Leonardo López. 30 años. IKIGAI – SUSHI
Por Cristina de Armas
Es sábado, nublado y frío, la búsqueda de jóvenes emprendedores me lleva hoy al recientemente inaugurado Mercado de los Inmigrantes, una plaza gastronómica y cultural en pleno centro de Montevideo. Al llegar a la puerta de la calle Yaguarón me recibe un amable portero que me invita a subir por una de las escaleras. Al final de la escalera el espectáculo es fascinante. Una marea de gente que pasea de local en local buscando el aperitivo deseado, tantos otros ya en sus mesas o en las barras degustando, y el murmullo mezclado de español, portugués, inglés y alemán, que voy escuchando mientras intento pasar entre las mesas y llegar a mi destino que está, justo del otro lado de la marea. He llegado finalmente a IKIGAI donde espero encontrar a Leonardo, nuestro joven emprendedor.
–Cristina querida– me dice apenas me ve un joven de impecable casaca y pantalón negro y un pañuelo sujetando su cabellera. Su sonrisa invita a la mía mientras me presenta a su hermano y a su amigo, ambos parte de esta aventura gastronómica oriental.
Nos alejamos del bullicio para la nota.
Leonardo, ¿cuándo comenzó a formarse la idea de este emprendimiento?
La idea comenzó a formarse en 2016 cuando comencé a trabajar como cocinero de sushi por primera vez, después de unos años cuando estaba por abrir este Mercado, en el diálogo con uno de los gerentes surgió la posibilidad de la concesión de un local de sushi y tener mi propio negocio para poder llevar el sushi a todos de forma accesible y bien elaborada, pensando siempre en lo que significa nuestro nombre, vivir una vida positiva y que pueda ayudar a los demás.
¿Y cuál es ese nombre?
El nombre es Ikigai, es un modo de vida de la Isla de Okinawa en Japón, es uno de los lugares de Japón que tiene mayor población por encima de los 100 años.
¿Recordás el momento exacto en que decidiste que este era tu emprendimiento?
Lo recuerdo perfectamente, fue en 2017 sobre final de año, cuando me seleccionaron entre muchos compañeros para hacer eventos en distintas sucursales de la empresa donde trabajaba. Fue una experiencia que llevé por completo bajo mi mando y el resultado fue muy satisfactorio, muy buena respuesta de la gente, me sentí muy cómodo con lo que hacía y pensé en ese momento que teniendo mi propio local tendría un mayor aprendizaje y crecimiento personal.
¿Sentís que te ha sido fácil o te has encontrado con impedimentos a la hora de emprender?
Creo que tanto en el emprendimiento en sí como en el ramo en que se maneja que es la gastronomía, más allá de que uno tenga las cosas claras y pueda llegar a tener una noción muy certera de lo que quiere hacer, siempre existen contratiempos y uno tiene que saber de entrada que nunca va a ser fácil, siempre hay cosas para aprender, para superar lo que surge constantemente. De ahí la importancia de la experiencia y de la atención que uno preste a lo que aprende, es la única forma de conseguir un desarrollo personal y crecer.
Pensando en el futuro, ¿ya tienes un plan?
Sí, sí, la verdad es que desde el momento en que pensé en tener un negocio y que funcionase, que tuviera buena respuesta del público, ya tuve la intención de llevarlo a distintos formatos para poder alcanzar distintos públicos y hacer más dinámica la marca, el nombre Ikigai.
Mientras estuvimos en el local llegaban familias, parejas jóvenes, ¿a qué te referís con distintos públicos?
Hoy en día la gastronomía ofrece mucha variedad en negocios como pueden ser eventos, ferias y festivales, en eso los foodtracks son una buena manera de presentar la marca, también, si bien hoy formamos parte de un establecimiento que ofrece una propuesta gastronómica muy variada apuesto a en el futuro tener un local nuestro más tipo restaurante ofreciendo todos nuestros intereses gastronómicos. Este local es el punta pié inicial pero apuesto a ir a más.
¿Cómo ha reaccionado la familia a tu idea de emprender?
Conmigo trabaja mi hermano menor, muy interesado por el sushi, sobre todo por comerlo- risas-, pero con una disponibilidad al cien por cien y esperando aprender para que junto con mi otro compañero, Alexander, ser parte del staff de cocina. El apoyo familiar ha sido una piedra angular en todo esto porque si no hubiese tenido su apoyo y disponibilidad hubiese sido mucha la carga y no hubiese conseguido la respuesta del público que al momento ha sido insuperable. Siempre vuelven con la tabla vacía y una sonrisa, eso es importante.
¿Dirías que en Uruguay los jóvenes pueden emprender, tienen posibilidades para hacerlo?
Creo que pueden llegar a encontrar muchas herramientas que pueden ser útiles para emprender, pero sin dudas el mercado en Uruguay no es sencillo y un emprendedor joven tiene que ver las oportunidades que se le presentan y las oportunidades que pueda generar para optar por el rubro en que quiera emprender, puede correr con suerte y que sea algo llevadero pero si quiere ir siempre a más, no le va a ser sencillo, eso sin dudas, en Uruguay hay mucha competencia y buena calidad.
¿Y en lo económico?
En un proyecto como el mío se necesita un fondo de respaldo, no tenerlo sería caminar en la cuerda floja. La carga impositiva es algo significativo, si uno no tiene respaldo es muy difícil sacarlo adelante. Trabajando para uno los gastos son costosos. En gastronomía todo lo que son insumos, alimentos, tienen un costo elevado, sobre todo si se busca una calidad superior coherente con lo que uno ofrece. En gastronomía eso es complicado y fuera de lo gastronómico lo impositivo también pone trabas pero con esfuerzo se puede llegar a solucionar.
Leonardo, un joven emprendedor, ¿qué les dice a otros jóvenes que están empezando o pensando en emprender?
Yo creo que tienen que pensar en lo que quieren hacer, tienen que tenerlo claro, visualizarlo y no tienen que tener miedo de dar el salto. El salto es lo más importante. Y una vez que uno salta no hay vuelta atrás, hay que continuar con la rueda porque el panorama se ve mucho más claro una vez que ya se saltó.
Vuelvo a cruzar la marea pero esta vez, no veo mesas, no escucho idiomas, veo la cantidad de proyectos que están saliendo adelante y toda la gente joven que ha apostado a ellos.
Ha salido el sol.
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