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La historia milenaria de China por Julio A. Louis   

La historia milenaria de China por Julio A. Louis   
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Este es el primero de una serie de artículos que  no pretenden la exactitud histórica, dada la complejidad del tema. Tan solo acercarán  al imprescindible conocimiento de China, con el objetivo de comprender para transformar.  

                                              Certezas e interrogantes

El Hombre de Pekín (género Homo, especie habilis) habitó suelo chino hace 1.500.000 años. El Homo sapiens (200.000 años de antigüedad) le continúa. Durante el paleolítico el estadio cultural es el salvajismo, con una economía recolectora de alimentos. Hace 10.000 años en el planeta, se  abre paso la Revolución Neolítica, con una economía productora de alimentos, pues cultivan cereales y domestican animales, las tareas se realizan en común  y los medios de subsistencia son repartidos entre todos. Viven en aldeas, sin instrumentos de metal, con baja productividad y no hay propiedad privada. Es el denominado modo de producción comunista primitivo. Empero, la humanidad tiene un desarrollo desigual; los períodos no se corresponden simultáneamente en las distintas regiones. Y los antepasados del pueblo chino comienzan a poblar la llanura entre los cursos medio e inferior de los ríos Amarillo y Azul, por -2500 (o, A. C.).   La fuente principal de estudios es el “Li Chi”, el libro de los Ritos, de más de dos mil años (1)

Le sigue la Revolución Urbana, en que se forman ciudades y Estados,  aparece la escritura, hay capacidad de generar excedente económico, y es  el modo de producción tributario (Marx  le llama asiático, porque es en Asia  que lo descubre).

Al abordar el pasado de China hay que dudar de  su tradición, pues durante siglos la historia no fue una ciencia que incorporara hechos corroborados, sino que los datos se alteraban según las conveniencias teóricas y políticas.  Conviene  no fechar antes de – 841. (2) y cuestionar los intentos de exactitud geográfica, histórica y étnica. (3)

“Aspectos destacados…” afirma que durante la dinastía Shang (siglos -XVII a –XI) aparecen las herramientas de metal, se diferencian la agricultura, las artesanías y el comercio y la sociedad se divide en clases, naciendo el Estado primitivo. Esa cultura pertenece a la edad del bronce. Aparece la moneda. Las ciudades crecen y la producción se destina al consumo y a la acumulación. Crece la esclavitud, porque a los esclavos se les emplea en la producción y el Estado se fortalece para suprimir su resistencia.  Avanza la cultura y surgen un lenguaje y una escritura  bastante avanzados. Se desarrollan las matemáticas y la astronomía elementales que permiten su aplicación a la agricultura, la navegación, la construcción y demás actividades.

La serie de inventos anteriores a los de la civilización occidental, es extensa. Algunos de los más relevantes  son la pólvora (en los primeros tres siglos de la era cristiana, pero que no usan como arma de guerra)  la brújula, el papel y la imprenta y en el primer milenio después de Cristo, el reloj  mecánico, el papel moneda; y en medicina se desarrolla la acupuntura. El aislamiento de China del resto del mundo (sobre todo desde los siglos XIV  a XVII) favorece su desconocimiento.  

               Un debate pendiente sobre los modos de producción

   Marx expone el concepto de modo de producción “asiático” en 1857-1858.  Hoy se le prefiere denominar tributario, atendiendo a su característica esencial, el tributo de las comunidades al Estado central. El concepto figura en los “Gründisse” o Manuscritos, publicados en Moscú recién en 1939-1941, y por lo tanto desconocidos por Lenin. Pero  bajo el  estalinismo,  el pensamiento académico reconoce solo cinco modos de producción: el comunista primitivo, el esclavista, el feudal, el capitalista y el socialista. Los comunistas chinos  manejarán esa visión y las sociedades que  corresponderían  al modo tributario serán clasificadas como “esclavistas” o “feudales”.

¿Qué es el modo de producción tributario? Un despotismo económico surgido en los pueblos que frente a fenómenos naturales- por ejemplo, inundaciones- están obligados a una gran cooperación social regida por el Estado. El resultado del esfuerzo colectivo conduce a una apropiación de la riqueza conjunta y la propiedad es colectiva. Se trata de una formación de tránsito a la primera sociedad nítida de clases (la capitalista) y en su forma clásica se expresa en Mesopotamia, Egipto, India, China y Perú, según el marxista alemán Bahro.  (4)  Ya había cierta división del trabajo entre agricultores, artesanos y profesiones improductivas (magos, curanderos, guerreros, sacerdotes) mantenidas por un plus producto. Luego, con el desarrollo de ese modo de producción tributario, se fortalece una casta sacerdotal que actúa como primera proto-clase dominante. Y surge una clara división entre el trabajo físico y el intelectual, con el dominio  de éste sobre el primero.

