Siete apuntes sobre las internas por Hoenir Sarthou

Una elección interna partidaria no es el mecanismo ideal para analizar la situación político-electoral de un país. No lo es porque el universo de votantes de la interna tiene, de por sí, un sesgo especial que no necesariamente lo hace representativo de toda la población. La voluntariedad del voto, y el hecho de que no se elijan realmente autoridades públicas, hace que voten sobre todo los sectores más politizados y partidizados de la sociedad. Nada asegura que, en octubre, cuando el voto sea obligatorio y se elija realmente a los parlamentarios y a las figuras que competirán en segunda vuelta por la presidencia, se mantengan las tendencias del domingo pasado.

No obstante, sin olvidar esa relativización, siempre es posible sacar algunas conclusiones primarias.

1) ALTA PARTICIPACIÓN

Que haya votado en la interna casi el cuarenta por ciento de la población habilitada es un dato nada menor. En otros países, en los que el voto no es obligatorio -EEUU, sin ir más lejos-, no suele lograrse ese porcentaje ni siquiera en la elección presidencial.

Eso habla de que un considerable sector de la población sigue depositando en el sistema democrático representativo algo que no me atrevería a llamar confianza, pero sí, al menos, expectativa. De lo contrario no votarían en una elección como ésta.

También habla de una atendible inserción del sistema de partidos en la sociedad. Si los partidos, en su conjunto, lograron que cuatro de cada diez uruguayos habilitados para votar salieran de su casa para votarlos, fuerza es concluir que mantienen más influencia en la sociedad de la que muchos pensamos.

¿Cuánto hay en esa participación de “actitud camisetera”, es decir de interés casi deportivo por la competencia entre partidos y candidatos en sí misma?

Es difícil decirlo. Lo cierto es varios cientos de miles de uruguayos, en un domingo frío y poco apacible, fueron a votar sin estar obligados a hacerlo. Dato a tener en cuenta.

2) BAJA VOTACIÒN DEL FRENTE AMPLIO

Pese a estar en el gobierno y a sus cuatro candidaturas armoniosamente presentadas, el Frente Amplio batió record de baja votación.

Si a eso le sumamos que blancos y colorados, juntos, superaron el sesenta por ciento de los votos emitidos, y que el Frente Amplio no tiene prácticamente alianzas posibles, el panorama no se presenta alentador para el oficialismo. El hecho de que no se haya anunciado todavía la fórmula presidencial puede indicar que los datos del escrutinio pegaron fuerte en la dirección frenteamplista y que quizá decidan revisar algunas cosas ya acordadas.

3) LACALLE POU, LIDER OPOSITOR

La derrota de Sanguinetti y la desgastante batalla que libraron Larrañaga y Sartori dejan como resultado a Luis Lacalle Pou, además de como cómodo triunfador en la interna blanca, como la figura a la que le tocará disputar la segunda vuelta. De hecho, las internas no convirtieron en el indiscutible líder de la oposición si ésta quiere desplazar al Frente del gobierno.

4) RUIDOS

Las internas confirmaron también cosas que se intuían, pero no se tenían por ciertas.

La sólida votación de Cabildo Abierto y la muy votada candidatura de Sartori son señales de que habrá algunos cambios en el sistema político uruguayo. Y no sólo en el Parlamento.

Las candidaturas de Manini y de Sartori revelan algunas vulnerabilidades del sistema de partidos uruguayo.

Que un candidato desconocido, con mucho dinero, logre quedarse con el segundo lugar en la interna blanca, y que un candidato ex militar, con fuerte respaldo militar, se presente solo y logre más de cuarenta mil votos en una elección interna, no son hechos que puedan ser ignorados. Algo expresan. Y todo indica que habrá que tomarlos en cuenta en el Uruguay futuro.

5) UN PARLAMENTO MÁS HETEROGÈNEO

Bastará con que las tendencias de la interna no sean totalmente revertidas por la elección de octubre para saber que en el Parlamento no sólo no habrá mayorías oficialistas, sino que la integración misma de las Cámaras será mucho más diversa y fragmentaria de lo que lo fue durante los últimos tres gobiernos.

Bienvenido si ello significa más debates y mayor control sobre los actos del gobierno.

6) LA TRABAJOSA APUESTA ANTIGLOBAL

Cuatro partidos con definiciones contrarias al modelo de economía global, que se está haciendo sentir en Uruguay, se presentaron a las internas.

Son la Unidad Popular, el PERI, el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Verde Animalista (que postula a los Dres. Salle y Viana). Los cuatro tienen postura contraria a la bancarización obligatoria, a la ley de riego y a la instalación de UPM2.

Los cuatro lograron los votos necesarios para participar en la elección de octubre aspirando a bancas parlamentarias. Pero entre los cuatro lograron poco más de diez mil votos. Lo que, haciendo las proyecciones del caso, no es demasiado alentador, salvo por procesos que puedan darse en estos meses, en los que el electorado tendrá mayor oportunidad de oírlos.

7) EN SINTESIS: CAMBIOS, PERO NO TANTOS.

Como vimos, en esta elección interna aparecieron cosas nuevas, a las que no estamos acostumbrados.

Sin embargo, ya puede asegurarse que la Presidencia se disputará entre dos viejos partidos, el Partido Nacional y el Frente Amplio, en tanto que el otro patriarca, el Partido Colorado, se prepara para reivindicar su condición de aliado principal en caso de una victoria de los blancos.

Seguramente en la integración del Parlamento es donde notaremos que los tiempos han cambiado o empiezan a cambiar. Porque se oirán allí voces nuevas.

El tipo de voces que se oigan dependerá en buena medida de lo que hagamos cada uno de nosotros en octubre.