It/Eso (It), USA 2017. Dirección: Andy Muschietti. Libreto: Chase Palmer, Cary Fukunaga y Gary Dauberman basados en novela de Stephen King. Fotografía: Chung Chung-hoon. Música: Benjamin Wallfisch. Con: Jaeden Lieberher, Jeremy Ray Taylor, Sophia Lillis, Bill Skarsgard. Estreno: 14.09.2017. Calificación: Buena.
Muchos de quienes peinamos canas tenemos buenos recuerdos relacionados con It/Eso, ya sea por la novela de Stephen King o por la miniserie televisiva de 1990. El hecho es que libro, telefilm y autor son parte del patrimonio sentimental de un par de generaciones. Allí radica un mérito inicial de esta adaptación al cine llevada a cabo por el argentino Andy Muschietti, que en una extensa zona del film apela al recuerdo personal de cada espectador, a una idea muy precisa de la infancia como etapa signada por los paseos con las barras de amigos, el calor veraniego de las vacaciones y los primeros escarceos erótico-amorosos. Todo eso puede respirarse en It/Eso, donde se acompañan las aventuras del Club de los Perdedores, seis niños y una chica marginados dentro de la escuela, que además sobrellevan como pueden serios problemas en sus hogares. La inicial desaparición del hermano menor del protagonista desencadena una serie de nuevas desapariciones en la pequeña, bella y muy extraña ciudad de Derry. El chico intentará superar su duelo junto a sus amigos, mientras investigan el origen de los macabros sucesos, en el cual no tardarán en descubrir la presencia del fantasmal payaso Pennywise, personificación de los miedos viscerales que acosan a cada uno de esos niños en la dura vida cotidiana.
A diferencia de la mayoría de las películas de terror, It/Eso se toma su tiempo para profundizar la relación entre los jóvenes protagonistas y detallar sus experiencias en el ámbito hogareño. De esa forma, y sin desdeñar nunca los sobresaltos típicos del género de terror, Muschietti realiza una película de niños pero destinada a adultos pensantes, y adapta de manera muy fiel el espíritu del libro a la pantalla. Se toma licencias, es cierto (traslada la acción de fines de los años 50 a mediados de los 80, y suprime episodios colaterales enteros) pero no disfraza las cosas, sino que interpreta el mensaje y las fantasías de King sin sucumbir a efectismos ni baratas interpretaciones psicologistas. En el largo peregrinar veraniego de estos chicos hay ternura, sensibilidad y sentido del humor, lo que permite al espectador encariñarse con los personajes y debido a ello sufrir a su lado. Porque también hay terror… y del bueno.
Los sustos surgen debido a las apariciones del payaso Pennywise, cuya presencia en la historia está plenamente justificada debido al detallado estudio previo del miedo y las heridas psicológicas de los chicos. En lo que resulta otro acierto mayor, Muschietti no se preocupa en explicar el origen, los motivos y el objetivo final del payaso, porque no importan. En la misma medida, tampoco interesa saber qué es exactamente Pennywise: es “eso” que todos nosotros tememos visceralmente desde la cuna, sin saber muy bien por qué. Es “eso” que en condiciones normales no podemos dominar, sencillamente porque no sabemos cómo hacerlo. Por eso debe agradecerse que sus apariciones sean episódicas, ya que debido a ello termina cobrando una dimensión de maldad mítica, que lo torna un ser muy difícil de comprender y eliminar. Pennywise es el hacedor de todos los terrores del film, ya que Muschietti acierta al no esconder su monstruosidad ni minimizar la ferocidad de sus ataques. Otro puntal es la labor de Bill Skarsgard y sus gestos repugnantes, que navegan entre la sonrisa y el espanto: cada vez que aparece se roba la escena y causa verdadero pánico. It/Eso es un film de terror redondo porque logra un verdadero milagro: nos hace sufrir y a la vez gozar de ese encandilante verano, con su compañerismo, sus amores preadolescentes y sus terrores innombrables.
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