Se ha fundamentado  que hay tan solo tres modos de producción universales: el comunista primitivo, el tributario y el capitalista; el tributario es la forma universal de la sociedad pre capitalista avanzada. El esclavista no se encontraría  en  pueblos que llegan a civilizaciones avanzadas (casos de Egipto o China) según Samir Amín    (5), mientras que el feudalismo europeo sería un modo tributario periférico, primitivo e inacabado.

De los documentos estudiados hay referencias a los esclavos, a los señoríos feudales, etc. Entonces, ¿qué hay en China? ¿Un modo de producción tributario o modos de producción esclavista y feudal? Sin dudas es un tema a esclarecer, que principalmente compete al pueblo chino. Hoy estudiando  la Historia  se han organizado miles de institutos. Se enseña que  “La Historia lo abarca todo. El desarrollo de las fuerzas sociales productivas, la lucha de clases, la opresión de los  dirigentes y la resistencia de las masas populares, todo está estrechamente vinculado… Las masas… llegarán a dominar su propio destino histórico.” (6)

Dicho con más generalidad: “La china es una milenaria civilización carente de interrupciones históricas. Sin detenerse en el discutido tema de sus modos de producción, vale indicar tan solo el carácter eminentemente campesino de esa civilización, el férreo autoritarismo, el proverbial papel rector de una élite letrada que impone su ideología clasista (los mandarines usaban larguísimas uñas para demostrar su in contaminación de las inmundicias del trabajo físico), y su mayor desarrollo respecto a la civilización occidental, la que recién en los últimos quinientos años logra superarla en ciencia y tecnología.” (7)    

 s Los orígenes de los chinos  Hay  diversidad étnica y mestizajes, con dos tipos originarios principales: los  del sur y los del norte. Los primeros parecen de origen más occidental, y provendrían del Turquestán. Las olas de emigrantes alcanzan el oeste de China. A su vez, el chino se presenta como un idioma  integrante de una familia a la que pertenecerían el birmano, el tibetano y el taí. La civilización han es la principal, aunque  hay cincuenta y seis nacionalidades.

En síntesis, el problema de los orígenes permanece en pie; la civilización del Extremo Oriente es muy antigua y hay escasas posibilidades que sea rigurosamente autónoma. Y en la región más fácilmente cultivable (Honan, en el área central)  se conforma la nación y se desarrolla la vida civilizada. En la periferia se crean Estados que se proponen la anexión del centro y terminan volviéndose chinos,  unificándose en el Imperio (-221). Pero ya antes, en el siglo –VII,  prospera la idea que “todos los chinos son parientes”, pues bajo la presión de los bárbaros se amalgaman poblaciones  y crean unidades provinciales. Así, se forman provincias chinas, con civilización china, que  se extiende a los países situados en los contornos de la antigua China. Los chinos creen ser  el centro y el modelo de la civilización mundial.

Si  Honán es “la flor central”, es en las provincias marginales donde florece la civilización, pues se siente más intensamente la oposición con los bárbaros y el orgullo de ser chino. Aquéllos  son considerados de naturaleza animal y no humana, que viven fuera del orden civilizado e incluso se les caza y come. Y contra ellos, entre -221 y -210 se levanta la Gran Muralla. En el Imperio bajo los Han (-206 a 220) el sentimiento nacional es muy fuerte. Pero China no deja de ser un conjunto de provincias diferentes, que se une solo bajo la presión exterior. Con los Han llega al auge de su civilización, y los chinos  comercian con diversas regiones, y construyen las rutas de la seda. Más allá de Asia Central contactan con otras civilizaciones, reciben por mar influencias hindúes y aún más lejanas, y a fines del siglo I y en el siglo II, hay intentos y esbozos de relaciones con Roma. El budismo penetra a principios del siglo I y la civilización china es afectada cuando el Imperio se fragmenta al máximo en los siglos IV y V.

CChina y sus relaciones               

Las relaciones económicas y culturales entre Europa y Asia alcanzan su apogeo durante el siglo II. La Ruta de la Seda conecta con Occidente  [por ejemplo, tenía  12.000 kilómetros el ramal de Xian a Gadez (Cádiz)]. Iba a Occidente seda china, incienso, piedras preciosas y especias de India; e iba a China vidrio, cobre, estaño, plomo, textiles, alfarería, monedas.

Por el año -100 es utilizada una ruta marítima desde el Mar Rojo, aprovechando los monzones, hasta los puertos de la India.  El comercio aumentará mucho entre los siglos VII y XIV.  Los árabes desde el siglo VII son intermediarios.

