato Artístico?
Claro, fue así pero en realidad tampoco lo hicimos como un homenaje, cuando nos fuimos a inscribir en el concurso de bandas manejamos muchos nombres distintos y el Joaco, que estaba con el bajo, tiró:- “che, mañana tenemos parcial de Salandrú” y ahí por sonoridad todos dijimos “mirá como suena eso”. La profesora es una crá, era la más exigente de todo el Bachillerato Artístico y la que nos hacía estudiar más pero no lo hicimos como un reconocimiento, en realidad fue que nos gustó cómo sonaba el nombre para la banda. Al otro día de elegirlo le contamos a la profesora que le íbamos a poner al grupo Salandrú y ella nos dijo que no había problema, nos dio para adelante y se mató de la risa.
¿Cuánto influyó el Bachillerato Artístico en los inicios de la banda?
Era una instancia de mucha creatividad. Teníamos ratos para crear y compartir. Los trabajos de algunas materias consistían justamente en eso. En el período de liceo compusimos muchísimas canciones y cada vez que teníamos una hora libre nos juntábamos a tocar. Había muchos toques organizados desde el gremio y desde el liceo así que fue ahí que empezamos a tocar seguido. A fines de 6to coincidimos con el festejo del Aniversario de los 100 años del IAVA y un profesor, apodado “Tío César”, organizó un evento en el que tocaban bandas del liceo junto con bandas de trayectoria como Martín Buscaglia, Popo Romano, Don Nadie, entre otros. Tuvimos la suerte de poder tocar ahí porque fue una gran experiencia para nosotros.
¿Cómo fue el camino hacia el primer disco?
En el verano del 2015 el padre de un amigo nuestro, Mateo Altez, puso un boliche en La Barra y nos invitó a tocar durante la temporada de verano. La propuesta era tocar todas las noches de enero a cambio de alojamiento y comida. Teníamos que poner el sonido nosotros así que nos compramos una consola, agregamos algunos micrófonos y nos fuimos todo el mes para allá. Esa movida nos dio tremenda experiencia y fue lo que nos motivó a jugárnosla y a empezar a armar el disco. En el mes de abril arrancamos la preproducción, definimos las canciones y empezamos a ensayar con la meta de grabar en noviembre. Tuvimos que sacrificar cosas porque más allá de ensayar y tocar hay mucho trabajo para hacer en la previa de una grabación. Es como una inversión que tenés que hacer, tenés que laburar mucho tiempo sin ver un mango, día y noche, para lograr lo que querés. Por suerte tuvimos referentes que nos ayudaron en el camino como Pinocho Routin que nos acompañó en el proceso aconsejando y guiándonos y sobretodo Gonzalo Durán, que fue nuestro productor artístico oficial en el disco.
¿Contaron con algún apoyo económico para la grabación?
Mandamos proyectos al FONAM pila de veces pero nunca nos salió ningún apoyo así que lo tuvimos que pagar nosotros con nuestro trabajo. Juntamos el dinero con toques, salimos a volantear para un ciclo de teatro y hasta llegamos a poner plata para poder terminar de pagar las horas de estudio. Toda la gente con la que trabajamos sabía que éramos una banda emergente y que no teníamos un mango así que no nos apretaron tanto con el cobro. Terminamos de pagar todo después de las tres presentaciones en vivo del año pasado.
Agotaron las entradas para las funciones de la Sala Hugo Balzo y a la presentación de El Galpón también fueron más de 500 personas a verlos ¿Cómo hicieron para lograrlo?
Tenemos familias grandes y amigos que nos apoyan siempre pero creo que también influyó el hecho de sacar un disco después de 5 años de estar tocando. Tocar en la Sala Hugo Balzo fue tremendo, es una Sala que técnicamente está despegada, el sonido, las luces, el audiovisual y los técnicos que trabajan ahí están zarpados y tienen tremenda disposición para laburar. El Galpón fue como una recompensa porque la gente quedó re copada con las funciones de la Hugo Balzo y nos invitaron al Ciclo como para darnos una fuerza pero sabiendo que teníamos ese espectáculo que iba a rendir. Invitamos a “La Misma Suerte” que es la banda de unos amigos con los que hacía tiempo que queríamos tocar y estuvo muy bueno. No podíamos creer la cantidad de gente que fue, teníamos miedo de que estuviera vacía la Sala y fueron más de 500 personas.
¿Por qué el nombre del disco “Pinturas en lo Alto”?
Fueron meses de búsqueda. Primero estuvo la selección de canciones que participarían en el disco, luego un proceso de unificación y con eso el concepto se potenció. Esto fue más bien un trabajo literario y de ideología. Y más tarde, nos dimos cuenta que el nombre indicado para el álbum ya lo tenía una canción.
Esa canción está escrita y dirigida hacia el cielo y el disco en gran medida también. Hablamos de cómo el cielo dibuja y nos mueve el piso. Es como un agradecimiento a la naturaleza desde el arte.
¿Qué trae de nuevo “Salandrú en la Bruma” respecto a “Pinturas en lo Alto”?
Es un espectáculo que va a poner otro punto de vista al disco. “Pinturas en lo Alto” reflejaba mucho la naturaleza y “En la Bruma” se enfoca más en lo gris de la ciudad. Si bien apuntamos a los colores que nos da el cielo también en el disco está presente el gris de la ciudad y las nubes que también nos inspiran un montón. El nombre surge de una canción que escribió Mateo Altez después de que grabamos el disco. Es como una contemplación de la ciudad.
¿Va a haber músicos invitados?
Decidimos que esta vez fuéramos nosotros nomás. Es como una especie de toque despedida de Juan Pedro Perez, el cellista de la banda, porque se va a estudiar fuera del país. Tenemos tremendo equipo de amigos que va a estar laburando con nosotros en el show. Ellos son: Mateo Altez y Renata Denevi que van a estar en la dirección y creación del espectáculo. Bruno Cayaffa y Pablo Gayol en sonido, Paula Martell y Lucía Rubbo en las luces, en el vestuario está Eva Schroeder y Antonella Langone, Joaquín Méndez en la fotografía y Martína Sanguinetti en la asistencia de producción.
¿Qué planes tienen para el próximo tiempo?
Tenemos una incógnita grande para resolver, que no queremos apurar, que es qué va a pasar con la banda después de que Juan se vaya porque él es un gran amigo además de ser compañero en la banda. Nuestra idea es seguir tocando en boliches y hacia setiembre u octubre volver a tocar en algún teatro.
SALANDRÚ SON:
Agustín Moratorio (guitarra eléctrica, voz y composición), Francisco López (batería, voz y composición), Michel Chattón (guitarra electro-acústica, voz y composición), Camilo Routín (percusión, voz y composición), Juan Valentín García (violoncello), Emiliano Cruz (bajo), Matilde López (voz).
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