Home Sociedad La sensación térmica del delito por Hugo Luján Amaral
0

La sensación térmica del delito por Hugo Luján Amaral

La sensación térmica del delito  por Hugo Luján Amaral
0

Hace 21 años se presentó la Orquesta Filarmónica de Viena en el balneario La Paloma. A la hora en que el espectáculo estaba para comenzar aquella noche de febrero, un grupo de delincuentes con formación policial asaltaba la sucursal bancaria del balneario. En ese episodio muere -por única vez en la historia policial del departamento- un agente policial alcanzado por varios disparos de una AK-47.

La comunicación del operador de radio a todos los policías informaba sobre los elementos con que se iban contando y la necesidad de cortar las vías de salida del departamento.

Es en ese momento cuando cobra especial atención el puesto de control ubicado en el Kilómetro 192 de la Ruta N° 9, seccional 7° «El Canelón». Allí los dos funcionarios que estaban apostados en la guardia, y que debían cortar la ruta, son avisados de la posibilidad que en su dirección se desplazaba uno o más vehículos con delincuentes armados de guerra y que hacía minutos habían matado uno de los suyos. El foco de luz que alumbraba la ruta hacía meses estaba roto. Dos camisas celestes eran la única coraza de los uniformados, ya que el único chaleco antibalas de la seccional era de uso del comisario y a la noche no estaba en la seccional a 15 kilómetros de Rocha.

Para colmo, uno de los dos agentes portaba en su cintura el mismo revólver Taurus calibre 38 que hacía meses había llevado a los almacenes para cambiar porque no funcionaba, y más de una vez había recibido por respuesta la misma indicación: que siguiera con ése sin funcionar porque no había posibilidad de cambio.

Este episodio, ocurrido en el año 2000 muestra el escaso respaldo a los funcionarios policiales al momento de enfrentar el delito. Enmarcado en una situación general de muy bajo salario, mala vestimenta, carencias para el normal funcionamiento de una seccional policial como la falta de combustible que llevaba en varios lugares a la parodio de cambios de guardia en el patrullero que no se había movido de una esquina de alguna ciudad por horas.

Si esto no resutara suficiente, quien combatía el delito ingresaba a la función pública con el mismo criterio que a cualquier otra dependencia pública: con la ayuda de un caudillo político. Ergo: no todos eran vocacionales, ni debían demostrar capacidad física, psicológica y formación general para su posterior desempeño.

La recordada «huelga policial» de casi 10 años antes no había tenido mayores repercusiones en cuanto a mejoras de algunas de las carencias que aún tenían los funcionarios de la policía. Aquella movilización nacional tuvo como figura notoria a la esposa de un policía, Sandra Dodera (fallecida recientemente) y varios familiares de funcionarios, ya que éstos tenían impedido cualquier acto de reclamaciones laborales.

La era progresista y la «sensación térmica» de la inseguridad

En 2005, al asumir el gobierno el Frente Amplio comienza una batería de medidas tendientes a mirar la situación policial con otra cara. Se contempla diferente el salario, hay una definición de criterio para el ingreso a la policía y se reconoce el derecho a sindicalización. Al mismo tiempo se incrementa al presupuesto para equipamiento de funcionarios y dependencias.

Ya el ascenso de columnas o minutos de aire a las noticias policiales se había instalado como un nuevo fenómeno cultural. Nos había ganado una demanda casi morbosa en el consumo de noticias que tenían que ver con algunos delitos. Ponderando esta situación el entonces ministro del Interior, Dr. José Díaz habló de la sensación térmica como ese estado que -fruto de la exposición- tenían varias personas. Esa sensación de inseguridad que había ganado a sectores de la población y que -muchas veces- no equilibraba con la estadística del delito.

Había perdido la sensación de seguridad una parte importante de la población.

El concepto de Díaz pasó a ser manejado en forma insistente desde la oposición cada vez que se golpeaba al gobierno; y se instaló como columna vertebral del relato que tiró abajo las acciones de profesionalización y dignificación de la policía. Esa «sensación térmica» pasó a ser la bandera del relato de la policía no respaldada, de un gobierno que «está del lado de los chorros» y de la impericia al momento de combatir el delito.

El agente policial de Rocha había muerto mucho antes de eso. Para ese entonces ya no había policías con revólveres sin funcionar para combatir delincuentes. Pero fue aquella «sensación térmica», el término y no el concepto, lo que mostraban una y otra vez como ejemplo de que tenían razón.

Se fue instalando otra sensación térmica. Con un relato que siguió sosteniéndose luego de asumir el nuevo gobierno.

Los mismos que habían sido receptores de esos beneficios de políticas públicas buscando mejorar aspectos de la institución policial, expresaban sentirse respaldados ahora.

Vecinos de distintos territorios decían sentir respuestas concretas en la lucha contra el delito.

La información policial pasó a ser, casi en un 100%, información oficial que exponía operativos exitosos.

La sensación de seguridad parece haber crecido en los últimos tiempos. ¿Disminuyó el delito?, ¿el aparato policial es, ahora, más efectivo?

O….seguimos hablando de una sensación térmica?

POR MÁS PERIODISMO, APOYÁ VOCES

Nunca negamos nuestra línea editorial, pero tenemos un dogma: la absoluta amplitud para publicar a todos los que piensan diferente. Mantuvimos la independencia de partidos o gobiernos y nunca respondimos a intereses corporativos de ningún tipo de ideología. Hablemos claro, como siempre: necesitamos ayuda para sobrevivir.

Todas las semanas imprimimos 2500 ejemplares y vamos colgando en nuestra web todas las notas que son de libre acceso sin límite. Decenas de miles, nos leen en forma digital cada semana. No vamos a hacer suscripciones ni restringir nuestros contenidos.

Pensamos que el periodismo igual que la libertad, debe ser libre. Y es por eso que lanzamos una campaña de apoyo financiero y esperamos tu aporte solidario.
Si alguna vez te hicimos pensar con una nota, apoyá a VOCES.
Si muchas veces te enojaste con una opinión, apoyá a VOCES.
Si en alguna ocasión te encantó una entrevista, apoyá a VOCES.
Si encontraste algo novedoso en nuestras páginas, apoyá a VOCES
Si creés que la información confiable y el debate de ideas son fundamentales para tener una democracia plena, contá con VOCES.

Sin ti, no es posible el periodismo independiente; contamos contigo. Conozca aquí las opciones de apoyo.

//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js
Semanario Voces Simplemente Voces. Nos interesa el debate de ideas. Ser capaces de generar nuevas líneas de pensamiento para perfeccionar la democracia uruguaya. Somos intransigentes defensores de la libertad de expresión y opinión. No tememos la lucha ideológica, por el contrario nos motiva a aprender más, a estudiar más y a no considerarnos dueños de la verdad.