Los vínculos China-África datan de la dinastía Han, cuando China es el imperio más grande de Asia. Alejandría es el centro. Los barcos chinos -tienen hasta cinco pisos- y van hasta el Golfo Pérsico. Sus productos se introducen por la misma época en Europa. Pero los contactos fueron más estrechos y directos con África. (8)

Al final de la dinastía Han se llega a una fragmentación política máxima (siglos IV y V). Luego, para enfrentar a los turcos, se reconstituye el Imperio en los siglos VI al X.

Un jalón importante en la larga y azarosa vida en las relaciones políticas entre los Estados chinos y sus dinastías, es el dominio mogol bajo la dirección inicial de Genghis Khan, que dura cien años, tiempo de saqueo al pueblo chino, que no cesa de enfrentar a los invasores. En 1368 los mogoles huyen hacia el norte y China se reunifica bajo la dinastía Ming. Por entonces amplía el comercio con los países extranjeros.  En el siglo XV (1421-1423) su flota comandada por Zheng He -compuesta de grandes juncos ocho veces más grandes que las carabelas de los europeos-  recorre las costas de América sin consecuencias posteriores. Por entonces  cincuenta países del sur de Asia mandan representantes comerciales a China, al igual que el Imperio Bizantino y otros estados europeos. Y a principios del siglo XVI llegan a Beijing misioneros católicos, con conocimientos de astronomía, geografía y matemáticas, ampliando  el horizonte cultural de la época. En el siglo XVIII, los manchúes (rama de los tártaros) establecen su dinastía Ching. En la segunda mitad  de ese siglo, China se convierte en el imperio más grande de Asia Oriental. Su territorio llega al Pamir (oeste), a Siberia (norte) y al archipiélago Nansha (al sur). Durante casi doscientos años la agricultura, la artesanía, la industria y el comercio gozan de un desarrollo constante. Pero tras la Guerra del Opio (1839-1842) comienza un siglo de dominación extranjera. La dinastía Ching cae ante la agresión colonialista y el estallido de levantamientos populares.

                                 El sentimiento de solidaridad

    Para entender el período abierto con la Guerra del Opio es preciso abordar la concepción china del mundo.  “El pensamiento chino antiguo está dominado por el sentimiento de la solidaridad entre el orden humano y el de la naturaleza, sentimiento cuyo origen debe buscarse en el ritmo de la vida campesina, ligado al ritmo de las estaciones.”  (9)

 

En la cima está el Señor de lo Alto, el Augusto Cielo que regula el orden natural. El rey es su colaborador humano y regla los trabajos de la agricultura. Los cultos primitivos son agrarios. El orden humano y el cósmico se conciben como imagen el uno del otro, lo que se garantiza por el cumplimiento de los ritos, que adquieren alcance cívico. Esas preocupaciones agrícolas determinan la división en dos principios, el yin y el yan, que se apoyan en el ritmo del encierro invernal y las labores domésticas femeninas, y de la buena estación y las labores masculinas en los campos. Ellos explican el ciclo de la naturaleza y de los humanos.  Por encima, está la noción de Tao (“la vía”) que los une, ley de la solidaridad, de la interdependencia y del encadenamiento infinito.

 

                 Los grandes pensadores

 

En el pensamiento resaltan tres grandes corrientes, equivalentes a las tres patas de una mesa, según Yim Cheung Koom. a) La de los vínculos con la naturaleza, que adopta el taoísmo, filosofía básica, autóctona. b) El confucianismo, pues en la  época de Confucio (-VI y -V)  hay grandes cambios sociales y él pretende establecer la búsqueda de la armonía universal. c) El budismo -siglo – V- que no es de  China y que  busca adaptarse a las penurias, y se le transformará  en pensamiento religioso. (10)

 

Por razones de espacio, este tema será abordado al iniciarse el segundo artículo.

Pies de página

1) “Aspectos destacados de la historia china”. Autores varios. En “China Reconstruye”. Pekín. 1962.

2) Marcel Granet (Francia, 1884-1940): “El pensamiento chino”.

3) “Aspectos destacados…”. O. C.

4) Rudolf Bahro: “La alternativa. Contribución a la crítica del socialismo realmente existente” 1979.

5) Samir Amin. “El eurocentrismo, crítica de una ideología”  Editorial Siglo XXI. 1989.

6) “Cómo evaluar la Historia de Asia”. Pekín Review (5/11/65).

7) Julio A. Louis “China. De los Guardias Rojos a los yuppies”. “Alfaguara”,  No. 10, mayo-junio de 1995. Uruguay.

8) “El Correo” de la UNESCO.  1982.

9) René Grousset, “Historia de Asia”, Biblioteca Asia y África, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1952.

10) Yim Cheung Koom -Director del Instituto Confucio en Uruguay. Exposición  en la Facultad de Ciencias Sociales (17 de abril de 2018).

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