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¿Hay que esperar a que muera?

¿Hay que esperar a que muera?
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En Cabrerita, la obra de Eduardo Cervieri, se reconstruyen algunos aspectos de la trayectoria vital del pintor Raúl Javiel Cabrera, apodado “Cabrerita”. Además de artista plástico, Cabrerita fue uno de los integrantes de las célebres tertulias del Sorocabana, junto a personalidades como Carlos Maggi, José Luis «Tola» Invernizzi o José Parrilla. La soledad posterior le valió sin embargo la internación en hospitales y hacia 1965 se encontraba en la Colonia Etchepare. Hacia allí fue, en aquel entonces, María Ester Gilio para hacerle una entrevista. Al pedir hablar con él un guardia de turno le contesta: “No le vale la pena. No va a querer hablarle, ni levantarse. Pasa semanas callado”. Después de tener que insistir, la periodista se encuentra con el artista disminuido físicamente pero sin ninguna dificultad para mantener una conversación. Al finalizar el guardia le dice a Gilio: “Tuvo suerte, hace tiempo que no hablaba”, lo que lleva a la periodista a rematar su reportaje afirmando: “También él (Cabrerita) tendrá suerte: lo llevarán al Museo, figurará en los catálogos. Hay que esperar a que muera”.

Esta historia no es aislada entre los artistas del Uruguay, la expresión acuñada por Horacio Buscaglia: “¡Qué sponsor la muerte!” en referencia a su amigo Eduardo Mateo también grafica la situación.

Hace pocas semanas, a fines de Julio, una publicación de Alberto Restuccia en su cuenta de facebook alertaba: “A los 75 años estoy en la indigencia. Necesito una ayudita”. En una entrevista para el portal Ecos Rerstuccia agregó: “Publiqué eso en Facebook porque estoy desahuciado, desesperado. Todavía no sé si hice bien (…) Capaz que alguien tiene algún trabajo para mí, no sé (…) Lo cierto es que preciso alguna ayuda, igual que esas personas que se suben a los ómnibus y dicen que cualquier monedita sirve. Eso y alimentos no perecederos”. Un actor y director teatral de los más relevantes de la escena local, con una trayectoria que lo llevó del teatro de vanguardia a la Comedia Nacional sin perder nunca su irreverencia, se encuentra ante la necesidad de pedir para comer.

Artistas solidarios desde el llano

A partir de la situación el poeta y perfomer José Arenas impulsó y organizó una actividad artística en solidaridad con Restuccia. La misma se realizó el 4 de Agosto en Tractatus, y contó con la participación de figuras como, entre otras, Mónica Navarro, Garo Arakelián, Nenan Pelenur y Natalia Perdomo, Sebastián Calderón, Santiago Sanguinetti, Rogelio Gracia, Santiago Tavella, Hoski, Circomedia, Malajunta Tango Trío y el propio Arenas. La noche fue muy emotiva, los artistas pasaban y además de dedicarle palabras a Restuccia, de recordar la importancia de su trabajo y de su trayectoria, reivindicaban el carácter de intercambio que se generó en la actividad. Es probable que unos cuantos futuros encuentros tengan germen en esa noche si nos guiamos por ese clima de confraternidad que se percibía.

Otra iniciativa de Arenas fue el abrir la posibilidad de enviarle giros por ABITAB a Restuccia, para eso solo es necesario mencionar su número de cédula: 936.941-3.

¿Y las instituciones?

En Abril de este año Restuccia nos decía: “En este momento preferiría no actuar y terminar de escribir las obras que me faltan. Pero tengo que salir a la palestra, porque no llego a fin de mes. De cualquier manera agradezco que el Estado me diera una pensión graciable, que la firmaron Tabaré Vázquez y Nin Novoa. Pero no alcanza, no llegás. ¿Quién puede vivir hoy con quince mil pesos? ¿Mantener una casa?” (Voces Nº 557)

Lo que dice el actor tiene varias puntas, primero la no existencia de la jubilación para los artistas, que debe ser cubierta por estas “pensiones graciables” otorgadas por el poder político. Esto implica, entonces, la necesidad de seguir trabajando hasta que el físico lo permita. Por otro lado, Restuccia dice que le gustaría tener tiempo para escribir las obras que le faltan. Uno se pregunta ¿Y si el estado colaborara otorgando posibilidades para que termine esa obra? Hablamos de una figura mayor del teatro nacional ¿No se lo puede contratar para que dirija un espectáculo? ¿La Comedia Nacional no lo puede hacer? Porque Restuccia mantiene su lucidez al ciento por ciento, su capacidad intelectual está intacta, es su cuerpo el que se está viendo afectado por el paso del tiempo.

Por no solo el estado está en falta. Restuccia trabajó en muchos teatros, con muchos actores y directores del llamado teatro independiente. Y si bien su grupo Teatro Uno nunca estuvo afiliado a FUTI, esto era por un problema burocrático, no por no formar parte del mismo espíritu. De hecho, fallecido Berto Fontana, nadie hoy en Uruguay puede decir que aportó al teatro independiente de nuestro país más que Restuccia. Entonces, uno piensa ¿No lo puede contratar alguna de las instituciones de la FUTI para que dirija un espectáculo? Porque no es solo el estado, a nivel institucional, el que está omiso aquí.

Detrás de todo gran hombre…

Por lo pronto Restuccia volvió con sus unipersonales al bar Coruñés. Ya no con textos beatniks ni de Felipe Polleri como hasta hace unos meses, sino con “Detrás de todo gran pito hay una bella pepa y/o una linda cola adelante”. El espectáculo consiste en un número con pasajes escatológicos, que bucean en el psicoanálisis y en la etimología de las llamadas “malas palabras” para, junto al humor que impone su alter ego Beti Faría, plantear todo tipo de presiones y represiones acerca de la vida sexual en nuestras sociedades occidentales y cristianas.

Restuccia ya es una leyenda de nuestro teatro, para afirmar eso no hay que esperar a que muera, para ver sus espectáculos tampoco.

Detrás de todo gran pito hay una bella pepa y/o una linda cola adelante. Show de humor con Beti Faria. Funciones: sábados 21:30 (19 de Agosto última función). Bar Coruñes (Maldonado 950). Cubierto artístico $ 150. Reservar por llamada sms o whatsapp al 094 384 012. Capacidad limitada. Se reservan hasta media hora antes de comenzar

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Leonardo Flamia Periodista, ejerce la crítica teatral en el semanario Voces y la docencia en educación media. Cursa Economía y Filosofía en la UDELAR y Matemáticas en el IPA. Ha realizado cursos y talleres de crítica cinematográfica y teatral con Manuel Martínez Carril, Miguel Lagorio, Guillermo Zapiola, Javier Porta Fouz y Jorge Dubatti. También ha participado en seminarios y conferencias sobre teatro, música y artes visuales coordinados por gente como Hans-Thies Lehmann, Coriún Aharonián, Gabriel Peluffo, Luis Ferreira y Lucía Pittaluga. Entre 1998 y 2005 forma parte del colectivo que gestiona la radio comunitaria Alternativa FM y es colaborador del suplemento Puro Rock del diario La República y de la revista Bonus Track. Entre 2006 y 2010 se desempeña como editor de la revista Guía del Ocio. Desde el 2010 hasta la actualidad es colaborador del semanario Voces. En 2016 y 2017 ha dado participado dando charlas sobre crítica teatral y dramaturgia uruguaya contemporánea en la Especialización en Historia del Arte y Patrimonio realizado en el Instituto Universitario CLAEH.