Entrevista: Wilmar Umpiérrez y Felipe Ríos: Volver a ver cine de calidad
El crítico y periodista Wilmar Umpiérrez y el sociólogo Felipe Ríos acaban de presentar el libro “20 por 20. Una historia del cine de este siglo”. Se trata de una guía fundamental que incluye 700 películas de los últimos veinte años.
Según dicen, el libro tiene un “doble propósito”: reunir la crítica de 700 películas y “ser una guía, un catálogo para tener junto a la pantalla hogareña, algo que nos ayude cuando no sabemos qué ver y, cuando la sobreoferta de las plataformas digitales sobrepasan toda capacidad de paciencia. En este punto defendemos el volver a ver, porque como ocurre con una novela, cada filme cambia cada vez que la vemos”. Una guía “que servirá para el espectador común y para el cinéfilo más exigente”. En muchos casos son filmes que no han sido aún “descubiertos”. Proponen además “el ejercicio de volver a ver aquellas producciones que nos han marcado y han construido un panorama visual extraordinario.”
¿Cómo nace la idea del libro?
Umpiérrez: Por el año 2018 comenzamos a manejar la posibilidad de desarrollar algo, una herramienta, que incluso llegó a tener forma de aplicación para facilitar la tarea de encontrar buenas películas en una oferta que es oceánica debido a la proliferación de plataformas. Nos dimos cuenta de que buena parte de nuestros conocidos (y nosotros mismos) tenían enormes inconvenientes para encontrar cine de buena calidad, justamente debido a esa sobreoferta. Con el tiempo la idea se fue decantando y encontramos en el formato libro el vehículo más apropiado para expresar lo que queríamos decir: cómo y dónde encontrar cine de calidad. O por lo menos lo que a nosotros se nos ocurre como cine de calidad. Esto es una guía de 700 películas y como toda guía, es caprichosa e imperfecta, seguramente muchos filmes quedaron afuera y algunas de las que están en el libro, quizá no resistan una nueva “peinada”, pero fue una labor ardua, casi arqueológica, de ejercicio cinéfilo, de volver a ver determinadas obras, porque ese es otro de los ejes del libro, reivindicamos el volver a ver. Las películas, como ocurre con otras expresiones artísticas, aportan una mirada nueva si se les visita de nuevo y eso también es parte de la propuesta. El libro también cuenta con un capítulo uruguayo, de veinte películas, dónde como se dice en el texto, quizá sea “Whisky” (Rebella y Stoll, 2004) la que cotice para obra maestra de estas pampas.
Ríos: Fue una suerte de deriva, de adaptación a una necesidad. Nos gustaba eso de recomendar, de ayudar a elegir películas y veíamos la necesidad de hacer de vínculo entre esa gran oferta, que marea, y el público. Al principio buscábamos un formato audiovisual, pero de a poco, se fue decantando en lo que es hoy el libro. Pero te diría que lleva años de procesos, de idas y vueltas.
¿Cuál fue el criterio para seleccionar las películas?
Umpiérrez: El criterio tiene mucho que ver con nuestros gustos personales, pero siempre tratamos de priorizar películas que hayan aportado algo a la evolución del cine de los últimos años, y por otro lado, las películas se tienen que poder encontrar en alguna parte, plataformas, internet o dónde sea. Los modos de distribución del cine que podríamos llamar mainstream suelen tener una política de tierra arrasada, Hollywood funciona así, ofrecen un tanque que romperá la taquilla y detrás de ese producto, vienen un montón de películas que, por un tema de marketing o desdén de la industria, hay que saber dar con ellas. Y esa es parte de esta suerte de cruzada, encontrar esas películas que quedan debajo de la superficie.
Ríos: Varias cosas. Lo primero que fuera una película que se pueda recomendar, por x razones, pero que nos sintiéramos cómodos recomendando. Segundo, que de alguna manera sirviera para narrar la historia del cine de este siglo. Tercero, que además de su calidad fueran películas no muy específicas, no muy “de culto”, por así decirlo, porque este libro tiene una función de ayuda. No es para nosotros ni para cinéfilos cultos, sino que es para todos aquellos que les guste el cine y quieran ver buen cine. Por último, que fueran películas que se pudieran conseguir de alguna manera, o sea que fueran accesibles.
¿Qué tipo de información les interesó reflejar?
Umpiérrez: Intentamos aterrizar algunos conceptos que ya sospechábamos, la prevalencia de la industria estadounidense, pero a la vez, observamos cómo Inglaterra, Francia, España o Alemania siguen siendo plazas de una riqueza creativa enorme. ¿Por qué un grupo de directores mexicanos prácticamente colonizaron California? El cine asiático no es una moda pasajera, nunca lo fue, o el fenómeno nórdico, muy impulsado por las series, también forma parte de ese esquema visual que nos interesó mostrar.
¿Por qué entienden que el libro sirve “para el espectador común” y, a la vez, “para el cinéfilo más exigente”?
Ríos: Porque nosotros somos cinéfilos muy exigentes, y eso obviamente se plasma en el libro, pero porque además nos apartamos de esa postura, y siempre pensamos que el espectador común es el destinatario del cine. Entonces, desde el lenguaje y desde la concepción del libro, priorizamos eso, lo demás es puro ombliguismo.
¿Entienden que ha cambiado la crítica cinematográfica en los últimos tiempos?
Umpiérrez: El papel de la crítica debe ser revisado. Es un poco penoso ver cómo los espacios para el desarrollo de la crítica cinematográfica están en retirada en los grandes medios. Se ha suplantado al crítico por un mero comunicador de cartelera. Homero Alsina Thevenet solía decir que el lector necesita respuestas, no preguntas. Me parece que el deterioro del periodismo cultural, considerarlo un relleno, ha impactado de la peor manera posible. Además, la proliferación de los medios digitales genera que se deba abordar la crítica desde otras colinas que no sean las de la comodidad o pereza intelectual.
Ríos: La crítica formal no. Por desgracia es un género muerto. Pero estructuralmente si, se ha vuelto horizontal, la gente se guía más por las redes que por los críticos.
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