Internas por Hoenir Sarthou

Votar en las elecciones internas de los partidos no es obligatorio, por lo que, para quien no tenga particular interés en definir luchas intrapartidarias, es posible que el acontecimiento pase sin pena ni gloria.

Sin embargo, es inocultable que el domingo se inicia el proceso por el cual se definirán no sólo quiénes ocuparán la presidencia y la vicepresidencia de la República, sino también quiénes integrarán el Parlamento.

Por muchas razones, es importante señalar que esas dos cosas ocurrirán por separado. En octubre elegiremos a los parlamentarios. Y recién en noviembre se definirán la presidencia y la vicepresidencia.

¿Por qué es importante?

Ante todo, porque las dos decisiones siguen lógicas muy distintas.

En octubre, para nosotros, los ciudadanos, será posible emitir un mensaje bastante preciso. Según a quienes elijamos como senadores y diputados, estaremos indicando con bastante libertad qué queremos para el futuro del País.

En noviembre, en cambio, estaremos más acotados. Nos veremos obligados a elegir entre sólo dos posibilidades, que para muchos no serán lo que les habría gustado votar.

La posibilidad de que alguien gane la presidencia en primera vuelta, en octubre, es impensable. Por lo que podemos pensar serenamente en qué clase de Parlamento queremos. Es decir, usar el voto estratégicamente, para llevar al Parlamento a aquellas voces que queremos oír allí, sabiendo que en noviembre podremos definir a quién queremos en la Presidencia y a quién no queremos allí.

Es importante recalcar esto, porque los partidos más poderosos (en votos o en dinero) y los sectores más fuertes de cada partido intentan que lo olvidemos. Centran desde ya su publicidad en los posibles candidatos a presidente y a vice, aunque saben perfectamente que no serán sus nombres los que se elegirán en octubre. Pero esa publicidad nos distrae de la verdadera elección: la de parlamentarios.

Uno puede votar diputados o senadores por muchas razones. En mi caso, quiero emitir un mensaje fuerte: quiero que en el Parlamento haya más voces y más votos dispuestos a enfrentar vergüenzas nacionales como el “Contrato ROU UPM”. Y me consta que no soy el único.

Hay varios partidos que se han pronunciado frontalmente contra el proyecto UPM2.  Son la Unidad Popular (UP), el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), el Partido Verde Animalista (que postula a Salle y a Viana), y el Partido de los Trabajadores (PT).

Algunos de esos partidos pueden tener dificultades para presentarse en octubre si no reciben en las internas los votos suficientes. Es un dato a tener en cuenta.

Por otra parte, también en otros partidos, que no se han pronunciado como tales contra UPM2, hay sectores y personalidades que lo han hecho.

En el Frente Amplio, el Espacio 567 (integrado por el PVP) lo ha hecho.

En el Partido Nacional, la lista 787 (Econacionalistas) y la 129 (ACR), se han pronunciado contra UPM2, pero varias personalidades partidarias, como el ex senador Juan Martín Posadas, el Cr. Conrado Hughes, el ex Intendente Irineu Riet y el dirigente de Paso de los Toros Edgardo Gutiérrez Lavie, entre otros,  lo han hecho con claridad. Quizá, para los nacionalistas adversos a UPM2, consultar a estas figuras pueda orientarlos para votar en las internas.

En el Partido Colorado,se han pronunciado las listas 1985, dirigida por el diputado Fitzgerald Cantero y la lista 5.000, dirigida por Nicolás Alvarez Moya. Pero también hay personalidades coloradas que lo han hecho, como el Cr. Ricardo Lombardo, el Dr. Miguel Manzi , el Dr. Anibal Glootdofsky, y una figura de fuerte actuación social en Sarandí Grande, el Dr. Humberto Tartaglia, entre otros.

En el Partido Independiente, el Movimiento Pro Ecología ha hecho lo propio. Y en el Partido de la Gente, el dirigente Marcelo Garaza.

La columna de hoy tiene por finalidad destacar que existe la posibilidad de hacer oir nuestras voces en un tema tan vital como UPM2. Esa posibilidad atraviesa a casi todos los partidos y empleza a estar vigente este domingo, cuando en las internas partidarias se puede apoyar desde ya a las voces y los discursos que queremos en el Parlamento.

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